Organizaciones

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Está vez intenté una idea que quería hacer hace mucho, pero como no sabía que tal le iría o si tendría sentido la abandone ahora veamos que tal le va, solo digamos que me inspire en One piece otra vez...

Era de noche, estaba lloviendo y la visibilidad de una ciudad tan iluminada de Yokohama era técnicamente nula, más aún en el puerto abandonado dónde se encontraban, la verdad era impresionante ver a una persona ahí, o más bien dos.

La primera era un muchacho, tendría 25 años, su cabello blanco estaba empapado y se cubría el resto de su mismo usando una larga gabardina color café mientras sus ojos azules miraban a un punto en la oscuridad.

— La verdad no pensé que vendrías a mi invitación — hablo una voz desde la oscuridad, no se veía quien era, solo se oía la voz de una mujer además del ruido de sus tacones contra el suelo,— Nunca he dejado a nadie esperando cuando me solicita ayuda... Ni siquiera a ti — comento a lo que la mujer río,— Eres realmente divertido, no quiero tu ayuda como tal, más bien quería contarte algo — comento antes de encender un cigarro, solo en ese momento se pudo iluminar su cara, tenía 35 años, vestía por completo de negro, su cabello rojo como la sangre y ojos tan fríos como el metal mientras su cubría con una sombrilla,— Conocí una historia por el hombre que ahora se encarga de mi futuro; Era sobre la guerra, y sus crímenes, hasta mis acciones parecen las de una Santa al lado de las acciones del gobierno y aún así el moralista no para de decir que hacer— soltó el humo que tenía
— No deberías creer todo lo que dicen las personas que están a cargo de ti, la última casi te mata — dijo el muchacho a lo que ella sonrió,— Conozco el carácter de cada persona que está a mi cargo, se sobre los pecados de cada hombre que me ha dirigido, a diferencia de ti que le cree a cada idiota que se encuentra, dudo de todos y cuestionó todo — después de decir eso volvió a soltar humo,— Es una vida muy triste no creer en nadie, en no tener amigos, compañeros, alguien en quien creer — dijo a lo que ella sonrió,— Eres demasiado bueno para ti mismo — comento antes de acercarse a al muchacho,— Todo aquello que crees verdad está condenado a desmoronarse, cuida a quienes están contigo que pronto todo caerá — dijo a lo que el muchacho la miro extraño,— ¿Por qué lo dices? —.
— La desgracia tiene un olor particular y querido compañero tu apestas a ella — luego de decir esa frase se dió la vuelta para irse, el muchacho se quedó ahí, sin saber en qué pensar.

Existe una leyenda en Yokohama, cada organización dependiendo de que tanto amor o odio exista a su alrededor podrá tener vida, un espíritu, un ser humano que vive y coexiste con nuestro mundo apesar de no ser real como tal, es algo vivo, pero al mismo tiempo no lo es, imposible de entender o descifrar, solo se sabe que existe y camina como uno de nosotros... Quizá el alma de la organización es lo que hemos visto hoy, el alma de la mafia, una mujer vestida de negro y la agencia un muchacho de cabello blanco.

***

— ¡Mafia! — grito mientras la veía en el suelo, su largo cabello rojo se fundía con la sangre que salía de su cuerpo, también cubría los moretones, era imposible que pudiera mantenerse de pie, así que estaba en el suelo pero de alguna forma seguía igual de digna que antes, — ¿Así le hablas a una dama? Estos jóvenes no respetan a mujeres como yo... — susurro antes de toser sangre,— Lo lamento... Yo... — agencia buscaba las palancas correctas, no escucho a mafia, confío en el gobierno que lo dejo, en los perros y estos fueron su cazador, perdió a todos los aliados posibles y la única que se quedó fue la port-mafia, ahora estaba al borde de la muerte, las organizaciones son sus miembros y sus líderes, el perderlos significa daño, para mafia aquello no era un problema hasta perder 100 subordinados no significaría más que un corte en la mano, pero de esa forma solo significaba su final, su líder estaba muriendo al igual que sus miembros.

Esas ideas pasaban por su cabeza, antes de recibir una bofetada por mafia.
— ¡¿Quien demonios crees que soy?! — grito mientras que con la poca fuerza que tenía se levantó del suelo,— ¡Soy la port-mafia!, ¡La oscuridad de esta ciudad!, ¡La emperatriz de Yokohama! ¡Sobreviví a la guerra de este país!, ¡Una guerra interna!, ¡El incendio de esta ciudad! ¡Y el ataque de unos vampiros! ¡¿Crees que un mocoso más pequeño que tú que se hace llamar decadencia puede contra mi!? — grito con tal fuerza que por un momento olvidabas su estado,— ¡No necesito la compasión de un mocoso ! ¡Yo elegí esto por mi, por mi beneficio y por mi bien! — por un segundo la agencia le creyó, el también estaba herido, pero nada como ella, pero aún así esa mujer parecía un muro inamovible, era una ola enorme que devoraba todo, aquello no era nada para ella, es más se recuperaría más fuerte que antes,— Mafia... — fue todo lo que alcanzó a decir,— ¿Qué ya... te enamoraste de mí? No salgo con niños de kinder... — dijo aún con sangre la boca,— Tengo 25 años...— Respondió a lo que ella sonrió,— Para mi sigues siendo el niño tonto que me encontré en esos columpios — dijo con altanería antes de sentir un mareo y casi caer, agencia la detuvo,— Estos jóvenes lo único que desean es ponerte las manos encima... — se sentía tan casada, cada batalla la lastimo y ahora no sabía que pasaría con ella, por primera vez en mucho tiempo tuvo miedo, si la organización desaparece, aún cuando se vuelva a formar se creará una mafia diferente, un ser diferente, es decir ella moriría y aún así con eso en mente lo que mas temía era la seguridad de su ciudad, ese lugar era lo más cercano a una madre, una patria y un hogar que tendría algo como ella.

— Lo mejor es que duermas, cuando despiertes todo estará bien... Te lo prometo... — sugirió la agencia a lo que mafia sonrió,— Todos son iguales, ven a una dama en apuros y desean aprovecharse... Está bien dormiré, pero si me tocas un solo peso te dejare peor que cuando nos enfrentamos cuando Guild — después de ello cerró los ojos, agencia la acomodó para que ella pudiera dormir y le puso su saco encima,— No te atrevas a quejarte de que es ropa de segunda... — susurro antes de ver el cielo, aún cuando el mundo parecía caerse en pedazos, era un día tan hermoso.

Ya se que Guild tuvo la culpa de todo lo que pasó, pero me la imagino como Best shipper de todo lo que se mueva.

bungotober 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora