MÍA- GIYUUSHINO

Un regalo especial

—cada vez es más difícil dar con su paradero y para ser sincero es frustrante— mencionó el gran líder

— aún así señor no descansaré hasta encontrarlo, tanto a él como  a las lunas superiores de kibutsuyi

— se qué lo lograremos y te agradezco mucho que  hayas traído tan importante información kioyuro

El nombrado asintió y realizó una reverencia demostrando el gran respeto que siente hacia su gran lider— ¡Muchas gracias señor!

— puedes retirarte

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— señor, se que le molesta cuando le interrumpimos durante la comida pero ... Esto realmente es importante— con la cabeza agachada informó Murata

—¿A sí? Y ¿De que se trata? — dejó de beber el vino para enfocarse en Murata

— el hombre que murió el día de ayer parece que pertenecía a las doce lunas

— a ¿Sí?

—si señor, todos estamos esperando a que usted nos diga que hacer

— no hagan nada

—¿Qué?— se sorprendió ante lo dicho por su señor

— deja que eso se haga cargo la policía

— pero señor...

— eso no me interesa por el momento, hay muchas cosas que quiero antes — se levantó y su vista se enfocó en la habitación de la muchacha

Shinobu había despertado, se sentía feliz porque hace mucho que no había dormido tan a gusto, se duchó y cambió, estaba lista para bajar al desayuno pero toda la felicidad que tenía desapareció cuando escuchó que ese hombre abrió la puerta de la recámara.

—¡Ash ¿Qué quieres?! —

— buenos días preciosa

— no sé que tengan de buenos — dijo enojada pasando a lado de él para salir pero su brazo fue detenido con fuerza

—bonita...—la miró de pies a cabeza— ¿Dormiste bien?

—¡Qué te importa!— exaltó logrado safarce del agarre en su brazo y empezar a bajar. Él sonrió a penas, no entendía bien pero lo que más le llamaba la atención era la frialdad de aquella jovencita.

Se aseguró de que la joven llegará al comedor para él entrar a esa misteriosa habitación.

— señor...— una vez que ingresó a aquella habitación hizo una reverencia

— Tamayo quiero que estés al pendiente de ella— indicó de lo más calmado mientras expulsaba el humo del cigarro

—si señor

— procura estar cerca de ella y si logra ver qué la estás siguiendo invéntate algo pero quiero que estés a su lado

— por supuesto señor

— saldré por unas horas— avisó poniéndose de pie — confío en tí Tamayo— dijo saliendo del lugar

Ella asintió y salió detrás de él.
Fue muy cuidadoso cuando salió de casa no quería que nadie se enterara a excepción de Tamayo quién se quedó a cargo del cuidado de Shinobu y Murata quién es su chófer y lo lleva a todas partes.

— se-señor...— lo llamó viéndolo por el retrovisor

— Humm?

—¿ Está seguro que quiere ir allá? Puede ser peligroso para su seguridad