𝓘'𝓵𝓵 𝓰𝓸, 𝔀𝓱𝓮𝓻𝓮𝓿𝓮𝓻 𝔂𝓸𝓾 𝓰𝓸...

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Aquélla madrugada, dónde la luna resplandecia como la gota de una lágrima, un tigre y una panda se estaban despidiendo en un llanto silencioso, donde, de vez en cuando, un sorbo se escuchaba de parte de la asiática.

La razón de aquélla noche tan triste para aquéllos dos jóvenes, era que el felino se marchaba de aquél lugar, que en un principio lo tomaba como su hogar, ya no lo era para él... Si no que era un pasillo con sin fin de recuerdos borrosos y deprimentes...

La oji rubí le suplicaba que no se fuera sin ella, por lo menos no dejarla allí sola.
Ella tampoco ya lo sentía como un hogar o un refugio, si no, que lo sentía como una cárcel.

La panda se aferró con fuerza al de rayas, para que así, no la dejara allí, pero él no lo permitió y la soltó de si mismo.
Odiaba tener que abandonar al amor de su vida... A ella y a su hermano, pero él, por lo menos, no sufriría tanto como lo estaba haciendo la medio albina.

-Pandy... Sé que quieres venir conmigo... Pero es peligroso y muy arriesgado para ti... - Mencionó el tigre -Si vienes conmigo, Willow te buscará... No quiero meterte en el mismo lío en el que estoy metido... - Suspiró entre cortado -.

-¡No me importa! ¡Yo solo quiero estar contigo nada más! - Respondió la azabache -¡No me importa sí Willow intenta matarnos...! Por lo menos, quiero morir contigo... - Susurró en un tono casi inaudible, pero que el felino pudo escuchar con facilidad -.

Aunque al oji verde le doliera con su alma dejar a su amor, era un deber dejar aquél lugar solo, como lo prometió en su debido momento.
Recordaba con exactitud como le prometía a su mejor amigo regresar con la cura para salvarlo...

"Haré lo posible por salvarte..."

Las lágrimas relucientes empezaron a recorrer las mejillas del chico con rapidez, él solo las secó con su brazo, para no demostrar su tristeza tampoco.
La panda notó esto, y se arrimó a él aún más abrazándolo con fuerza, para después, el felino, correspondiera el abrazo con fuerza. Oía con claridad los pequeños quejidos y lamentos del oji verde, estaba preocupada por él.

De repente, la voz suave de la panda se hizo presenciar en el lugar en un tono bajo, casi un suspiro.

-Tienes que irte, Tigry... -Dijo mientras posiciona su mirada hacia el de rayas -Sé que quieres buscar la cura para él... Así que, aunque me duela que te vallas, tienes que hacerlo por él... -Mencionó en un tono casi inaudible para el tigre -.

𝑳𝒂 𝑷𝒂𝒕𝒓𝒖𝒍𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝑭𝒖𝒓𝒓𝒐𝒔 // ᵖⁱᵍᵍʸ ᵃᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora