Lisa aflojó su camisa y se sacó los zapatos para tomarlos y subir las escaleras hasta su habitación. Abrió la puerta de su recámara y dejó sus zapatos a un lado de la cama.
ㅡLlegaste...
La mayor asintió con una ligera sonrisa y se acercó a la mujer de ojos marrones, tomó asiento a su lado en la cama.
ㅡ¿Cómo les fue?
Jennie dejó el libro que leía en la mesita de noche a su lado y se quiso levantar de la cama, pero Lisa la detuvo por los hombros.
ㅡCon cuidado ㅡreprochó.
Jennie suspiró y volvió a colocar su espalda contra la almohada apoyada en el cabecero de la cama. Lisa dejándola así se apartó un poco y también se recostó contra el cabecero.
ㅡ¿Entonces? ¿Qué pasó?
ㅡAh... estuvo mal, ella no quiso ceder, supongo que las cosas serán más difíciles a partir de ahora.
Lisa mostró una cara de desilusión, Jennie abrió la boca y alzó las cejas.
ㅡ¿Cómo? Pero- pero todo ya estaba listo y-
Lisa soltó una carcajada que calló a la menor.
ㅡ¿De qué te ríes? ㅡArrugó el entrecejo y formó un pico en sus labios.
ㅡEra broma, perdón ㅡgiró su torso para verla mejor y posó una mano en su gran estómago. ㅡTodo salió muy bien, ella cedió ante las pruebas que le mostramos, hasta pareció sudar frío, al parecer no fue necesario llevarlo tan lejos, dijo que no quería escándalos alrededor de su empresa, así que me dejó renunciar y dijo que no me impediría tomar otro trabajo, no se metería en eso.
Jennie se acercó para recostarse contra el torso de su pareja y Lisa rodeó con una mano sus hombros mientras besaba su frente.
ㅡAlice dijo que debía pagarme lo que me estuvo descontando todo este tiempo o la denuncia la haría pública y mancharía su nombre, obviamente Aiko no quiso eso, y me pagó. El cheque está en mi maletín.
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ㅡComo puede ver, tiene todas las de perder. Sus socios no querrán saber de usted si este caso se hace público y llevamos esto frente a un juez, sabe que perderá.
Alice terminó de hablar y se sentó nuevamente al lado de Lisa. Estaban en la oficina de Minatozaki Aiko junto al abogado de esta.
ㅡ¿Entonces qué dice? Podemos llegar a un acuerdo sin que esto manche su nombre, ¿no cree?
Aiko parecía nerviosa, pero no lo expresaba, Lisa lo deducía por su lenguaje corporal. Y su abogado no se quedaba atrás. Ambos se miraron, el hombre se acercó a ella y le susurró algo al oído, a lo que ella resignada asintió levemente.
ㅡBien, cumpliré sus pedidos, pero si esa denuncia sale al público-
ㅡNo pasará, a menos que usted nos dé razones para ello. ㅡEl rostro de Alice era serio pero su forma de hablar burlesca.
Tenía a la mujer en la palma de su mano.
Todo resultó a su favor, Lisa no podía dejar de agradecer a su hermana por la ayuda a pesar de que resultó más fácil de lo que pensaban.
ㅡEsa mujer es como un niño que roba un dulce pero cuando es descubierto solo sabe llorar.
Ambas salían por la puerta principal de la empresa, completamente satisfechas.
ㅡEs solo una mujer resentida, porque una le quitó a su marido. Que idiotez ㅡdijo ella mientras subía a su auto con Lisa de copiloto. ㅡEn fin, ganamos. ㅡVolteó a ver a su hermana, satisfecha.
ㅡGanamos ㅡasintió Lisa con una sonrisa. ㅡA Jennie le gustará oír la noticia.
ㅡYa lo creo, Lisa.
Arrancó su lujoso automóvil.
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Jennie acarició su pecho. ㅡYa me había preocupado.
ㅡNo lo hagas, no te preocupes, con ayuda de Alice resolvimos ese problema, todo está bien. ㅡRetiró la sábana del estómago de Jennie y levantó su camiseta, ahora acariciando con libertad la suave piel. ㅡAdemás, debes estar calmada, Chanyeol dijo que en dos semanas está programado el parto. ㅡSintió una patadita en su mano y sonrió junto a Jennie.
ㅡLo sé... no lo puedo creer, ya pronto tendré a mis bebés. ㅡSus ojos se llenaron de lágrimas que se desbordaron. ㅡAy, perdón, estoy muy sensible ㅡlimpió sus lágrimas.
Lisa sonrió con ternura, cubrió nuevamente a la menor y la acurrucó entre sus brazos.
ㅡEstamos bien.
Por un momento quedaron en silencio, disfrutando la compañía de la otra.
ㅡAhora estás desempleada, Lisa. ㅡSe separaron un poco para mirarse.
ㅡLo sé, pero no te preocupes, con el dinero que me dio esa mujer, estaremos bien por esta semana y la que viene.
ㅡ¿Y cuando tengamos a las niñas? ㅡLa miró con preocupación.
ㅡConseguiré un trabajo para ese entonces, de eso no hay duda. Yo me encargo de todo, no te preocupes.
Jennie acarició su mejilla y observó los grandes ojos de Lisa, suspiró y volvió a recostarse en su pecho. A los pocos minutos quedaron ambas dormidas.
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