Capítulo 21

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Olivia ya se había ido, extrañamente, la forma en que se alejó se sintió como una despedida, o al menos eso le transmitió a Ming, pero le dejó la suficiente motivación para poder arreglar las cosas.

Mientras la brisa del frío de la noche ya empezaba a caer sobre su piel, Ming pensaba en como ha llevado su vida hasta ese momento, año tras año viviendo y avanzando con el único objetivo de enorgullecer a otra persona, ¿Que clase de vida es esa? , simplemente es algo insostenible, no se puede vivir así, y Ming finalmente lo estaba entendiendo.

Al fijarse en la iluminación del cielo se dio cuenta de que ya se estaba haciendo tarde, por lo que tendría que poner sus planes en marcha hasta el día siguiente, pues no quería tener problemas con su madre, al menos no más de los que ya tiene, sin embargo, gracias a las palabras de Olivia y a las de su psicóloga, por primera vez en su vida tenía claras las cosas.

Ming luego de algunos minutos regresó a su casa, ya era de noche, se encontró con el olor de la comida que preparaba siempre su madre para la cena, aunque era un aroma agradable y nostálgico, no era uno que la hiciera sentir bien.

En cuanto Wu la vio llegar, con una expresión molesta se acercó hasta ella, observandola hacia arriba, pues Ming ya era bastante alta.

Wu: - ¿A donde te fuiste? Me tenías preocupada, no quiero que vuelvas a salir de la nada otra vez - dijo intentando imponer su autoridad

Ming: - Mamá, ya soy mayor de edad, se cuidarme sola... -  dijo mientras se dirigía hacia la cocina

Wu: - Eso no es excusa, primero te fuiste sin pedirme permiso, y ahora vuelves tarde...

Ming se sirvió de la comida que había preparado su madre.

Wu: Ming, te estoy hablando, ¿Qué ocurre contigo de repente?

Ming: - Voy a cenar en mi cuarto - dijo sin prestarle mucha atención a su madre

Wu: - Ming, alto ahí - dijo levantando la voz

Entonces la joven detuvo su avance sin voltear a ver a su madre.

Wu: - No me estas escuchando y tratas de evitarme, estás actuando de una forma muy inmadura - dijo mientras se cruzaba de brazos

Aquella acusación provocó el enojo en Ming, ella apretó su puño y volteó a verla con sus ojos empezando a derramar lágrimas.

Ming: - No voy a seguir permitiendo que tus palabras condicionen mi vida, ya no más - le dijo con la voz quebrada para después irse sin darle oportunidad de responder.

La joven siguió su camino dejando a su madre desconcertada por su repentina actitud, aunque ella nunca se puso a pensar realmente en si la forma en que la ha tratado siempre tuvo algo que ver, pues en su creencia, Wu pensaba haber criado a Ming de forma correcta.

Ming llegó a su cuarto y para evitar esa presión cerró la puerta, evitando pensar en su madre, necesitaba aceptar que probablemente nunca llegará el día en que escuche esa frase que siempre ha anhelado escuchar de ella.

"Estoy orgullosa de ti"

Las lágrimas comenzaron a fluir de forma lenta através de las mejillas de Ming, pero rápidamente las limpió.
Se sentó y abrió su cajón para buscar su walkman y así escuchar una canción de Céline Dion, esperando que con eso pudiese calmar el dolor de su corazón.

Pero mientras buscaba su walkman, se encontró con algo más, un objeto de un valor demasiado importante para Ming. Ella lo sostuvo en sus manos, era la foto que se tomaron ella y Jin hace tres años en aquel parque.

Ming: - Jin... - en esa foto aún tenía su cabello rojo, ver eso provocó un sentimiento de pena en su pecho, parecía que aún no lo superaba.

Intentando pensar en otra cosa, se enfocó ahora en Jin, la sonrisa en su rostro y la forma en que la abrazaba la hizo recordar lo bien que se sentía en su pecho, su reconfortante voz, y sus palabras tan precisas para calmarla cuando era necesario. Pensando en todo eso se dio cuenta de que Jin formaba parte importante de su felicidad, y lo había dejado atrás por creer en que algún día podría lograr ganarse el orgullo y confianza de su madre.

Turning Red: La Adolescencia de MingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora