𝓘 𝓶𝓲𝓼𝓼 𝓶𝔂 𝓵𝓸𝓿𝓮𝓻...

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Mientras la noche caía, nubes oscuras presencian una lluvia imparable.
Gritos, llantos y sangre estaban presentes en aquél lugar tan grande, parecía un laberinto sin salida.

Sus pisos divididos en baldosas entre grises oscuros y claros junto a las paredes blancas y un medio rojo muy oscuro, estaban salpicadas de aquél espesor rojo y un desastre que impedía tener ventaja al correr.

Mientras tanto, en una de aquéllas tantas habitaciones para pacientes, dos mujeres se encontraban escondidas allí, buscando seguridad en aquél lugar peligroso.

Una de ellas, era una oveja morena de cabello albino, junto a unos ojos rojos brillantes como el fuego ardiente.
Su cabello era llamativo por ser tan revoltoso, pero en una forma estética, al parecer, era un afro muy largo.

La otra, a diferencia de la albina, su cabello era lacio y sedoso, de color azabache.
Sus ojos eran de un color turquesa claro, junto a unas gafas del mismo color pero más oscuro.
Tenía manchas blancas en algunas partes de su cuerpo y cola, la cuál era larga, grande y esponjosa tal y como se veía, era una zorrillo definitivamente.

Las dos estaban con objetos peligrosos para defenderse de aquéllos que estaban haciendo todo el desastre allí afuera.
La albina traía consigo un mazo de tramaño promedio, que parecía ya haberse usado con las criaturas. Mientras que la azbache traía consigo una sierra médica, que también estaba usada.

Aunque estaban seguras allí, no podían quedarse, tenían que buscar un refugio mejor y también un poco de comida y bebida para sobrevivir.
Aunque sonara fácil, era mucho más difícil de lo que parecía ser...

-Al parecer, lo gritos pararon... - Balbuceó la oji rojiza, que se asomaba con cuidado desde la puerta de la habitación -Tal vez, ya todos murieron... O se los comieron a todos - Mencionó algo frívola, aunque por dentro estaba angustiada -.

-Igual, no es seguro salir... Seguro están por ahí, esperando como depredadores para atacarnos... - Respondió la de anteojos, mientras miraba atónita a la ventana -Pero tenemos que conseguir recursos... O moriremos de hambre y sed en un par de días... - Volteó su mirada preocupada hacía la morena -.

La zorrillo tenía razón, era arriesgarse o morir en el intento, algo que ninguna de las dos quería. Pero ella tenía un plan, pero sabía que su contraria no lo iba a aceptar, ya que era peligroso y suicida. Pero todo valía por estar a salvo.

𝑳𝒂 𝑷𝒂𝒕𝒓𝒖𝒍𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝑭𝒖𝒓𝒓𝒐𝒔 // ᵖⁱᵍᵍʸ ᵃᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora