TAEHYUNG

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Saque mi llave de la pequeña cartera que llevo colgada en mis hombros, las introduje en la cerradura de la puerta y finalmente pude ingresar al departamento. Analice toda la sala, no había nadie allí pero los carros de los chicos estaban estacionados en la cochera, o sea que, ellos están aquí.

Di unos cuantos pasos hasta llegar a la cocina, dónde vi a Namjoon preparandose un té de manzanilla, a juzgar por el logo del sobre que tenía en manos.

- Hola -saludé curveando los labios-

Namjoon volteo su cabeza en dirección a mí y me devolvió la suave sonrisa, al mismo tiempo frunció el seño. Sus labios empezaron a separarse y justo cuando estaba a punto de hablar, le interrumpí.

- No me lo digas... No, no por ahora. Ya se que lq cagué con Luis, pero...

- Sube y ve al cuarto de Jungkook, eso si, ten cuidado... No se si has escuchado pero están como dos idiotas, peleando por quien la tiene más grande -interrumpio, y luego suspiro. Lo miré estrañada y enarque una ceja-

- ¿Y eso? 

El ya nombrado me miro y alzo su cabeza, dándome a entender que tendría que subir para obtener respuestas a mis preguntas. 

Puse los ojos en blanco, igual que una niña pequeña, pero le hice caso.

Me dirigí a las escaleras, al llegar al segundo piso camine por el pasillo de las habitaciones. Finalmente llegue a la puerta de Jungkook, se escuchaban gritos dentro de este. Pff, otra vez, problemas.

Algo que si he entendido, es que Taehyung y Jungkook no estan bien, pero es entendible. Yo tampoco lo estaría en una situación así.

Alce la mano formando un puño para tocar la puerta, pero no tuve tiempo. Tae la abrió en ese mismo instante. 

Lo miré detenidamente, tenía lagrimas cayendo sobre sus mejillas y los ojos muy rojos. Empezaba a preocuparme de que tan grave había sido su discusión como para que estuviese así.
Él me miro de arriba a abajo con un odio reflejado en el café de sus ojos. No entendía el porqué.

No entiendo una mierda de todo esto.

- Taehyung, por favor... no es necesario -suplicó el pelinegro, también llorando- Yo te necesito a ti, mierda. ¿Lo logras entender? -grito con una voz desgarradora que conmueve a cualquiera-

Los miré sin entender a ambos, buscaba respuesta en sus miradas, pero no encontré nada más que miradas reflejadas con odio y dolor.

- Para Jungkook, callate  -señalo al nombrado- ¿Y tú? Pensé que éramos amigos o bueno no... te consideraba una hermana -rechistó limpiando sus lagrimas-

- ¿Qué esta pasando? Te juro por Dios que no logro entender nada, pero absolutamente nada.

Jungkook me miro entrecerrando los ojos, como si quisiese darme a entender la respuesta, pero no lo hice.

- ¿Qué que pasa? -ironizo el castaño- Eres una puta. Nunca. Nunca me espere esto de ti ___, pensé que nos teníamos confianza.

Sacudí mi cabeza, no sé porque me esta tratando así, nunca lo había hecho. Sentía rabia por las palabras que me estaba escupiendo con tanto odio y mis dudas se esfumaron por completo de la cabeza.

- Lo sabe ___, lo sabe -me explico Jungkook posando su mano en mi hombro-

Y entonces, entendí.

Abri y cerré los labios pero ninguna  palabra salía de mi boca, era como si algo más fuerte que yo no me permitiera hablar, tenía las palabras atoradas en la garganta

LIBERTAD PARA AMARLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora