"𝑫𝒐𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆" 𝘍𝘪𝘯𝘢𝘭

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Había pasado la noche, estuvo congelada y el viento había resonado como un rugido feroz demasiado fuerte.

Pandy se había levantado con un dolor de cabeza fuerte que la hacía retumbarse en su paso, sentía que en cualquier momento se iba a desmayar.

Mientras guardaban todo el campamento, Baren se acercó a la asiática para ayudarle a empacar lo que faltaba, ya que la veía bastante desorientada.

—Hola, Pandy — Saludó el oso con una sonrisa.

—mmm... — Murmuró.

—¿Te sientes bien? Pareces cansada... — Preguntó con una ceja levantada.

—...No... Me duele demasiado la cabeza... Creo que tengo migraña o algo por el estilo... — Respondió con voz ronca.

—Pues, tengo pastillas para el dolor de cabeza. Sí quieres, te puedo dar algunas para que mejores rápido — Mencionó el oso mientras sacaba de su bolso una tabla de pastillas y tomaba una de la tanda —¡Toma! ¡Así mejoras! — Balbuceó mientras le entregaba el remedio.

—Gracias, Baren... No sé que haría sin ti en estos momentos... — Agradeció con una leve sonrisa.

La panda se fue a la tienda que seguía sin guardar y allí tomó la pastilla rápidamente con un poco de agua de su botella.
En eso, Tigry se asomó a la tienda y la saludo con una sonrisa, estaba alegre por lo de anoche y estaba en otro mundo.

—¡Hola, Pandy! ¿Cómo estás? — Dijo amabilidad.

—Más o menos... — Respondió seca.

—¿Te sientes bien? Te vez demasiado palida... ¿Dormiste bien? ¿O te fue pesada la noche? — Preguntó triste por el estado de la chica mientras se sentaba a su lado y le acariciaba la espalda.

—No, no dormí bien... Ni siquiera dormí por los ruidos y por el resentimiento... — Mencionó cabizbajo —Esto ya me está haciendo mal... Este plan me va a matar de la culpa que siento... No está bien... — Balbuceaba con la voz frágil y a punto de llorar.

Tigry sintió como se corazón se destrozaba de a poco al ver a la chica tan mal y triste, nunca la había visto así desde que la conocía.
Decidió abrazarla y empezar a hacerle mimos con delicadeza y luego levantó su mentón para verla a los ojos.

—Escucha... Pase lo que pase, sabes que siempre estaré contigo en las buenas y también en las malas... — Susurró para después dejarle un beso en la mejilla e irse de la tienda.

Pandy se quedó tiesa al sentir el beso del chico. Se tocó la mejilla y una leve sonrisa se dibujó en su rostro mientras un color camersi se pintaba en su cara. Se enamoró una vez más...

★☆★☆

Habían pasado 4 horas desde que estaban esperando al esquino y a su grupito de supervivientes. Era cansador y muy aburrido el hecho de tener que estar escondidos y, a la vez, en alerta a ver sí llegaban para sorprenderlos.

Baren y Félix se habían tomado una sienta corta en lo que transcurría del tiempo, Philip y Kitty miraban a sus alrededores, mientras jugaban con ramitas, flores o insectos que habían por allí. Katie y Tigry bostezaban sin parar, Willow era la única que estaba concentrada.

Pandy se sentía mejor que antes, solo que la culpa no la dejaba, esa era su enfermedad. Estaba desconcentrada, hundida en sus pensamientos, hoyendo voces que la hacían sentir peor que antes.

𝑳𝒂 𝑷𝒂𝒕𝒓𝒖𝒍𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝑭𝒖𝒓𝒓𝒐𝒔 // ᵖⁱᵍᵍʸ ᵃᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora