Capítulo 24

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Frente a la tienda de confecciones y telas, Jennie y Lisa compartían un beso lento pero profundo. La mayor abrazaba a la más bajita, y ella con sus mejillas sonrojadas, aferrándose a su chaqueta de cuero.

Estaban en su propia burbuja.

ㅡSi siguen así, no terminaremos para el almuerzo ㅡbromeó en voz baja Yejin, con su sonrisa brillante.

ㅡNi la cena ㅡJinsul bromeó junto a su esposa, cosiendo entre pequeñas risas.

ㅡPor favor, señoras, más seriedad ㅡpareció regañar Haesook, la mayor de las tres amigas y socias. Con su mirada amable viendo a las jóvenes a través de la gran ventana.

A decir verdad, las tres las veían sin que ellas se den cuenta.

Haesook seguía ordenando un par de telas en los estantes. ㅡAh, es tan lindo verlas así de enamoradas. Lisa siempre fue muy reservada, desde que era niña.

ㅡOh, sí, era una niña difícil, nunca se despegaba de Chitthip ㅡrecordó Yejin, su animada voz pasando a ser más suave.ㅡ Sin duda ahora es toda una mujer.

ㅡEs tan lindo que haya encontrado a Jennie, es una chica tan amable y linda ㅡHaesook asintió a sus propias palabras con una mano en el pecho.

ㅡJennie es una gran ayuda aquí, y al parecer se ganó nuestros corazones más rápido de lo que esperábamos ㅡJinsul rio un poco, echándole un vistazo a las amantes unos metros frente a la tienda.

Jennie se había ganado el cariño de las tres mujeres, siendo tan bonita, amable y suave en su manera de hablar y hacer sentir a los demás. Además, aprendía muy rápido y tenía muy buenas ideas de publicidad, gracias a ella estaban consiguiendo más clientes. Ya entendían por qué Chitthip siempre les hablaba de Jennie.

Las mujeres siguieron charlando entre ellas en voz, mientras Jennie y Lisa se separaban en busca de un poco de aire, sonrojadas y mirando el rostro contrario. Pero aún no se soltaban, ni querían hacerlo.

Ahora se hacían cada vez más normales los fogosos besos entre ellas, claro que más en su intimidad, pero fuera de casa también lo hacían, claro, sin sobrepasarse como en su hogar. De vez en cuando había caricias subidas de tono, mordiscos en los labios de la otra y uno que otro beso al estilo francés como se dice.

ㅡTe veo en la noche, diles a mis tías que vendré a recogerte, ¿está bien? ㅡdejó un pico en los gruesos labios de la menor. ㅡ Toda la semana han estado llevándote a casa con el carro de tía Yejin, pero hoy quiero llevarte yo.

ㅡSí, no te preocupes ㅡaún con las mejillas calientes sonrió tímidaㅡ Te veo luego ㅡsus dedos dejaron la chaqueta de Lisa en paz.

ㅡNos vemos ㅡafirmó mirando sus labios.

Amaba sus labios, pero cuando miraba sus ojos, caía un poco más por ella. Le sonrió juntando sus manos y mirándola a los ojos sin titubeo alguno. Sumida en ella.

Jennie lo notó, ella no tenía ganas de irse. Cada que Lisa juntaba sus manos y la miraba por eternos segundos, era porque realmente no quería dejarla.

Jennie amaba encontrar nuevas cosas en su novia. Su Lisa.

ㅡAdiós, Lili.

Lisa soltó sus manos y metió las propias en su chaqueta de cuero, agitando su mano para las mujeres que ahora la miraban en la puerta de la tienda y ellas agitaron sus manos devolviendo el gesto.

ㅡ¡Adiós, hija! ㅡse despidió con entusiasmo Yejin desde la puerta, sacándole una sonrisa mientras caminaba lejos del lugar.

Volteó cuando estaba por cruzar la esquina, viendo como Jennie era recibida con abrazos y -seguramente- una que otra broma, porque Lisa había notado que ellas las espiaban desde que llegó con Jennie.

Desire of love | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora