Tiempos de Conexión: La Transformación de una Amistad.

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La campana de la escuela resonó, marcando el inicio de las primeras clases del día. Amane permaneció en su asiento, imperturbable, mientras TN se encaminaba hacia su escritorio al notar la llegada del profesor.

Al concluir las lecciones iniciales, el timbre escolar anunció el tan esperado recreo. A diferencia de la mayoría de los estudiantes que se apresuraban a salir al patio, Amane prefería quedarse en su lugar, tranquilo, sin participar en la algarabía. Sin embargo, TN, al percatarse de la soledad de su compañero, optó por acompañarlo en lugar de unirse al tumulto exterior.

Ella se acercó al joven con paso pausado, mientras él estaba absorto en su cuaderno. Ella sonrió y se detuvo frente a él.

- Amane... - lo llamó con serenidad para no perturbarlo.

- ¿Qué sucede? - levantó la cabeza para mirarla.

- ¿Te gustaría salir a jugar? - preguntó con tranquilidad.

El niño simplemente negó sin pronunciar palabra, lo que generó una atmósfera algo tensa. La chica decidió entonces entablar una conversación.

- ¿Deseas estar solo, verdad? - Él asintió y tartamudeó, "Quiero estar contigo, TN," lo que provocó una expresión tierna en el rostro de TN.

- Está bien, estaré a tu lado - afirmó mientras se sentaba frente a él. - Sabes, a pesar de habernos conocido recientemente, me agradas - añadió mientras tomaba un bocado de su muffin.

- También me agradas. Hoy, al menos, no estaré solo - soltando una risa que ruborizó a la chica frente a él.

- Me habías dicho que te gustaba estar solo - comentó.

- No era cierto... La verdad es que... realmente necesito la compañía de alguien, y la tuya es perfecta - confesó sin apartar la mirada de su cuaderno.

- Entiendo, Amane - sonrió. - ¿Te gustaría? - le preguntó ofreciéndole uno de los muffins que había traído como merienda. Él sonrió y le agradeció, tomando el muffin y empezándolo a comer.

Al finalizar su muffin, el joven expresó su gratitud y extrajo su merienda de la mochila. En esta ocasión, fue él quien le ofreció una rosquilla de chocolate a la chica, cuyos ojos se iluminaron de alegría al aceptar la oferta.

-Al parecer, prefieres las rosquillas --comentó con satisfacción.

-Sí, más que cualquier otra cosa -- rió, mientras saboreaba una rosquilla.

Durante el extenso período de recreo, experimentaron la sensación de que el tiempo se alargaba al estar juntos y compartir sus respectivas meriendas. TN descubrió una faceta de Amane que jamás había presenciado. Lo conocía como un joven serio, melancólico, distraído y solitario, pero al descubrir su verdadera personalidad, su deseo de cultivar una amistad creció en la dulce chica.

Amane se convirtió en el conversador más activo, destacando su entusiasmo por el tema del descubrimiento lunar. No cesaba de hablar sobre estrellas y planetas, y TN admiraba el potencial de aquel tímido niño.


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♤Último día para amarlo♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora