mundo de fantasía

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Algún día les subiré la versión sin censura de esta historia, porque esto está bien censurado.

Akutagawa había vivido muchas cosas en su vida, todas diferentes a como otros las enfrentarían.
Su madre lo abandonó cuando era un niño, eso era entendible, era ciego, nadie podría con tal carga, así que aprendió a sobrevivir solo, era más que nada ladrón, tenía demasiado orgullo para mendigar usando su ceguera cómo excusa, esa le servia para hacer los robos más limpios, además que tendrían que acusarlo y bueno ¿Quién pensaría en un ciego ladrón?

Siempre se estaba moviendo, así que le era difícil relacionarse con las personas, no creía en nada, ni en nadie, es por eso que su relación con Atsushi era de cierta forma especial, tanto como lo fue su encuentro.

***

Cuando logro escapar de sus secuestradores, corrió, era una noche oscura, en un bosque tan denso que cualquier caería, Akutagawa pudo avanzar bastante antes de que su pie se atorara en una rama y cayó al suelo, estaba por levantarse cuando sintió el aliento de un animal cerca suyo, en ese momento no lo sabía, pero era un tigre blanco.

Podía sentir su calor, como lo olfateaba y aún cuando no sabía que era en ese momento, sabía que era enorme por sus ruidos, Akutagawa se quedó en silencio, pensó que tal vez lo ignoraría.

— ¡El tigre come hombres! — grito uno de los secuestradores de Akutagawa antes de sacar su arma y disparar.

Las balas no hicieron nada, el animal dio un brinco para caer sobre el tipo, Akutagawa escucho sus huesos romperse en el impacto, pero seguía vivo, eso era obvio al escucharlo gritar cuando el animal empezó a devorar.

Sus gritos fueron tantos que los demás secuestradores llegaron, su destino fue el mismo, en todo ese tiempo Akutagawa no se movió, cuando todo termino el animal se le acercó.

Su olor a sangre era tan penetrante que casi vomita con él.

— Ayuda... — susurró más para si mismo, nunca había pedido nada a nadie y ahora mismo tenía mucho miedo, el animal lo olfateo dos veces más, Akutagawa se desmayó, su cuerpo había decidido que no quería estar consiente si se lo comía.

***

Al despertar al día siguiente se dio cuenta que estaba uno vivo y dos en una cueva en un sitio alto, podía escuchar el viento en sus oídos aún estando dentro de la cueva.

— Hola... — llamo esperando una respuesta, sabía que había alguien más ahí, podía hacer tanto silencio como deseara, pero Akutagawa tenía un excelente oído,— Se que estás ahí, soy ciego, no idiota — soltó logrando que la persona se asustara ya que dio un brinco, después golpeó unas ollas y cayó al suelo.

— ¿Estás bien? — preguntó mientras se levantaba del piso, no le fue difícil moverse hasta donde estaba la persona, en el instante en que la toco entendió todo, su piel se sentía peluda, sintió garras en vez de uñas normales, además de que lo ayudo siendo que Akutagawa estaba en la profundidad de un bosque, junto a eso el actuar extraño de su anfitrión no dejaba a muchas posibilidades aún así no dijo nada y fingió cómo que jamás lo toco.

El nombre de esta persona era Nakajima Atsushi, dijo que se dedicaba a la escritura, en específico poemas, nunca dijo porque se alejo del mundo aunque la razón era más que obvia, se podía convenirte en tigre por las noches, comía personas era imposible de vivir en sociedad, así que en esas montañas se alejo del mundo, era gracioso que de no estar en la misma situación aún así huían del mundo, desesperados por algún sitio a dónde ir.

Fue hasta gracioso cuando Atsushi confesó su desgracia, ya que lo hizo mientras se besaba apasionadamente con Akutagawa, como si durante el beso Akutagawa no pudiera sentir todas estas características de Atsushi.

Ya luego de eso quedaba saber la razón por la que le pasó eso a Atsushi, el era una persona normal, hasta que un día se convirtió en un animal listo para comer a su propia especie.

— Escuche una historia, de un hombre se dice que con una hora de sangre puede lograrlo todo, escuché que convertía hombres en joyas — dijo Akutagawa un día mientras veía el atardecer con Atsushi, eran de los pocos momentos que les quedaban antes del cambio en dónde Akutagawa se debía esconder por si el tigre buscaba hacerle daño,— Si puede hacer, entonces tal vez pueda ayudarte, solo necesito algo de dinero — eso último lo susurro, amaba a Atsushi tal como era, pero sabía lo miserable que era su amado, no podía escribir como toda la vida soño o andar de la mano con Akutagawa por las calles, sería una felicidad poder llevarlo a conocer el mundo sin depender del robo, pero para lograr eso tendrían que robar.

— Podría ser un estafador, suena que lo que hace es magia y eso no es real — aseguro Atsushi a lo que Akutagawa termino por reír,— ¿El hombre que se vuelve tigre me va a decir que es posible y que no? — cuestión con diversión antes de recostar su cabeza en el hombro de su amado,— Haría lo que fuera para hacerte feliz, y si esto te da la oportunidad de serlo lo haré, dame un mes, reuniré lo necesario para ayudarte, volveré por la sangre y serás libre — dijo con mucha seguridad antes de apretar con fuerza la mano de Atsushi,— Haré esto aún cuando digas que no, pero ¿Me seguirás amando aún cuando ya puedas estar con las personas? He Sido un estorbo para todas las personas que he conocido, entendería que no puedas con ello... — en ese momento el silencio se hizo presente, por un momento el miedo atacó a Akutagawa, era obvio que no podría con todo lo que implicaba tener a una persona ciega en su vida, más considerando todas las opciones que tendría,— Perdón... No había pensado en la idea de dejarte ir un segundo o que yo te siguiera gustando cuando salieras de este bosque — dijo Atsushi logrando otra sonrisa por parte de Akutagawa, amaba la forma en como siempre lo hacía sonreír, antes no podía recordar que sonriera nunca, a la mañana siguiente se iría para buscar la forma de ayudar a Atsushi, y entonces irse juntos de ese bosque que aunque lo amaban el peligro estaba demasiado cerca.

Olvide o más bien no tuve tiempo para poder subir los capítulos del bungotober aún cuando ya los tenía listos, tener un trabajo hace todo más difícil.

bungotober 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora