Cambio de género

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Me reí mucho al escribir este capítulo, escribir internaciones entre Fukuchi y Mori me hace reír.

Mori no podía creer o entender exactamente que estaba pasando, solo podía escuchar a sus subordinados decirle,— Respire, todo estará bien — las palabras de Kouyou carecían de sentido, más porque no le estaba gritando o diciéndole que era un tarado, en este momento actuaba con hasta compasión y empatía ante su situación, pero para Mori nada de eso era relevante, quería matar a alguien.

— ¿Cómo... Paso... Esto? — preguntó en un susurro, sabía exactamente lo que había pasado, como su estúpido, idiota e inútil escuadrón de asesinato de alguna forma logro hacer que lo convirtieran en una mujer; Trajeron al idiota que se suponía debían interrogar a su oficina, este no solo escapó, sino que uso su habilidad contra él... Bueno ahora era ella.

— Respire y cuente hasta 10 — pidió Tachihara, pero Mori lo miro molesto,— ¡¿No pueden hacer un maldito interrogatorio?! — grito con un tono femenino que para nada sonaba amenazante,— Somos asesinos, no interrogadores, ese es trabajo de Kouyou-san — se defendió Higuchi, recibiendo una mirada de odio por parte de Kouyou,— Aquí el problema es que es un blandenge incapaz de defenderse — respondió mientras Mori sentía que mataría a todas las personas que tenía enfrente,— Estoy así de cambiarlos por la agencia de detectives y medio sándwich, ¿Díganme una razón para no hacerlo? — preguntó sintiendo como la rabia subía por cada parte de su cuerpo,— Porque nos necesita para buscar al sujeto que le hizo esto y no querrá que la agencia lo vea así — respondió Hirotsu, eso fue suficiente para respirar con tranquilidad,— Busquen a ese imbécil, lo quiero vivo y me traiga de vuelta a la normalidad — ordenó a lo que todos asintieron,— Yo saldré de aquí e iré por ropa — dijo mientras se sujetaba el pantalón, no tenía nada que ponerse,— ¿Seguro que quiere salir así? — preguntó Kouyou,— Ustedes son los únicos que saben algo de esto, necesito pasar desapercibido, no quiero que toda la mafia me vea así — dijo mientras se iba pensando en como mataría a todos en ese lugar si se quedaba más tiempo.

***

La parte positiva fue que encontró ropa cómoda, un pantalón de vestir negro, una camisa blanca y un saco, también por algún motivo extraño compro tacones, en sus propias palabras eran demasiado lindos para ignorar la oportunidad de usarlo, y aún cuando era ropa cómoda, además que tenía un talento natural para los tacones, parecía ir bien, ahora ya no quería matar a sus subordinados... Iba a asesinar a cada adolescente de Yokohama qué creyó buena idea gritarle por las calles,— ¡Milf! — ni siquiera sabía que significaba eso, pero la cantidad de veces que los vio tocarse la entrepierna le dijo que no era ningún cumplido deseable.

— Este día es un asco — se quejo,— Tal vez si llamo a Elise-chan y la llevo de compras, esta sería la oportunidad perfecta para que no me miren como un depravado — esa idea sonaba bien, por desgracia eso lo delataría,— Si me miran así, Fukuzawa, alguien del gobierno o el ricachón de Fitzgerald, me muero — eso era el peor escenario posible, bueno ese fue uno de los peores que se le ocurrió, el que sucedió realmente fue mil veces peor.

— Doctor Mori, no sabía que tenía interés en el drag — reconoció esa voz burlona en todos los sitios del mundo,— Fukuchi... — gruño mientras veía al idiota héroe nacional, convivio con el durante su tiempo en el gobierno y lo odio más que a los enemigos, es más cuando se perdió la guerra lo único que pudo darle consuelo era que tal vez Fukuchi murió, pero por desgracia seguía vivo y ahora lo estaba molestando.

— ¿Que tanto sabe sobre el drag? Me sorprende que recuerde su propio nombre con la cantidad de alcohol que toma — respondió Mori,— Vamos  “doctora” no aguanta una broma — agrego el doctora como una forma de molestarlo,— Es sorprendente que pueda hablar sin arrastrar las palabras, ¿¡No me diga que sucedió el milagro de que este sobrio!? —.
— Ese comportamiento no es digno de una “dama” — en ese momento Fukuchi se acercó, desde el ejército lo hacía como una forma de mostrar lo pequeño que era Mori a su lado, el doctor por muy alto que fuera era un hombre delgado, a diferencia de Fukuchi que era un hombre que había entrenado toda la vida además ahora siendo mujer era aún más pequeño que antes.

“ Vi a Kouyou y a Elise-chan usar esto antes contra mi, creo que también lo haré ” pensó con una sonrisa malvada,— Señor basta, no voy a seguir soportando su acoso — lo dijo en un tono lo suficiente alto y preocupado que cualquiera pasando le creería,— ¿¡Qué!? —.
— No me importa que usted sea el héroe nacional Fukuchi Ochi, yo soy una dama y deseo que se me trate con respeto— si supiera su número de seguridad social lo hubiera gritado también, se encargaría de arruinar la reputación perfecta de Fukuchi,— ¡Eres un...! — enseguida lo tomo con fuerza del brazo, eso también hacían en el ejército con regularidad, en esa época terminaba en una pelea perdida para Mori, pero ahora solo daba más ventaja,— ¡Me lástima! — era la mentira más descarada del mundo y ahora mismo tenía a un grupo de personas juzgando todas las acciones de Fukuchi.

— ¿Enserio este es el héroe nacional? —.
— Mira que aprovecharse de una pobre mujer —.
— Así son todos, solo porque son famosos ya se creen con derechos —.
— Viejo pervertido —.
— Sabía que tenía cara de degenerado —.

Las calumnias eran demasiado para Fukuchi quién deseaba matar a Mori,— Me las vas a pagar — gruño Fukuchi en casi un susurro,— ¡¿Cómo que un callejón?! ¡Soy una mujer decente! ¡Y ya dejé de ofrecerme dinero, no iré por ninguna cantidad! — eso ya fue la gota que derramó el vaso para Fukuchi, hombre o mujer, mataría a Ogai Mori, ya luego se inventaría la historia de que era una espía o algo así, por desgracia antes de hacer eso alguien lo tiro al suelo logrando liberar a Mori de su agarré.

— ¡¿En qué estás pensando Ochi?! ¡¿Estás ebrio otra vez?! — esa voz fue de la peor y la mejor persona para estar ahí, era Fukuzawa Yukichi, quién creía que su amigo de toda la vida otra vez se puso ebrio, aunque normalmente se ponía a pelear con la pared, no creía que se pusiera a acosar mujeres,— ¡No lo entiendes! ¡Me provocó! — eso último sonó aún peor que antes,— ¡¿Qué rayos te pasa en la cabeza?! — grito Fukuzawa antes de revisar si la mujer seguía ahí, se disculparia con ella y haría a Ochi hacer lo mismo, pero cuando volteo ella no estaba, la verdad no la vio muy bien, escucho que estaban acosando a una mujer, fue a ver si podía ayudar a detener al sujeto, pero cuando vio que es Ochi actuó enseguida.

— De seguro se fue asustada y afligida por lo que le hiciste pasar, ¿Qué pensabas al hacerle esas propuestas? — pregunto a lo que Ochi aún en el suelo negó,— ¡Era el doctor del ejército Mori! — respondió esperando que su amigo entendiera cómo todo era una trampa, pero Fukuzawa lo miro aún más extraño,— ¿Te pusiste a acosar al jefe de la mafia? —.

Por otro lado Mori siguió recorriendo la ciudad un rato más.

bungotober 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora