Flor de la oscuridad / Teye x Lo'ak Sully /

Capítulo 12

CAPÍTULO 12:

Un helicóptero atravesaba velozmente el mar.

Dentro de él, viajaban varias personas. Una de ellas, llamada Mary Edevane, no dejaba de moverse, inquieta, en su asiento.

Aquella mujer, vestida con su uniforme de militar y con su típica mueca de concentración, se dirigía a lo que podría ser una victoria o un desastre.

Llevaba ya un tiempo detrás de su hija, bueno, para ser más exactos, del avatar de su hija. Aquel día iban a intentar llevársela otra vez a su hogar, con las personas del cielo.

– No me puedo creer que vaya a volver a ver a Teye - exclamó alegremente una joven humana.

– Agatha - le respondió bruscamente Mary - Su nombre es Agatha - la chica bajó la cabeza avergonzada - No quiero que mi hija se relacione o tenga algún tipo de relación con los salvajes que viven en este planeta, ¿entendido?

– Perdona tía Mary.

– Fue un error mandarla a ese experimento - su voz sonaba más relajada - Ahora mi hija se ha desconectado por completo con el mundo humano.

– Hoy volverá otra vez, conseguiremos que regrese - exclamó segura la otra.

– No creas que va a ser fácil Lyntia - la mujer volvió a hablar con un tono brusco - Es tan terca como su padre - Mary observó por la ventana cómo el helicóptero se acercaba más a las islas - Me temo decirte que seguramente necesitemos emplear la violencia para sacarla de ese maldito clan de nav'is.

– Solo espero que todo salga bien.

                                                                  ***

Un movimiento a su lado hizo que Teye se despertara.

La joven abrió los ojos lentamente y se dio cuenta de que estaba abrazada a Lo'ak. Tenía la cabeza apoyada en el pecho del chico, el cual subía y bajaba tranquilamente. Uno de los brazos del joven le rodeaba la cintura mientras que el otro descansaba en el suelo.

Teye sonrió y se inclinó sobre el rostro de Lo'ak depositándole un beso en la mejilla.

Con sumo cuidado de no despertarlo, se liberó de su agarre y se levantó.

Se encontraban en la cabaña, todo seguía igual, igual a la noche anterior. Los documentos apilados en una columna en la mesa, la puerta medio abierta,...

Teye se encontraba ordenando un poco el lugar cuando le pareció oír varios gritos. Dejó lo que estaba haciendo y se asomó por la puerta. Nuevos gritos surgieron, esta vez se oían más cerca. La joven buscó con la mirada al dueño, no consiguió ver a nadie.

Los gritos cada vez llegaban con más claridad, ya se podían entender:

– ¡Lo'ak! ¡Lo'ak! - repetía alguien sin descanso.

La chica volvió a revisar a su alrededor y consiguió distinguir una figura. Se acercó un poco más...

– ¡Lo'ak! ¡Lo'ak! - la voz no cesaba de repetirlo.

Ahí fue cuando pudo ver a la perfección quién era, Akira.

Teye entró apresuradamente a la cabaña y cerró despacio la puerta, intentando no levantar sospechas. Se acercó a Lo'ak y lo zarandeó de un lado a otro.

– Mi estrella... - este se incorporó un poco - Tienes que dejar de despertarme así.

– Ya lo sé - Teye echó una mirada rápida al exterior.