En dónde dos hermanos Zorros llegan a una reserva de lobos a ponerlo todo patas para arriba. O en dónde un machote y su compañero de vida tendrán que aprender a convivir sin morir en el intento.
Temprano a la mañana siguiente, SeokJin entró a la habitación de huéspedes para supervisar la salud de sus inesperados inquilinos. Sorprendiéndose cuando se percató que uno ya estaba despierto y observando con atención cada uno de sus movimientos, sus ojos ambarinos brillaban intensos desde la penumbra.
—Oh, ya estás despierto, eso es bueno. —habló con voz gentil para no asustarlo.
Sin embargo, el sobresaltado resultó ser él, ya que cuando tuvo intención de acercarse, el pequeño zorro soltó un gruñido advirtiéndole que mantuviera su distancia.
Obviamente, tal gesto no lo asustó más allá de la sorpresa, después de todo ¿qué era un indefenso cachorro de zorro a comparación de un gran lobo? No obstante, él no utilizó ninguna técnica para sumirlo. No lo consideraba adecuado además de que entendía que su inquilino lo hacía porque estaba en un lugar totalmente desconocido para él y posiblemente estuviese aterrado.
—No tienes nada que temer, solo quiero ver cómo está la salud de tu hermano. Cuando llegaron estaba muy mal —explicó en tono amable y con una sonrisa que invitaba al zorro a que intentara relajarse—, además, traje algo de comida, no es mucho, pero por el momento servirá.
La vista de ambos recayó en la abarrotada bandeja que Jin tenía entre sus manos, en ella destacaba todo tipo de manjares, pan recién horneado, un tarrito de miel, otro de mermelada, frutas, jugo y alguna que otra cosa que no entendió muy bien que eran, pero, en definitiva, eso estaba bastante lejos de ser "no es mucho".
El ruido de un estómago hambriento cortó el silencio en el cual la habitación se había sumido. Jin sonrió y dejó la bandeja de comida a disposición del pequeño zorro para luego ir a chequear al otro.
—¿Sabes? Ahora que estás despierto sería genial si nos presentáramos, mi nombre es Kim SeokJin ¿Cómo te llamas? —Su mirada café se dirigió unos momentos a su acompañante antes de regresar a su paciente, quien ya tenía su boca llena de comida.
—Soy Taehyung y él es mi hermano Jimin. —contestó como pudo ya que ni siquiera había hecho el intento de tragar antes de darle alguna respuesta, aun así, Jin pudo entenderlo perfectamente.
Una vez que tragó la masa que se había formado tras ingerir varias cosas a la vez fue el turno de Taehyung de preguntar sobre el estado de su hermano. Como bien había dicho Jin, la noche anterior Jimin estaba con una pata en el mundo de los dioses y con la otra apenas apoyada en el mundo terrenal.
—Afortunadamente está mejorando. No se mucho de sobre la anatomía de tu especie, pero la fiebre ha disminuido notoriamente. Los medicamentos que le apliqué anoche están trabajando estupendamente, así que, con un poco más de descanso seguramente va a despertar pronto.
—¡¿De verdad?! —cuestionó con cierto matiz de esperanza impregnando su voz e iluminando su mirada.
—Sí, te lo garantizo. No soy uno de los mejores médicos de por aquí por nada. Se lo que digo, puedes confiar en mí.
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Tal y como lo había dicho Jin, para la tarde en donde el sol iba escondiéndose detrás de las montañas, Jimin despertó. Obviamente seguía cansado y sin fuerzas, pero Taehyung se encargó de mimarlo y consentirlo hasta que pudiese hacer las cosas por sí mismo.
Estaba tan feliz y aliviado de que ambos habían conseguido sobrevivir que le fue imposible no llorar mientras lo ayudaba a bañarse, excusándose con que simplemente era el shampoo "anti lágrimas" lo que lo hacía llorar, porque él era rudo, y los cambiaformas rudos no lloraban.
Estando ya limpios y con energía suficiente para merodear por ahí, los hermanos terminaron en la cocina donde Jin ya se encontraba preparando lo que sería la cena para todos.
Cuando su atención recayó en Jimin, no pudo evitar sonreír, maldición, sí que era bueno en su trabajo. Dentro de todo, el aspecto de Jimin lucía mucho mejor, ya no estaba pálido como una hoja y las marcadas ojeras bajo sus pequeños ojos habían disminuido considerablemente.
—Jiminnie, él es Jin hyung, él es quien cuidó de nosotros. —Los introdujo Taehyung.
—Muchas gracias por haber cuidado de nosotros. —respondió el pequeño zorro inclinándose levemente hacia el lobo.
—No tienes nada que agradecer, es lo que me gusta hacer ¿por qué no se sientan y esperan a que termine la cena?
Sin embargo, estar quieto, era un concepto que esos dos hermanos no entendían en absoluto, apenas se sintieron más desinhibidos, comenzaron a moverse con la clara intención de ayudar.
—Chicos, ya se los dije, no tienen que hacer nada. —repitió por tercera vez viendo como los hermanos iban y venían dispuestos a hacer todo lo que estuviera en sus manos.
—¡No podemos permitirlo hyung! Fuiste muy amable al cuidar de nosotros, es lo menos que podemos hacer. —alegó Jimin agitando su cola toda pomposa de un lado a otro.
Jin tuvo toda la intención de responder con otra queja, pero fueron interrumpidos por la entrada de alguien a la cocina.
Por inercia, los hermanos se escurrieron hasta colocarse detrás de SeokJin, asomándose apenas y con cautela a través suyo.
Para su buena fortuna, solo era Namjoon, aunque había sido fácil para Jin saber que era al gracias a que reconocería su aroma a kilómetros de distancia, amaderado y cálido.
—¡Oh! Ya están despiertos. —comentó percatándose de las criaturitas de intensas cabelleras rojas que sobresalían detrás de su pareja— ¿Se encuentran mejor?
—¡Cabeza de uva hyung, Jiminnie se encuentra mucho mejor! —confirmó Taehyung con tono alegre saliendo de su "escondite"—. Jiminnie, él es quien nos ayudó también, cabeza de uva hyung.
—No soy cabeza de uva, tengo un nombre.
—El cual no me acuerdo. —respondió Tae cruzándose de brazos y asintiendo con su cabeza.
Namjoon suspiró.
—Es Namjoon, Kim Namjoon, el segundo al mando de la manada del oeste. ¿Y que hay de ti? Jimin ¿no es así?
—Sí, así es —respondió con cautela.
Después de lo ocurrido con su familia y con todos los zorros de su comunidad, no sentía particular confianza con los desconocidos, y eso parecía estar bien para ambos lobos que no intentaron forzarlo a nada.
—Mmm...gracias por dejar que nos quedemos aquí. —añadió después de unos segundos.
Jin sonrió en grande y Namjoon asintió con su cabeza, tal vez aquellos dos aun estaban siendo algo tímidos y temerosos, pero aun eran capaces de al menos ayudar con la casa y dar las gracias.
El problema estaba que, ahora que los dos estaban en condiciones, Namjoon tenía que cumplir con su palabra y hablar con su alfa respecto al tema y solo los dioses sabían que les depararía a los hermanos una vez que lo hiciera, Namjoon en su interior esperaba y rezaba porque todo resultara bien.
Nota 121023: Hola mis estrellitas preciosas ¿Cómo están?
Seguramente no se estarán preguntando que hago publicando un capítulo fuera de los días que acordé actualizar, pues verán, mañana tengo que levantarme temprano para trabajar y después planeo tomar mi siesta reparadora de 10 horas, así que posiblemente no toque la computadora por un rato, así que, adelantándome a mi día de procrastinación, les doy este bello capítulo.
