Flor de la oscuridad / Teye x Lo'ak Sully /

Capítulo 14

CAPÍTULO 14:

Oscuridad, simplemente oscuridad.

Todo inundado de una paz extraña e inquietante,

Flashback...

Era un día de verano caluroso.

En esa época, era común que dejaran salir a la pequeña Agatha a dar un paseo sola.

La niña acababa de terminar sus deberes de biología y, después de insistir e insistir a su maestra, había conseguido el permiso de salir a tomar el aire.

Salió apresuradamente, sin importarle nada.  Le daba igual que aquella tarde tuviera que entrenar o escuchar una de las charlas aburridas de su madre. En lo único que podía pensar era en salir y observar el inmenso paisaje de Pandora.

Todos los días se repetía lo mismo. Había tenido mucha suerte de nacer allí y no en la Tierra. Había oído hablar a sus padres sobre ella, un planeta contaminado y que estaba al borde de la muerte, obviamente, no le habría gustado nada vivir allí.

En su opinión, los na'vis habían sido muy amables permitiendo que algunos humanos se quedarán allí. Aquellos que los respetaban y querían la paz. En el pasado sus padres debieron ser así, amigos de los nativos. Por mala suerte, el ansía de poder los había atrapado. Se habían convertido en personas completamente distintas.

– ¡Agatha! - chilló una voz aguda - ¿A dónde vas?

La mencionada se giró sobresaltada. Su prima la había asustado.

– Qué susto me has dado Lyntia, casi me da algo.

Lyntia le recordaba mucho a su padre. Ambos con los ojos verdes y el cabello rubio oscuro. Se notaba que eran familia.

– ¿A dónde vas? - repitió la otra.

– Afuera, la señorita Tanner me ha dejado.

– ¿Vas a salir sin la máscara?

– ¡Oh! ¡Vaya! - Agatha comprobó que no la llevaba puesta - ¡Casi se me olvida!

La niña abrió un armario cercano y cogió una.

– ¿Quieres venir conmigo? - dijo dirigiéndose a Lyntia.

– Ójala - exclamó esta apenada - Tengo clases de na'vi dentro de... - miró el reloj que llevaba en la muñeca - ¡Dentro de dos minutos!

– Corre o llegarás tarde.

– ¡Adiós primita! ¡Nos vemos luego!

Agatha volvió a lo suyo y se dirigió hacia la puerta. Nada más abrirla notó cómo esta chocaba contra algo y cómo alguien gemía de dolor.

– Lo siento mucho Rodrick - dijo la niña avergonzada al comprobar de quién se trataba.

– ¡Eres un desastre Agatha! - le respondió este.

Rodrick debía de tener seis años más que ella. Era alto, delgado, con una cabellera llena de rizos negros y los ojos grises.

Se había criado en la Tierra y acaba de unirse al ejército en Pandora.

Lyntia y ella, solían pedirle que les contará cosas sobre la Tierra. Ambas se quedaban perplejas al oír hablar al muchacho de lo difícil que era sobrevivir allí.

– Por cierto, enhorabuena - le felicitó Rodrick - Debes estar contenta, vas a participar en una misión de verdad.

– ¿Cómo? - la chica no sabía de qué hablaba.

– Me tengo que ir - el joven se alejó de Agatha - Adiós enana.

La niña no entendía nada, ¿una misión? ¿Por qué siempre Rodrick le tenía que dejar con la duda? Nunca le aclaraba nada.