Ming se encontraba en su cuarto observando las estrellas através de la ventana de su cuarto, podía ver cómo eran miles de ellas, brillando cada una.
En ese momento le hizo pensar que quizás ella hasta el momento había sido tan solo una estrella apagada, esperando su momento para brillar.
Mientras seguía sentada en su silla volteó a ver el dibujo de la bailarina, y luego miró nuevamente a las estrellas, sonriendo así, sintiéndose inspirada.
Ming: — Puedo llegar a ser una gran artista algún día, quizás abrir una galería de arte, mostrar al mundo mis obras, y quizás venderlas...
Ming pensó en todas las posibilidades, si seguía con su sueño recién renovado de ser artista y lograba obtener dinero a partir de ello, quizás algún día podría devolverle a su madre todo aquello que ella ha invertido para su bien.
Ming: — Mamá, se que no soy una buena hija pero... por favor confía en mí... un día seré una increíble mujer y te regresaré todo...
Ella ya tenía puesta su pijama por lo que al ver la hora ya tenía que ir a dormir, por último se vio en el espejo, observando su cabello, el cual se había vuelto algo en lo que se fijaba con frecuencia durante el día, estaba tan largo que le llegaba a la espada baja.
Luego de mostrar una pequeña sonrisa apagó la luz y se fue a dormir.
La noche pasó, un nuevo día estaba por comenzar, Ming seguía durmiendo por lo que la voz de su madre llamándola fue lo que la despertó.
Ming: — ¡Ya voy! — dijo mientras se acomodaba en su cama, intentando terminar de despertar
Ella, sin embargo, se estaba quedando dormida otra ves, hasta que su madre llegó a su cuarto.
Wu: — Ming, levántate, llegarás tarde
Ming en ese momento se sentó en la cama con los ojos cerrados mientras intentaba despertar.
Ming: — Ahora voy, mamá, dame unos minutos...
Wu: — Bien, tu desayuno ya casi está listo, apresurate — dijo mientras se iba hacia la cocina
Ming finalmente pudo levantarse, y sin demorar mucho fue directamente al baño para poder ducharse, encontrando en el agua caliente lo necesario para estar relajada y despierta.
Al salir lo primero que hizo fue usar la secadora para retirar toda la humedad de su cabello, dejándolo totalmente desarreglado.
En su mente se repetía la misma frase: — Arregla ese cabello, Jin no puede verte de esa forma, si lo llevas perfecto él lo va a mencionar.
Al darse cuenta de que Jin era quien la motivaba en varios sentidos se puso roja como un tomate, finalmente aceptando que todo lo que la hacía sentir no era ninguna casualidad.
Ming: — Estoy enamorada... ¿verdad, Sun Yee?, Espero que puedas permitir que este chico se mantenga en mi camino, y que él sea el indicado...
Luego de terminar esa pequeña oración, se fue a duchar rápidamente y luego se puso su uniforme, su blusa, su falda y su suéter.
Así pues fue a desayunar con su hermana mayor, quien al ver lo bien arreglada que estaba Ming empezó a notar que ahí había algo más.
Pero en ese momento no diría mucho, pues hablar de eso frente a su madre sería catastrófico, y no planea arruinar la mañana de Ming.
Ming llevaba en su bolsa escolar el dibujo, el cual había hecho específicamente para impresionar a Jin, hacerle ver que no es una simple cara bonita.
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Turning Red: La Adolescencia de Ming
FanfictionMing Lee, una adolescente de 15 años, tendrá que atravesar distintos problemas que se le presentarán a su corta edad, teniendo que sobrellevar su difícil relación con su madre, la aparición de dos nuevos problemas en su vida. Ming es una chica fuert...