CAP. 5

196 24 0
                                    









"El amor no es ciego, sólo está cegado por la pasión que lleva dentro."

- Nietzsche











Elyzabeth estaba terminando de firmar unos documentos que esa misma mañana Emilio le entregó. Quizás ya los habría terminado sino fuera que ha estado un poco inquieta desde ayer después de su encuentro con esa omega - quién le dió su número, pero no le ha mandado un mensaje.- aunque debe aceptar que sí ha cambiado un tanto dentro del trabajo.

— Mata iré a esa cafetería, quieres ir ó te traigo un café.

Dió un pequeño brinco en su lugar al ver cómo Emilio entraba a su oficina con una sonrisa burlona, sabía bien lo que hacía, sólo estaba molestando. — Mailo, vé tú, le dije a tu padre que le entregaría éstos documentos antes de las 7 y sólo llevo la mitad, cuándo me quedan menos de 20  minutos para que venga su secretaria.

— El viejo no está, sigue de viaje, yo le digo a Paola que más tarde ó mañana a primera hora se los entrego, vamos amiga.

Elyzabeth suspiró asintiendo dejando lo que hacía y apagando el ordenador para acompañar a su amigo. En verdad quería volver a ver a esa dulce pelirrosa y embriagarse con su aroma.










¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.











Salieron de su oficina, ya muy pocas personas habían aún en el edificio, ya faltaba poco para la salida de muchos empleados, es por eso que pasaron a avisarle a Paola que mañana le entregarán los documentos. Bajaron por el elevador hasta el estacionamiento, ésta vez fueron en el auto de Elyzabeth, no tardaron mucho en llegar y ésta vez había más personas, probablemente porque empezó a esconderse el sol y empezó a salir la luna para brindarles luz.

Ambos alfas entraron ésta vez mientras Emilio se fué a tomar un lugar cercano de una ventana con la vista en la avenida. Elyzabeth se ofreció para ir por sus lates y un poco de pastel - claro y para hablar con la omega -. Un aroma un poco dulce, pero al mismo tiempo relajante, cómo si en ese momento estuviera fumando mientras toma un poco de té de limón con miel, perfecto para tomar un descanso de su padre.

La nariz del oji-café empezó a olfatear el aire en busca del dueño de ese aroma tan perfecto, aunque estuviera rodeado de varios aromas en ese sitio, ese aroma, sabía que le pertenecía a un omega. Todos sus sentidos estaban en busca del omega, pero por alguna razón no podía identificar de quién era. Se empezaba a sentir un tanto abrumado, sentía sus manos temblar un poco, se levantó de su lugar y dió unos cuántos pasos, pero sentía que sus piernas no le respondía. Su alfa empezó a moverse al ritmo de su corazón, acelerándose a cada segundo.

«Es nuestro Omega, está aquí, lo puedo sentir.»

Emilio desacomodó su cabello y volvió a sentarse, tenía que tranquilizarse, no podía perder el control.

Change Of Plans // Adaptación Emiliaco y Leidely OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora