Capítulo 16

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CAPÍTULO 16:

La nave de cazadores de Tulkuns era mucho más grande de lo que pensaba Teye.

Llevaba, aproximadamente, una hora y poco más en aquella nave. Suficiente para dar un vistazo rápido a las instalaciones.

Había muchos trabajadores, muchas máquinas y muchos submarinos. En resumen, se notaba que aquellas personas se tomaban en serio su trabajo.

La humana de ojos marrones se encontraba recostada sobre una barandilla, respirando el aire marino que la rodeaba.

— ¿Estás mareada? - le preguntó una voz masculina.

— No - respondió Teye con toda la amargura posible.

Rodrick llevaba un rato observándola pero no se había atrevido a hablar hasta ese momento.

Tenía la sensación de que la joven le había cogido cierto desprecio.

— Oye - el chico se posicionó a su lado - Ni se te ocurra escaparte cuando lleguemos a tierra.

— ¿Escaparme? - dijo la otra con un tono burlesco - No, que va. No quiero ganarme otra bofetada de tu parte - Rodrick frunció el ceño al escuchar esto último.

— No me quedó otra opción - se excusó este al recordar lo ocurrido.

— ¡Eres un capullo! - Teye se alejó de él.

— Es cierto, ¿vale? - el joven bajó la cabeza - Es mi trabajo. Sabes que no tengo otra opción. Tú me entiendes, enana.

— ¡No me llames enana! - la chica tenía la mandíbula apretada - ¡Tú y yo no somos amigos! ¿Entiendes? Me has hecho daño.

— Yo-yo... ¡lo siento!, ¿vale? - Rodrick hacía todo lo posible para que su voz no se quebrara - Siento todo lo que te he hecho... Te he fallado y me arrepiento...

Teye lo miró a los ojos y se dio cuenta de que era cierto. Estaba arrepentido.

— No te preocupes, Rodrick - la de ojos marrones sonrió brevemente - Es cierto, te entiendo. Ambos estamos obligados a actuar así. Estamos atrapados...

                                                                  ***

El bosque mantenía un silencio prolongado.

Era como si, de alguna manera, supiese que faltaba algo. Bueno, más bien alguien.

Los animales permanecían escondidos, las ramas de los árboles estaban caídas, como si les hubiesen arrebatado la energía, y las flores cerradas, temiendo ser vistas.

Toda esa paz inquietante, fue interrumpida por las pisadas veloces de Lo'ak.

Su ansia de llegar a su destino cuanto antes se notaba en el ambiente.

Pero, una vez tuvo la cabaña a la vista, sus pies frenaron en seco.

Las prisas se habían desvanecido dejando paso a una terrible nostalgia.

Teye...

La protagonista de sus últimos pensamientos y sueños.

No podía sacársela de la cabeza. Era imposible. No podía olvidarla.

La quería. Claro que la quería. Se había enamorado de ella. De cada facción de su rostro, de cada sonrisa suya, de cada movimiento, de cada mirada... ¡Oh! ¡Esos preciosos ojos marrones! Lo tenían hipnotizado.

Tomó una gran bocanada de aire y reanudó la marcha.

Abrió lentamente la puerta y una oleada de recuerdos fueron rodeándola poco a poco. En especial uno de ellos:

Flor de la oscuridad / Teye x Lo'ak Sully /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora