Monkie Kid ☆cortos☆

Pasteles de luna 2

Chang'e tomó de la muñeca a la menor, obligandola nuevamente a correr por las calles, las personas a su alrededor las veían momentáneamente para después apartar la mirada, algunos comentaban cosas como: "están locas", "¿qué no ven que van a tirar a alguien?", ¿esa no es la famosa Chang'e del programa de cocina?". Entre varios comentarios más.

Ambas se dirigieron a paso veloz hacia el restaurante de Pigsy, quien no tenía la menor idea de que la diosa lunar estaba a punto de visitarlo, la de labios azules le pedía a la azabache que la orientara en su alocada carrera por la ciudad, apenas podía reconocer las calles en donde se encontraban, solo se detuvieron al estar frente al restaurante.

—Llegamos —habló la menor —. "¿Por qué les gusta arrastrarme?, parezco muñeca de trapo" —lloraba en sus adentros por aquel pensamiento, tanto MK, Mei, Wukong y, ocasionalmente, Macaque la trataban de esa manera, aunque el último lo hacía cuando estaba seguro de que ella haría alguna tontería.

—Este lugar parece que es dirigido especialmente a familias. ¡Me encanta! —habló con emoción, jalando nuevamente a la sucesora para entrar.

Al estar dentro del establecimiento, fueron testigos de como Pigsy regañaba a Tang por comer otro platillo "gratis".

—Pigsy, amigo mio, no tienes que enojarte —el ceño del demonio se frunció mucho más, cosa que parecía imposible a este punto.

—¡Sabes que soporto que te comas dos o tres platillos!, ¡pero ahora si te pasaste!.

—Esta bien, lo siento, es solo que cocinas tan bien que no pude evitarlo —el amante de los libros comenzó a halagar la buena cocina del chef, pues era una de las formas para calmarlo.

Chang'e dirigió su mirada azul a la ámbar, parecía que le había una pregunta silenciosa: "¿así son siempre?", a lo que Yami solo asintió.

MK se encontraba viendo con algo de aburrimiento aquella pelea tan cotidiana, su mirada se desvío perezosamente hacia la puerta, donde su semblante y estado de ánimo cambiaron drasticamente al ver a ambas chicas en el lugar.

—Al fin llegaron, pensé que se habían perdido.

—Para nada, fuimos a comprar algunas cosas de robotica —respondió la menor sin importancia.

—¿Con que dinero?.

—He estado trabajando en trabajos muy bien pagados, tengo dinero para dos años. Así que la plata no me falta.

—...¿en qué estas trabajando para conseguir dinero tan fácil y en esas cantidades?.

—Créeme, no querrás saber, solo dejemoslo en que son varios trabajos "honestos".

MK tenía dudas con respecto a la honestidad en como se ganó el dinero, prefirió no preguntar nada más.

—Como sea, Chang'e, si pude conseguir todos los ingredientes que me pediste.

—Muchas gracias, MK.

—¿Chang'e? —preguntó Pigsy, dejando de regañar a Tang para así dirigir su atención a los demás, sus ojos se abrieron con sorpresa y admiración al ver a la diosa de la luna en su restaurante.

—Hola, señor cerdo —saludó la de ropas blancas.

Las mejillas de Pisgy se tiñeron de rojo al recordar lo que estaba haciendo hace sólo unos momentos atrás, aún así, sus ojos destellaban de la emoción de tener a su  ídola frente a él, en su negocio. Era uno de los mejores días de su vida.

—Ch-Chang'e, ¿q-qué te t-rae por aquí? —preguntó notablemente nervioso, hace tanto tiempo que no hablaban.

—Vengo a enseñarle una de mis recetas especiales de pasteles lunares para el festival del medio otoño —dio una enorme sonrisa, aunque se podía apreciar algo de tristeza en esta.