Capítulo 13

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Capítulo 13 - ¿Más fiestas? ¡Genial!




Me pasé el domingo estudiando para los exámenes de lengua y de biología que tenía el lunes y el martes, respectivamente. Suerte que tenía capacidad para entender rápido, porque lo que se dice estudiar lo hice poco.

El lunes, a la hora del recreo, ya había hecho el examen de lengua y me había quitado un gran peso de encima. Fue genial volver a respirar después de haber hecho un análisis retórico exhaustivo y la función apelativa entera. Me dolía la mano a más no poder. 

-¿Qué tal el examen? -me preguntó Eunate nada más verme.

-Bien, yo creo que bastante bien -respondí mientras desenvolvía el bocadillo-. Por cierto, creo que me tienes que contar algo -añadí mirándole con las cejas alzadas.

Ella se puso roja y me indicó que le acompañara. Cuando ya no había nadie a nuestro alrededor que se pudiera enterar de nuestra conversación, ella empezó a hablar. 

Me contó que cuando yo me fui a la barra llevándome conmigo a Giorgio involuntariamente, este dejó de hablar con Alex, el chico que le medio gustaba. Él se había acercado a ella y habían estado bailando y tonteando bastante, pero que no llegó a pasar nada.

-Pero no sé, yo creo que para la siguiente fiesta cae -terminó.

-¿Siguiente fiesta? ¿Cuándo es?

-Este finde será, digo yo. Por estas fechas suele haber una fiesta por semana mínimo.

-Me encanta Valencia -dije al aire, y Eunate se echó a reír.

Las siguientes tres clases se me hicieron eternas, pero gracias a las gilipolleces que hacía o decía Lucas fueron un poco más divertidas. Hasta mantuve una conversación neutra sobre el baloncesto en Navarra con Minho. 

Cuando sonó el timbre que indicaba el final de clases esperé a Miriam y salimos las dos juntas hacia el patio. En la puerta distinguí a Minho hablando con alguien que me era muy familiar. En cuanto nos acercamos un poco confirmé mis sospechas y noté calor en mis mejillas. Giorgio me vio entonces, y me guiñó un ojo. Sacudí la cabeza riendo cuando escuché una voz irritante que me cortó la risa de golpe.

-Es que míralos, son los dos tan perfectos... Si no estuviera con Álvaro probablemente me agenciaría al primo.

-Sí, y a mí me vale con Minho. Le tengo dominado.

Miriam y yo nos miramos perplejas y nos giramos para descubrir a Clara hablando con otra chica de pelo castaño claro y ojos marrones con la piel pálida. 

-Es Lorena -me susurró Miriam-. La mejor amiga de Clara. Lleva detrás de mi hermano desde hace dos años.

-¿Y no se cansa? -fingí estar horrorizada, a lo que Miriam rió.

-Mira las cerebrines, riéndose de lo patéticas que son y lamentando no poder tener nunca un buen partido a sus pies -habló Clara con desprecio girándose hacia nosotras.

Su comentario me dejó tan estupefacta que no sabía si reír o llorar ante lo patética que había sonado. Opté por reír, lo mismo que Miriam.

-Vosotras reíros, pero luego bien que os arrastraréis para que os consigamos algo -Lorena arrugó la nariz al decirnos eso.

-En tu vida -le soltó Miriam.

-No os necesitamos para conseguir lo que queramos -añadí yo.

-¿No? -Clara fingió sorpresa.

Ni lo piensesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora