♤Último día para amarlo♤

Disculpas y compresiones.

Después de unos días, Tsukasa se recuperó de la enfermedad causada por el insecto, y Amane, encargándose de su cuidado, optó por no asistir a clases, a pesar de la necesidad de ver a su amiga Tn. Tras una reciente disputa con Amane, Tn, movida por orgullo y enojo, resistía la idea de visitar la casa de los gemelos, aunque sentía una fuerte necesidad de hacerlo.

El autobús escolar llegó a su destino, desembarcando a dos gemelos, uno con una sonrisa y el otro con gesto desfavorable. Tn, al percatarse de su llegada, se dirigió directamente a Tsukasa, ignorando la presencia de Amane.

—Tsukasa, ¡al fin llegaste! ¡Te extrañé, no sabes cuánto!— expresó Tn abrazándolo.

—TN! TN!— correspondió al abrazo Tsukasa, pero de inmediato lo interrumpió. —Estoy enfadado contigo— hizo puchero, desconcertando a Tn.

—¿Qué pasa, Yugi Tsuki?—preguntó ella. Amane, contemplando la escena, reflexionó sobre el hecho de que su hermano tenía un apodo y él no.

—No viniste a visitarme en los días siguientes, me hiciste mucha falta— reprochó Tsukasa cruzando los brazos. Tn se disculpó, desvió la mirada hacia Amane y luego regresó a Tsukasa. —Lo lamento mucho, Tsukasa. Pero estaba muy ocupada— dijo mirando de reojo a Amane y luego bajó la cabeza. —Pero ya estás aquí. ¡Vamos! Te llevaré a tu clase.—

—Vamos, Amane— gritó el menor hacia su hermano gemelo.

—Vayan ustedes, tengo algo que hacer ahora mismo— sonrió con pesadez Amane.

—Vale— mencionó Tsukasa.

Aquellos dos amigos caminaron juntos por la escuela, mientras que Amane se quedó atrás, estaba triste, Tn no volteo ni siquiera a verlo, Amane pensaba disculparse al llegar a la clase y arreglar las cosas.

Al ingresar al aula, Amane notó la presencia de Tn, quien se encontraba acompañada por un grupo de amigas. Estas conversaban animadamente sobre diversos temas, como las experiencias del día, las próximas tendencias de maquillaje y los planes para las vacaciones, abordando temas propios de la interacción entre chicas. Sin embargo, Amane optó por no acercarse a Tn, dado que al hacerlo, notó que las demás niñas comenzaron a murmurar críticas desfavorables sobre Amane a sus espaldas. A pesar de que las risas resonaron entre ellas, Tn, en desacuerdo con las actitudes del grupo, no se unió a la reacción positiva y mostró su disgusto.

Al concluir las primeras clases para el receso, el profesor Tsuchigomori solicitó que Amane permaneciera al final.

—Amane, ¿por qué no asististe antes de ayer?— cuestionó el profesor con autoridad.

—Mi hermano se enfermó— respondió Amane.

—Si fue él quien estuvo enfermo, ¿por qué tú no asististe?.

—Estuve cuidando de él.

—¿Y ayer?— resonó el profesor con firmeza.

—...También estuve cuidando de él.

—Yugi, has acumulado muchas faltas. ¿Puedes explicar lo que está sucediendo?.

—No es nada, profesor.

—Bien, entonces tendré que hablar con tus padres.

—No!, por favor, no lo haga. Mi madre me obligó a quedarme en casa porque Tsukasa necesitaba atención; ella no podía cuidarlo.

—El maestro quedó confundido ante esta respuesta. —De acuerdo, por esta vez te la pasaré. Te perdiste mucho durante esta ausencia, deberás ponerte al día en las clases. Te daré tiempo para entregar las tareas. Pídele ayuda a algún compañero.

—Gracias, profesor... pero, ¿y si nadie quiere ayudarme?

—Puedes pedirle ayuda a TN, he visto que te juntas mucho con ella.

—Bueno, está bien.

—Disculpa si tomé algunos minutos de tu descanso, puedes salir.

Amane salió del aula entre los demás niños, buscando con la mirada a TN, quien se encontraba sentada en una de las mesas del patio, observando a los niños jugar. Incluso, no estaba con Tsukasa, lo cual le pareció peculiar, pero vio la oportunidad para abordarla.

—TN...—habló con timidez. La mirada imperturbable de la chica lo puso aún más nervioso; no mostraba emoción en su rostro mientras lo miraba. —Sé que estás enojada conmigo, y de verdad me disculpo. También quiero disculparme por la vez que viniste a mi casa y te hablé de manera grosera. No fue mi intención hacerlo—

—¿Se te ofrece algo más?— preguntó TN con indiferencia.

—Sí...— Amane esperaba que sus disculpas fueran aceptadas. —El profesor Tsuchigomori habló conmigo y me dijo que me ayudaras con los temas que me perdí— agregó, visiblemente apenado.

—Está bien, lo haré— pronunció TN con desinterés.

Amane se disponía a retirarse, pero detuvo su paso al escuchar su nombre mencionado por TN.

—Amane...

—Sí, dime

—Quiero disculparme contigo por la vez que fui a tu casa. Me preocupaste mucho porque no habías venido a estudiar. También me preocupé por Tsukasa. Conociéndolo, es capaz de meterte en problemas, por eso los visité. Quería ir a tu casa los últimos días, pero... me dio pena— expresó TN, bajando la cabeza por la vergüenza.

—Entonces, ¿todo está bien? ¿Me perdonas?— preguntó Amane.

—¡Claro! Ven, siéntate. ¿Quieres jugar con los demás?

—N-no, contigo está bien.

—Jaja. Vale.

Continuará.