Capítulo 4

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En cuestión de minutos se corrió la voz através de todo el colegio, todos se estaban enterando poco a poco de lo que había ocurrido, maestros y alumnos estaban preocupados por Ming, no porque ella estuviera lastimada, si no porque fuera a lastimar a otros.

Ming fue llevada a dirección mientras que los dos chicos que lastimó eran atendidos en la enfermería. Ambos fingían ser las víctimas.

Jin, quien también estaba involucrado, se mantuvo cerca de Ming para darle apoyo emocional, pues ella se encontraba bastante preocupada.

Directora Elenor: — ¿Es consistente que le hizo heridas profundas a dos alumnos de esta institución, señorita Lee? — le hablaba como si hubiese sido ella quien empezó.

Ming: — Pero directora... esos chicos estaban golpeando a mi amigo, no podía dejarlos...  — aunque ella tenía un punto, los directores generalmente no toman la desición adecuada.

Directora: — Eso no es justificación para lastimar de esa forma a esos chicos, dígame, ¿Usó alguna navaja? ¿Algún cuchillo? ¿Como fue que pudo generar tales cortaduras?

Ming: — Yo solo usé mis manos...

La directora se fijó en las manos de Ming, suaves, pequeñas, delicadas, sin uñas largas, aunque ella estuviese diciendo la verdad, la directora no podría creer tal cosa.

Directora: — Señorita Lee, voy a llamar a su madre, ella vendrá a recogerla, así le hablaré de lo que ocurrió hoy, además de pedirle disculpas personalmente a las madres de esos niños.

En cuanto escuchó eso, un enorme miedo apareció en Ming, si su madre se enteraba de lo ocurrido, se enojaría demasiado.

Ming: — Pero directora, por favor, no lo volveré a hacer, si mi madre se entera... ella me va a regañar y...

Directora: — Lo siento, señorita Lee, pero ya está decidido, además, tengo que hablar con su madre sobre su nuevo cabello rojo, tal como veo las cosas lo más probable es que ella tampoco lo sepa...

Ming: — Pero es natural... — nuevamente, aunque dijera la verdad ella no podría creerlo.

Directora: — No quiero escuchar más...

Ming salió de la oficina de la directora y se quedó sentada en la sala de espera, allí estaba Jin, esperando a su salida.

Jin: — Ming... ¿Cómo te fue?

Ming caminó hasta sentarse cerca de su amigo, manteniendo su mirada baja, sin decir mucho.

Ella le había respondido sin decir ni una palabra, él se sentía enojado con esos chicos por causar todo eso, aunque también estaba sumamente intrigado por saber de dónde Ming había sacado esa fuerza.

Jin: — Ming, de verdad lo siento, estás metida en esto por mi culpa...

Pero en ese momento pudo ver cómo varias lágrimas caían desde los ojos de la chica pelirroja, razón por la cual Jin no dudó en abrazarla con suavidad.

Ming: — Mi madre estará decepcionada de mi, Jin... ella... se va a enojar, y me va a regañar...

Jin: — Sssh... tranquila, se que esto se ve mal, pero lo vas a superar... si quieres yo hablaré con ella, le diré que tú solo querías defenderme...

Ming solo se aferró a la ropa de Jin, intentando calmarse, pero no podía evitar sentirse asustada, pues su madre siempre opta por la dureza, las palabras hirientes, ya sea de forma directa o indirecta logra hacerla sentir mal.

Jin: — Ming, por favor... cálmate — él levantó el rostro de la joven, limpiando las lágrimas que caían desde sus ojos — Pase lo que pase, siempre estaré agradecido, y me tendrás cerca...

Fue en ese momento en el que la madre de Ming llegó al colegio, mostrando una expresión enojada y sumamente ansiosa.

La joven se separó de Jin, pues si su madre los veía tan juntos podría malinterpretar la situación.

Wu: — ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué tu cabello está rojo, Ming?

Ming: — Mamá, yo... — no sabía que decir ante el cuestionamiento de su madre.

En ese instante, la directora Elenor apareció — Señora Lee, Ming, por favor venga conmigo a la oficina...

Ming observó a Jin con preocupación y luego se levantó, entrando a la oficina, se sentó con su madre.

Directora: — Señora Lee, necesito hablarle sobre su hija...

Wu: — ¿Qué pasa con ella? — preguntó con molestia

Directora: — Hoy, agredió físicamente a dos compañeros suyos de clase, ambos niños quedaron lastimados... — en ese instante Wu volteó a ver a su hija — la situación está controlada, los niños no sufrieron daños graves, pero esta es una actitud inaceptable...

Wu: — ¿Me podrías explicar por qué hiciste eso? — la mirada de enojo que había puesto sobre su hija la hizo encojerse del miedo

Ming: — Es que ellos estaban lastimando a mi amigo, Jin, lo golpeaban y yo no podía permitir que ellos... — dijo casi susurrando.

Wu: — ¿Un chico? ¿Se trata de un chico? Significa que si te habías fijado en alguien, y no quisiste decírmelo, además de agresiva te estás volviendo mentirosa...

Ming: — Mamá, yo solo quería defenderlo, y no mal entiendas las cosas... él solo es mi amigo...

Directora: — Calmense por favor, se le hablará a los padres de los chicos, nos vamos a disculpar con ellos y pediremos que mejoren su conducta, pero este tipo de agresión es algo grave...

Wu: — ¿Entonces van a expulsarla? — la actitud de la madre de Ming de verdad estaba poniendo nerviosa a la directora.

Directora: — Será penada con una semana de suspensión, en estos días necesitamos que hable con ella y la instruya de mejor manera, pues no puede andar lastimando de esa forma de otra gente, si esto se vuelve a repetir, tendremos que expulsarla

Ming: — Pero entonces deberían suspender también a esos chicos, ellos golpeaban a Jin, ¡no puede ser tan injusta¡, ¡ellos se hacen la víctima! — ella no podía creer que solo la castigaran a ella, los chicos fueron quienes comenzaron.

Wu: — ¡Ming, baja la voz en este mismo instante! — habló fuertemente Wu, logrando que Ming se calmara — no importa que haya pasado, ahora te suspendieron...

Ella trató de calmarse también — Lamento mucho las molestias, directora Elenor, en esta semana me aseguraré de corregir a mi hija...

Directora: — Ya pueden retirarse...

Wu: — Camina, nos vamos a casa... — dijo tomándola de la mano

Ming caminaba con la mirada en el suelo, se sentía frustrada, no podía creer como el esfuerzo que estuvo poniendo durante tanto tiempo se haya ido a la basura en tan solo minutos.

Allí estaban también los dos chicos que estaban molestando a Jin, sus rostros estaban cubiertos con con vendas y gasas, pero aún se podía ver las marcas de las garras de Ming.

Jin estaba allí, al ver que Ming salió solo pudo seguirla con la mirada — Ming...

La chica solo se despidió de él con un gesto de adiós con su mano, pues no podía acercarse mientras Wu estuviera cerca.

Wu llevó a Ming hasta el auto, y una vez que las dos estuvieron allí, Ming se esperaba todo tipo de regaños.

Pero en lugar de eso...

Wu: — Ming, ¿Tu panda ya apareció verdad?

Ming volteó rápidamente sintiéndose extrañada, pues le extrañó el hecho de que su madre ya lo supiera.

Ming: — ¿De qué hablas, mamá?...

Turning Red: La Adolescencia de MingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora