Los 𝘰𝘮𝘦𝘨𝘢𝘴 fueron creados para vivir al lado de un alfa, quién proteja de ellos, así es cómo funciona. Así es cómo se debe formar una familia con el amor de un 𝐚𝐥𝐟𝐚.
Joaquín y Leidy dos omegas que tienen algo en común, buscan la felicidad...
"El camino a todo lo grandioso pasa por guardar silencio."
- Nietzsche.
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El nuevo edificio de la compañía de agencias de viajes se encuentra en el centro, después del gran éxito que ha tenido, con el paso del tiempo era más que obvio que ésta agencia fuera reconocida mundialmente y por todos lados sea la más popular y alabada por sus clientes.
La agencia EOWALLS se ha mantenido en el top 5 como la número uno de acuerdo del ranking publicado por Travel Weekly en los Estados Unidos y ahora lo está buscando lograr en América el hijo de Juan Osorio; Emilio Osorio, él no está a cargo aún y no lo piensa hacer a decir verdad, prefiere que lo siga manejando su padre y la hermana de él.
Pero ésta ocasión está haciendo una pequeña excepción haciéndose él cargo de la agencia de la CDMX, sólo para demostrarle a su familia que no sólo es un Alfa soñador que desea viajar por todo el mundo para conocer sus costumbres, culturas, arquitectura y gastronomía.
También quiere encontrar un omega y formar una familia, pero sin la intervención de sus padres.
— Osorio, tenemos unos cuántos problemas con los viajes a Egipto. — Elyzabeth entró a su pequeña y acogedora oficina, llenándose con el cálido y relajado aroma del oji-café cómo siempre. Emilio estaba sentado detrás de su escritorio, viendo por la ventana la hermosa vista de la ciudad. Autos moviéndose de un lado a otro por las avenidas, personas corriendo, otras caminando por las calles, él podía quedarse ahí por horas a observar todo y sin cansarse, cada segundo pasa algo nuevo que lo ilusiona salir a explorar.
— Podemos seguir retrasando el viaje, en éste momento el clima no está a la perfección, — asintió y se dió la vuelta levantándose, se estiró un poco y un aroma dulce, pero un poco dominante se combina con el de su amiga. Emilio frunció el ceño para después observar con detenido tiempo en busca de una pista para saber que estuvo con un omega hace poco tiempo.
— De quién es el aroma. — se acercó y tomó su café de caramelo normal, a él no le gustaba cómo el de Elyzabeth, siempre con extra de caramelo, el suyo era con un caramelo equilibrado y empezó a tomarlo, pero sin quitarle la mirada a su amiga.
— Sé lo que estás pensando, pero no, no es de una aventura... — Elyzabeth mordió su labio nervioso tratando de evitar la mirada de su amigo, claro que no fué una aventura, ni siquiera podría decir que lo fué cuándo sólo fué por unos cuántos minutos y muchas cosas pasaron en esa cafetería.
— Entonces que fué lo que pasó. — Emilio se sentó en su escritorio viendo cómo su amiga se sentaba en el sofá de piel negro cruzando sus piernas, no intentó deshacerse del aroma y eso sólo lo hacía sentir con más dudas por saber de quién es ese aroma.
