CAP. 15

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"La verdadera felicidad es disfrutar del presente, sin la dependencia ansiosa del futuro."

- Séneca.







— Entonces si te gusta ese omega cariño. — La madre de Emilio estaba en el jardín podando unas rosas de su inmenso jardín mientras escuchaba a su hijo hablarle de ese tal Joaquín y lo mucho que le gusta y lo idiota que es a veces.

— Si mamá ya te lo dije, pero nos estamos conociendo y no sé si él siente lo mismo. — el oji-café estaba sosteniendo una canasta llena de rosas aún sin entender porqué su madre insistía en ella hacerse cargo del jardín y no contratar a una persona.

— No seas tonto, él también siente algo por tí si no lo fuera porqué dejaría a un torpe alfa a su lado.

Emilio abrió su boca para protestar, pero la volvió a cerrar dándose cuenta de que era cierto lo que su madre decía. — Porque no le llevas unas rosas y lo invitas a cenar, lo quiero conocer y darle las gracias por volver a ver a mi hijo sonreír.

Negó rascándose su nuca viendo las rosas, — No creo que a mi padre le guste, él no es...

— Tu padre puede decir todo lo que quiera, eres tú el que decide salir con ese omega, no él. — su madre se dió la vuelta limpiando sus manos en su mandil lleno de tierra para después revolver los rizados cabellos de su hijo. — Tienes que aprender a ser tú Emilio, no lo que Juan quiere que seas, cuántas veces te lo debo de decir, eres Emilio Osorio no Roy ni Juan Osorio, solamente eres Emilio, mi hijo y así quiero que seas tú cariño.

El oji-café vió a su madre y bajó su mirada, era fácil decirlo, pero él ha vivido 22 años complaciendo a su padre en todo para ser el hijo perfecto, hasta lograr olvidar quién es él en realidad y ahora está intentando ser el verdadero Emilio con ese omega castaño. — Le llevaré las rosas, y quizás el fin de semana lo invite, voy a terminar unos cuántos asuntos antes que Elyzabeth se vaya.

Su madre, no muy convencida, asintió tomando la canasta para ir a la cocina y arreglarle un pequeño ramo de rosas. — Cariño dile a Elyzabeth que venga pronto a cenar con su omega... — sonrió de lado mientras termina de envolver las rosas en un pedazo de papel — Cuándo regrese haré una cena y van a invitar a sus omegas los dos, — el oji-café hizo una mueca negando viendo a su madre, cuándo intentó protestar ésta lo calló. — No, no, no. Quítame esos ojos, hablaré con tu padre, déjame ésto a mí. — la omega le entregó el ramo con una sonrisa viendo a su hijo hacer pequeños pucheros.

— Anda vé a darle ésto y vete diciéndole de una vez a Elyzabeth si no quieres que le hable yo para decirle.

— Gracias mamá. — Emilio, no muy contento, se despidió de su madre para verse con Elyzabeth en su último día de trabajo.

Ese día por la tarde salía de viaje a la playa con su omega.

Las palabras de su madre seguían aún en su mente y aún más cuándo volteó a ver el asiento del copiloto y ahí se encontraba las rosas. Podía pasar a la cafetería y con suerte encontrarlo ahí, pero si no lo está, bueno las podría dejar con la chica ojiverde ó pedirle de favor que le dé la dirección del lugar dónde trabaja.

Muchas preguntas, muchos escenarios pasan por la mente del oji-café, pero ninguna con una respuesta, así que sólo dejó que sus instintos lo llevaran hasta la cafetería con la esperanza de encontrarlo ahí, pero hoy la suerte está a su favor, ya que ni siquiera tuvo la necesidad de entrar al local.

Encontró al omega intentando cruzar la avenida, su corazón se aceleró de forma inesperada al verlo, estacionó mal su auto. Bajó con las rosas en su mano y prácticamente corrió a verlo sacándole un pequeño susto al castaño cuándo dejó frente a él las rosas.

Change Of Plans // Adaptación Emiliaco y Leidely OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora