Especial NamJin🍂

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Especial: NamJin:

Los minutos transcurrieron, y Jin seguía sentado en su mullido sillón tieso como una estatua, con el shock renuente a abandonar sus etéreas facciones.

Un cachorro. Namjoon y él iban a tener un cachorro. Un nudo se le formó en medio de su garganta dificultándole el pasar saliva y sus ojos volvieron a recaer en el arrugado papel que descansaba entre sus manos, ese que confirmaba que llevaba una gestación de dos semanas.

No podía decir que estaba sorprendido por estar en estado, porque en realidad, Nam y él habían estado buscando agrandar su familia hace algún tiempo, lo que lo sorprendía era el hecho que sucediera en medio de una alerta omega. Una circunstancia poco adecuada para la llegada de una buena vida.

Porque temía que no consiguiera cuidar de ella como se debía. Su futuro, el futuro de Nam, el futuro que habían imaginado juntos y que iban de camino a construir, comenzaba a diluirse como una pintura recién hecha en medio de una tormenta, escurriéndose dolorosamente entre sus manos.

Sus manos soltaron su estudio y se dispararon a su (todavía) plano vientre.

—De todos los momentos que pudiste aparecer, has escogido precisamente uno poco oportuno. Pero ¿sabes una cosa? Voy a hacer todo lo posible para protegerte, aunque me cueste la vida en ello. —Silenciosas lágrimas caían a borbotones de sus ojos—. Quizás y siendo optimista, seas una señal de los dioses para decirnos que no todo está perdido.

Con sus dientes apuñalando la piel de su labio inferior y sus aguados ojos puestos en su estómago, Jin realmente quería tener fe en sus propias palabras.

Siempre había sido más perceptivo que los demás en cuanto a ese tipo de cosas, siendo un creyente acérrimo de que las cosas siempre pasaban por algún motivo.

La llegada de su cachorro en un momento donde una posible guerra podía desatarse trayendo muertes y destrucción con ella, no podía ser una simple coincidencia.

Ahora el asunto se enfocaba en si debía hablar con Namjoon, su pareja tenía demasiadas cargas actualmente debido a su posición, tener en sus hombros el hecho de que su cría podría estar en peligro podría ser un objeto de distracción, y con un demonio que Kim SeokJin permitiría que algo malo le ocurriera a su pareja, pero, sin embargo, otra parte de él, quería y sabía era correcto que Namjoon supiera que finalmente lo habían conseguido.

—¡Jin, ya estoy en casa! —exclamó Namjoon cerrando la puerta a sus espaldas. Después de un día bastante movido se hallaba de regreso a su dulce y amado hogar.

La silueta estilizada de Jin se asomó por el pasillo segundo después con una enorme sonrisa cruzando de lado a lado su cara.

—Lo sé, pude sentirte —dijo depositando un beso en su mejilla—. ¿Cómo les fue en la reunión?

—Estuvo bien. Yoongi y Seung Hyun lo tuvieron todo perfectamente cubierto. Los cuatro grupos que antes estaban serán reforzados por la manada de Seung Hyun. No habrá ni un punto por custodiar —explicó Namjoon entrando junto a Jin a la cocina, lugar en donde un delicioso aroma a comida casera lo recibió—. Jimin, Taehyung y Soyou nuna también ayudarán. Planean buscar un lugar apto como refugio para los betas cuando los omegas lleguen.

—¿Refugio? ¿De qué estás hablando?

—Ellos sugirieron que no era seguro que los betas se queden aquí cuando los omegas aparezcan. Sería ponerlos en un peligro innecesario, eso sin mencionar que hay muchas familias con cachorros. Este lugar se ha convertido en el terreno de batalla, ya no es seguro para nadie.

La fría realidad golpeó a Jin sin piedad alguna, su mate tenía razón, la reserva no era un lugar seguro, pero...

—No voy a irme, no sabiendo que te quedarás aquí arriesgando tu vida.

Namjoon dio unos pasos al frente y lo envolvió entre sus brazos, apretándole tan fuerte que sintieron que ambos se fusionarían físicamente. Jin lo traía de remate, a simple vista se podía ver dócil y frágil, pero la realidad era que su beta era uno de los cambiaformas más fuertes y capaces que había conocido jamás. Su valentía, su fuerza de voluntad y su seguridad eran mucho mayores que la de él mismo siendo delta, y no le apenaba en lo más mínimo reconocerlo. Él siempre destacaría la fortaleza y cada cosa extraordinaria que viniera de Jin. Uno; porque lo amaba y dos, porque se sentía jodidamente orgulloso de ser su pareja.

—Si sé que estás esperándome en algún lugar sano y salvo, no pienso morir. Iré detrás de ti incluso más allá de la muerte, pero no hoy, no ahora. —Sus manos fueron hasta amoldar el rostro de Jin, y sus ojos conectaron con las preciosas gemas color café brillante que eran los suyos.

—Más te vale que cumplas con tu promesa Namjoon, porque no seré el único que estará esperando tu regreso. —Advirtió entre serio y divertido.

Namjoon frunció su entrecejo confundido. Jin se separó un poco de él y relamió sus labios en un gesto que expresaba nerviosismo.

—Yo...estuve pensando en como decirte esto en un momento más oportuno, pero creo que no lo habrá hasta que se resuelva el caso de los omegas, así que te lo diré ahora.

—Jin, cariño ¿tengo que preocuparme?

—Creo que más bien deberías sentarte —aconsejó llevándoselo hasta la mesa para luego sentarlo en una de las sillas con él frente suyo—. Bien, aquí voy —suspiró en profundidad—. Nam, hace unos días vengo sintiéndome mal, así que fui a ver a Sunny. Ella me revisó e hizo todos los estudios pertinentes.

—¿Qué? ¿te sentías mal, desde cuándo? ¿por qué no me dijiste? ¿estás bien ahora? ¿qué fue lo que te dijo? —Al borde del colapso, Namjoon lo atiborró de preguntas. ¿Cómo era posible que él nunca se enteró que su Jinnie estaba mal? ¿Es que acaso su lazo funcionaba mal? ¿Qué estaba sucediendo?

—No te lo dije porque no creí que fuese algo serio. No pienso preocuparte nunca con algo que simplemente pudo ser la comida que me cayó mal. Y sí, ahora que sé que es lo que tengo, me siento mucho mejor.

—¿Y que es? Por favor Jin, no me asustes —suplicó Namjoon.

—¿Te acuerdas cuando decidimos empezar a planear la llegada de un hijo?

—Eh...sí, pero ¿eso que tiene que ver?

—Mucho de hecho —sonrió Jin con labios temblorosos y el nerviosismo consumiéndole y cocinándose en su estómago—. Resulta que, deberíamos dejar de planear las cosas, ya que nunca tienen el resultado que queremos.

—Cariño, perdón, pero sigo sin entender.

—¡Que vamos a hacer padres! —exclamó Jin sin aguantarlo más—. ¿Nam? ¿estás bien? —preguntó viendo como su pareja perdía el color de su cara para luego caer redondito al suelo—. Creo que debí ser más suave. —Contempló la idea en voz alta sin despegar su mirada del cuerpo de Nam que convulsionaba en la fría cerámica del suelo.

Como el corpulento y laxo cuerpo de Namjoon se lo permitió, SeokJin lo arrastró hasta el sofá, lugar que creyó mejor para descansar en lo que recobraba el conocimiento.

Tiempo después y poco a poco, el delta recobró la conciencia, pudiendo identificar a su hermoso esposo en medio de las horrorosas manchas borrosas en a su alrededor. Por lo dioses, había tenido un sueño tan real en donde el iba a ser... ¡padre!

—¡Jin! —Lo llamó sentándose de golpe.

—Ah, ya despertaste —respondió entregándole un vaso con agua y azúcar, especial para la bajada de presión—. ¿Te encuentras bien?

—¡Jin! Bebé, no vas a creerlo, pero tuve un sueño muy raro. Yo llegaba a casa, y estábamos hablando sobre la reunión con Yoongi y la alerta omega y, y luego... y luego tú dijiste...

—Dije que seremos padres Nam, y no, no fue un sueño.

—¿Ah no?

—No.

—Vamos a ser papás.

—Efectivamente.

—¿Jin?

—¿Sí cariño?

—Creo que me voy a desmayar de nuevo —alegó entregándole el vaso ya vacío para perderse en la oscuridad una vez más.

🍂You're my mate🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora