Turning Red: La Adolescencia de Ming

Capítulo 6

Ming siempre ha vivido bajo las reglas y exigencias de Wu durante toda su vida, viviendo bajo un estricto horario, hábitos específicos, reglas morales impuestas que deben ser seguidas al pie de la letra.

Todo esto ha generado estrés en la joven, pues durante los últimos meses ha empezado a redescubrir un pasatiempo que no hacía desde hace años.

La pintura y el dibujo.
Luego de descubrir a su panda, Ming ha estado bajo total vigilancia de Wu, por esta razón apenas ha podido ver a Jin, ya que ha tenido que pasar aún más tiempo en su casa, atendiendo el templo y aprendiendo las nuevas técnicas para controlar a la bestia. Por esas razones, Ming necesitaba algo con qué distraerse en sus tiempos libres, ya que quedarse acostada sin hacer nada no era una opción.

Fue así como mientras realizaba una tarea de matemáticas, inconscientemente empezó a dibujar pequeños garabatos al rededor de las hojas, y poco a poco se fue dando cuenta de que aquellos dibujos que en principio parecían no tener mucha forma, a medida que los iba repitiendo iban mejorando cada vez más. Así fue como ella tomó una hoja y comenzó a dibujar lo que estaba haciendo en su cuaderno de matemáticas, un dibujo de una bailarina, le aplicó detalles al vestido, a su cabello. Y sin poder creerlo el dibujo parecía estar tomando forma, generando en ella una enorme sonrisa

Ming: — Puedo hacerlo...

Ming había dejado esta pasatiempo a los 8 años, pues desde esa edad su madre le empezó a meter en la cabeza la idea de que necesita estudiar algo que en un futuro le genere dinero, por esto luego de perder la ilusión debido a lo que decía su madre, llegó a la conclusión de que el dibujo no iba a funcionar.

Pero ahora, con una edad más apropiada, puede darse cuenta de que si lo hace de forma correcta puede lograr algo con el dibujo.

Ming se levantó sintiéndose emocionada y tomó las llaves de la casa, dirigiéndose a la puerta.

Wu: — Ming, ¿A donde vas?

Al escuchar la pregunta de su mamá ella se sintió realmente nerviosa, pues no podía contarle a su madre qué estaba planeando.

Ming: — Mamá yo... voy a comprar algunos útiles que me hacen falta para una tarea de la escuela, vuelvo pronto, ¿Sí?

Wu: — Bien, recuerda que no debes andar afuera por mucho tiempo, menos ahora que tu panda apareció — ella se acercó para cubrirla con un suéter, limpió sus mejillas y arregló su cabello — la tienda está cerca, quiero que vuelvas en 10 minutos

Ming: — Sí, mamá, no tardaré...
Wu: — Ve

Ming salió de su casa y se dirigió rápidamente hacia una papelería, se dirigió a la sección de hojas, habían de varios tamaños, se concentró en las oficio y las carta, se llevó dos de cada una. Luego buscó pinceles, se llevó uno de punta fina y tomó varias pinturas.

Ming: — Bien, creo que con esto será suficiente... — ella tomó las cosas y las iba a llevar a pagar, justo cuando se topó con un chico, tirando las cosas al suelo accidentalmente — de verdad lo siento, yo...

Al levantar la mirada, se encontró con Jin, sus mejillas se pusieron rojas al instante.

Ming: — Jin... que sorpresa encontrarte... — mencionó ella sintiéndose algo nerviosa

Jin sonrió al ver a la chica y entonces le ayudó a levantar las cosas que llevaba — Estas son las sorpresas que me gusta recibir, que bien que nos podemos ver una vez después de la escuela...

Ming: — Sí, generalmente solo podemos en la escuela... — mencionó ella sin dejar de observar al chico a los ojos sin quitar la mirada

Jin se fijó en el cabello de Ming, cada vez que lo veía, el tono rojizo le llamaba tanto la atención que era como si lo hipnotizara.