La Luna se adueñó del cielo, los postes iluminan las calles en su oscuridad nocturna, las estrellas brillan cansadas de que la contaminación no deje a los demás apreciarlas, y dos amantes en un humilde hogar se quieren con cuidado.
Una de ellas, con el corazón revoloteando dentro suyo y sus ojos brillosos de color miel, observaba a la chica más bonita que haya visto en su vida entera.
Nadie puede negarlo.
ㅡTardaste un poco.
En la puerta del baño, con una toalla alrededor de su cuerpo, la barriguita dónde sus bebés se encuentran está a simple vista, sus cabellos castaños y suave piel cubiertos por gotas de agua. Completamente hermosa.
Y nadie puede negarlo. Nadie que tenga ojos y sentido común para ver la hermosa persona y alma gentil que es Jennie.
¿Tanto tiempo le tomó darse cuenta?
Tanto tiempo dónde soltó palabras inadecuadas sin el filtro adecuado, tratando de alejar a la chica de forma inconsciente, dando una imagen que no es, ¡su madre se lo advertía! Pero eso es del pasado. Porque ahora las cosas solo pueden ir para mejor, porque los sentimientos de ambas han sido aclarados y todo lo demás parece no importar.
No cuando tiene a su familia a su lado. Su madre, Jennie y las bebés próximas a llegar son su familia y Lisa lo sabe. Ahora lo hace.
ㅡLo siento ㅡsonríe peinando sus cabellosㅡ no lo noté.
ㅡDescuida ㅡJennie asiente con algunos mechones ondulados pegados a su frente, luciendo adorable.
Lisa eleva una comisura de sus labios con cuidado y se levanta de la cama, mientras Jennie camina con cuidado hasta la misma y toma asiento tomando su espalda baja.
ㅡ¿Cuántos meses llevo ya? ㅡsuelta haciendo una ligera mueca por el dolor, su mano izquierda acariciando su espaldaㅡ ¿lo sabes?
Lisa parece tensarse antes de entrar al baño con su pijama en mano, y Jennie la mira confundida hasta que cree entender.
¿Aún le incomoda? ¿Siempre lo hará?
Lisa gira un poco luciendo avergonzada, ¿por qué?
ㅡTienes 4 meses, casi cinco. La semana próxima a esta cumples cinco ㅡresponde como en un susurroㅡ puedes verificar en mi cajón ㅡseñala la cómoda al otro lado de la casi vacía y pequeña habitación.
Jennie asiente con desconfianza. Sus pies descalzos tocan el frío piso hasta quedar frente a la cómoda, con una mano toca su vientre abultado y con la otra abre el cajón.
ㅡEs una tonta... ㅡsonríe en grande observando aquel calendario y lo sujeta entre sus dedos.
Los días marcados, uno tras otro en el calendario, con algunas notas en las esquinas.
"Chequeo mensual de J, 3 de..."
"Dos meses"
"Ya son tres meses"
"Tres meses y medio"
Ella siempre tan atenta y cuidadosa con ella y los demás. Por más que en su momento haya dicho cosas indebidas e imprudentes, todos nos podemos confundir y todos cometemos errores. Jennie sabe perdonar y una segunda oportunidad es lo que les queda. Esta es otra prueba de que hace lo correcto, al menos por ahora, es lo correcto.
Suspira un tanto, cierra el cajón y se lleva en sus manos el pequeño calendario, dejándolo en la mesita de noche al lado de la cama matrimonial.
Lo examinó un poco más, hasta que sus ojos se detuvieron en la página que señalaba su mismo mes.
Parpadeó confusa.
"Aniversario..."
Y sí, eso no se lo esperaba. Un sonrojo estropeó su piel y pronto estaba rojita. ¡Tenía anotada la fecha de la primera vez que se vieron! ¡De aquella borrosa noche, lo recuerda...! Oh no, ¿cómo debería sentirse? Aquello es bastante importante en su relación.
El sonido de la puerta abriéndose llama su atención y gira el rostro. Lisa sale del cuarto de baño con una toalla cubriendo su cuerpo. A pesar de no hacer ejercicio, Lisa una vez le comentó que adoraba los deportes cuando iba en la secundaria y preparatoria, así que quizás se deba a que tenga un cuerpo esbelto.
Jennie pareció babear al ver tal mujer. Las hormonas con esto del embarazo la tienen mal, muy mal. Lisa se sienta a su lado, luciendo sonrojada como ella cuando se dio cuenta del calendario en la mesita de noche y no por su propia desnudez.
ㅡ¿Te molestó? ㅡpregunta con cuidado.
Jennie ríe ligeramente. Su hermosa y suave risa como el viento que cautiva los oídos de la rubia.
ㅡEs lo más hermoso que me has tratado de decir nunca.
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