CAP. 6

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"El amor inmaduro dice: te amo porque te necesito. El maduro dice: te necesito porque te amo."

- Erich Fromm.














Leidy despertó casi al mediodía, el sol entraba por las persianas, pero eso no le molestaba, se sentó bien en la cama y se dió cuenta de que estaba desnuda y su ropa estaba en el suelo en una habitación desconocida, pero sólo fué respirar y darse cuenta de que estaba en la habitación de Elyzabeth. Los recuerdos de la noche empezaron a invadir su mente, sus ojos empezaron a picarle volviéndose rojos y pequeñas lágrimas resbalaban por sus mejillas, se levantó, temblando y se cambió. Salió corriendo, asustada chocando con la alfa que estaba limpiando en el pasillo.

— Leidy, estás bien...

— ¡¿Qué me hiciste?! — empezó a golpear su pecho mientras lloraba, estaba asustada.

— Tranquila, no te hice nada chiqui. — Elyzabeth empezó a marcarla con su aroma mientras la abrazaba, así lograría calmarla un poco.

Y así fué sólo por unos cuántos minutos porque intentó alejarse de nuevo, pero Elyzabeth se lo impidió.

— Te pido perdón por lo que hice ayer, perdí un poco el control, pero te juro que no te toque más ni lo volveré a hacer sin tu consentimiento.

La pelirrosa dejó de moverse y abrazó a Elyzabeth, se sentía tan segura a su lado que sabía que ella no le haría daño por nada en el mundo. Pero aún así no dejaba de recordar lo que había vivido años atrás, quizás si debería hacerle caso a su terapeuta y debería empezar a salir un poco más con alfas para ir superando ese miedo, pero no es tan fácil cómo decirlo.

Leidy empezó a ronronear sin darse cuenta mientras parecía intentar fundirse cómo fuego en la piel de Elyzabeth, ésta sólo la abrazaba más fuerte dejando que la pelirrosa la termine de marcar con su aroma. Es algo que lo hace sin darse la más mínima idea de lo que está haciendo y ella no iba a negarse a sentir ese rico aroma en su piel y ropa todo el día. Cuándo se sintió mejor se separó con un leve sonrojo viendo a Elyzabeth a los ojos, ésta no dejaba de verla con una sonrisa.

— Quieres desayunar un poco, aunque para ésta hora sería más bien la comida. — Leidy sonrió asintiendo mientras que con todas sus fuerzas se alejó por completo de la alfa viendo lo que estaba haciendo.

Estaba terminando de acomodar una repisa dónde había algunas fotos de ella y lo que supone que es su familia, Leidy recogió una foto que tenía el cristal hecho trizas en el piso, tomó la foto y era de Elyzabeth con el cabello rizado y con un semblante un tanto seria, pero seguía manteniendo en sus ojos ese brillo de alegría y un chico oji-café un poco más delgado, era todo lo contrario, parecía que lo obligaron a salir en la foto, tenía cara de amargado y no le agradó para nada a Leidy.

— ¿Quién es él? — preguntó mientras dejaba la foto en la repisa y veía cómo Elyzabeth limpiaba los vidrios del suelo.

— Ese es Emilio, es mi mejor amigo, un poco encerrado en su mundo. Pero es el mejor. — Leidy asintió y la vió cómo iba vestida con una pijama de fútbol, lo que le provocó una risa burlona — Ésta no es mi pijama, es de él, en realidad, pero la deja aquí cada vez que viene.

Leidy jugó con sus manos viendo la casa, el pasillo era más largo y al final de éste tenía una puerta, las paredes estaban pintadas con un azul claro y en algunas partes del pasillo había fotografías colgadas.

Elyzabeth sonrío y le informó que la siguiera para que comiera un poco, pasaron por la sala y le sorprendió ver que era un poco grande. Con sofás de color gris claro y al centro una pequeña mesa con algunos documentos y al frente un mueble con pequeños muñecos de acción... Figuras de superhéroes de Marvel, sonrió y sino se estuviera muriendo de hambre quizás hubiera ido a verlas, una razón más del porqué le gustaba esa alfa.

Change Of Plans // Adaptación Emiliaco y Leidely OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora