Accidente inesperado.

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Tn se encontraba en su casa, totalmente aburrida, acostada en la alfombra de su sala viendo al techo sin nada que hacer, volteo a ver el teléfono, se levantó y fue hacia él, llamaría a la casa de Amane esperando a que solo él respondiera.

—diga? —se escucho del otro lado del teléfono—

—A-Amane..?

—Tn, que sucede?

—que bueno que me contestas tu, oye, tienes algo que hacer hoy?

—porque lo dices?

—am...

—tn?

—quería pasar el día contigo!

—Ah!, en serio? Digo... genial! Donde nos vemos?

—sabes donde queda el huerto de manzanas?

—si.

—ahí nos vemos entonces... —cuelga la llamada y deja el teléfono en su lugar, va directo a su habitación para abrigarse ya así, salir de la casa.

Llegando al huerto, espero unos minutos, no fueron mucho, él ya estaba ahí.

—Tn! Esperaste demasiado?

—acabo de venir.

—que bien! Ven! Vamos a mi casa.

Caminaron juntos por un camino de árboles llenos de manzanas, el paisaje era muy bonito, copos de nieve caían lentamente y parte del suelo lleno de nieve, el frío era muy intenso y el aire suave pero helado.

Cuando al fin llegan a casa de TN, ella lo deja pasar, dejan sus abrigos dentro de un armario y se sientan el la sala.

—Tsukasa no te dijo nada?

—él no estaba en casa, cuando empiezan las vacaciones él se desaparece por días y yo tengo que encubrirlo para que mi mamá no sospeche.

—y no tienes idea de donde va?

—ni idea, cerca de mi casa hay un bosque, temo que le pase algo los días que se desaparece.

—....

Ante aquella charla, Tn estaba preocupada, pues Tsukasa también era su amigo, pero ahora, estaba concentrada en su amigo Amane.

—como sea, no hay que preocuparnos, talvez sabe lo que hace mientras está solo.

—yo estoy tranquilo, no es que me importe en lo absoluto...

—bien... quieres hacer algo? —preguntó con una sonrisa—

—me habías comentado que cerca de aquí hay un lago no? Que tal si vamos.

—buena idea! Podríamos darle de comer a los patos... o... no hay patos, ellos invernan, pero podríamos patinar en el agua congelada! Que dices?

—que buena idea! Tienes patines?

—n-no, yo suelo patinar con calcetines, si quieres te enseño, no es tan difícil.

—yo se patinar!

—vale, vale!

Agarran de nuevo sus abrigos y salen de la casa, corriendo como si fueran carreras, se dirigen al lago, era un lugar muy lindo, él lago no era ni tan grande ni tan pequeño, era un lindo paisaje y el frío era encantador. Los dos se quitan los zapatos y entran al hielo, no hacen mucho, simplemente se agarraban de las manos y se cuidaban mutuamente, agarraban sus dos manos y daban vueltas o a veces se separaban y jugaban atrapadas entre ellos, las risas y juegos se detuvieron al escuchar el crujido del hielo, se quedaron quietos por unos segundos cuando de repente, el hielo se quebró ahogando a Amane.

......

Continuará.

♤Último día para amarlo♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora