Change Of Plans // Adaptación Emiliaco y Leidely Omegaverse

CAP. 36

"Muchas maravillas hay en el universo; pero la obra maestra de la creación es el corazón materno."

- Ernest Bersot.

— Buenos días Joaco, ya está el desayuno listo. — Emilio sonriendo entró con una bandeja llena de comida a la habitación dónde se encontraba un recién despertado omega castaño.

Con un bostezo, el omega le sonrió al alfa sentándose mejor en la cama mientras estiraba sus brazos. — Emi, buenos días, amor. — recibió la bandeja viendo a su alfa con ropa deportiva sentándose en la orilla de la cama viéndolo. — Gracias, pero no tenías que preparar todo ésto. No tengo hambre.

— Lo supuse, pero tienes que alimentarte bien bebé. Por nuestra cachorra recuérdalo.

Joaquín asintió levemente inclinando su cabeza, evitando la mirada café del alfa, su cachorra. Él sabía que debía ser fuerte, en especial en éstos momentos, pero cómo lo puede hacer cuándo sabe que su hija está en una caja de cristal conectada a varias máquinas. No la puede tener a su lado, se suponía que él cargaría a su cachorra después del nacimiento de ésta pequeña.

Sólo que no lo fué así, la pudo ver detrás de una caja de cristal por varios minutos antes de que lo saquen de la habitación en la silla de ruedas para llevarlo a su habitación dónde Emilio y sus padres ya lo esperaban para ayudarle a cambiarse y poder salir de ahí.

Su corazón se hacía pedazos al recordar su carita angelical y la pequeña sonrisa que le hizo antes de su cruel despedida.

— Ella es igual de fuerte que tu amor ya lo verás. — el oji-café lo abrazó al sentir cómo la habitación se llenó por completo de un amargo aroma dulce.

Podía sentir el dolor del castaño porque él igual lo sentía, no fué para nada fácil despedirse de la cachorra, sólo tiene el consuelo de que tiene a Joaquín a su lado para no dejarlo caer y que siga fuerte para su cachorra.

Porque Emilio siempre está ahí para ser su pilar y no dejarlo caer.

El Alfa son las paredes de su casa que juntos están empezando a construir para su cachorra, un lugar estable y seguro para ella, el Omega es la casa del oji-café y él no dejará que éste se derrumbe, él está ahí para sostenerlo.

— Es mi culpa. Todo lo que sucedió es mi culpa, debía de abrocharme las cintas y no dejarlo para después. — negó una y otra vez jalando de sus castaños cabellos, Emilio rápido sujeto de las muñecas al omega marcándolo firmemente con su aroma. — No te hagas daño así amor. — se acercó y dejó un corto beso en sus labios para después dejar otro en su frente.

— Ethan no tuvo la culpa de nada. La caída fué mi culpa y no sabes cómo me reprocharía si algo le sucede a mi bebé.

Emilip vió cómo con las lágrimas resbalaban por las mejillas sin cesar de su omega.

Emilio lo abrazó fuerte y firme, tenía que dejarlo llorar, pero no permitiría que se culpara por un accidente que para el alfa la responsabilidad es del omega rubio y él se encargaría de aclarar cómo sucedió todo porque no permitirá ver más tiempo a Joaquín así de destrozado y vulnerable cómo se está viendo en éstos momentos.

— Cuándo estaba por salir del baño. — el castaño con su cabeza pegada al pecho del alfa empezó a narrar lo sucedió, el cómo se dió cuenta de que las cintas de unos de sus zapatos estaban sueltas, pero él por flojera de buscar dónde sentarse y abrocharlas prefirió salir así encontrándose con Ethan fuera del baño, era claro que lo había estado esperando. — Emi, ni siquiera recuerdo qué mierda me reclamó. Fué algo relacionado por tí. — él asintió cerrando sus ojos recordando su pequeña y tonta discusión sobre Emilio y cómo el castaño dejó callado al omega rubio y cuándo él intentó salir de ahí lo tomó de la muñeca jalándolo y el castaño tropezó con sus propios pies pisando la cintas y en ese momento fué cuándo cayó por esos escalones. — Los golpes fueron de mis costados con el barandal, — mordió su labio acariciando uno de sus costados dónde descubrió que quedaron moretones de los golpes haciendo una pequeña mueca de dolor. — logré parar antes de caer más escalones y ya lo demás sabes qué sucedió.