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Mediados de Enero.

Sonic le dio tiempo y espacio al azabache.

Habían dormido juntos hace rato, sintió las lágrimas del erizo en su sudadera y lo dejo desahogarse.

El abuelo le había explicado lo que era la depresión y le dio varios ejemplos, según él, ambos lo sufrían y suponía que Maria estaría igual.

—Pero... No tengo tanto tiempo con ella como Shadow.—

—Ella te ama, sin importar el tiempo.—

Esas palabras le daban vuelta a su cabecita, tal vez eran ciertas, tal vez no, pero el amor eran cosas que seguía conociendo.

Escucharon el pequeño golpeteo de algo. Ambos se pusieron rígidos, esperando al pequeño integrante.

—Buenas noches, Shadow.— Saludo el abuelo cuando la cabecita veteada se asomo por la entrada a la cocina de forma tímida.

Sonic se asomo desde la mesa, viendo caminar al azabache con las manos juntas en su estómago.

Otra vez se está rascando...

El adulto ayudo a Shadow subir, una vez cercas de él, lo coloco a lado de Sonic y los rubi lo vieron nervioso por un momento.

—¿Quieres cenar?— Ánimo el canoso, recibiendo un asentimiento, el erizo no llevaba el anillo traductor—. ¿Algo en especial?— Ahora negó, el abuelo asintió, levantándose de la silla para empezar a preparar su cena.

—Shadow...— El azabache lo miro. Sonic intento ahogar un jadeo, se veía mal, tan triste y desganado y precia que su mirada no fue nada disimulada.

—No puedo dejarme vencer sólo porque Maria se fue temporalmente...—

Sonic dudo un momento, sintiendo que nuevamente no conocía a ese erizo, pero no le importo y extendió sus brazos. Shadow lo vio sorprendido por un momento, pero fue hasta los brazos melocoton y acepto el abrazo, acurrucandose en sus brazos y pecho.

Sintió como el ceruleo empezó a ronronear e intento acurrucarse más en él, de alguna manera lo reconfortaba, como cuando conoció a Maria y por curiosidad fue hasta ella, todas sus preocupaciones se esfumaron cuando lo tomo en brazos y le dio un abrazo con cierta dificultad.

El abuelo veía todo aquello desde el otro lado. Sabia que Sonic estaba aliviado de que Shadow apareciera por su propia cuenta y el sabia que necesitaban mucho cariño, uno que sólo ellos de podían dar.

Lo que estaba viendo era un claro ejemplo. Shadow respetaba de sobremanera su propio espacio personal y Maria no se salvaba de aquello, la chica nunca lo obligo a tener contacto físico, siempre preguntaba y ahora... Ahora Sonic había roto de alguna manera esa barrera, dormían juntos desde hace tiempo y ahora lo estaba reconfortado con un buen abrazo que tal vez Shadow no sabia que necesitaba.

Olió el café y como el sarten chisporroteaba y alejo sus pensamientos, necesitaba dejar esa mala costumbre.

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Ivo tomo a ambos erizos y se dirigió al cuarto de su hermana. Intento no estremecerse por el frio y la soledad, recordando cuando la chica había estado días internada en el hospital.

—Pueden seguir durmiendo aquí o con alguno de nosotros.— Ofreció dejándolos en la cama y buscando los artículos para baño de ambos.

Sonic vio hacia Shadow, este se estaba acurrucando en la colcha azul, parecía que el sueño lo estaba venciendo.

—¿Podrías traer nuestras mantas hasta acá?— El castaño lo vio un momento, intentando entender, pero asintió y se dirigió al baño de la misma habitación. Shadow había agitado sus orejitas al escucharlo.

Sonic agitó su colita, contento por eso. Regreso a Shadow, los rubí lo veían entrecerrados, sonrió tímido y se dirigió hasta él.

—Vamos, Shadow. Hay que tomar un baño.— El azabache soltó un pequeño quejido, no tenia ánimos—. Vamos~ Frotare tus púas.

La pequeña colita oscura se agitó un poco, eso le gustaba, sentir como el ceruleo masajeaba su cabecita. Sonic pudo ver eso y sonrió, tendiendo le su manita desnuda, fue aceptada después de unos segundos de haberse visto detenidamente.

—¿Listos?— Sonic asintió rápidamente, antes de que su compañero se rehusara a hacer algo.

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Frotaba delicadamente las oscuras púas. Se estaba descuidando, podía ver la falta de una que otra, frunció los labios.

Shadow no tenia la voluntad de cuidarse, sólo viviría para ver a María, pero eso no era bueno, si no se cuidaba... Agitó su cabeza, no iba a pensar en eso. Lo animaría, así tenga que cargar con el azabache.

—¿Cómo te sientes?— Miró de reojo, se asombro de ver la iniciativa de pasar el trapito por sus brazos, aunque lo hacía muy lento.

Shadow sólo respondió con un pequeño "Mhn", se sentía cansado y la energía revoloteando dentro suyo tampoco ayudaba, la sentía más inestable qué otros días. Tendría que hablar con los mayores...

—Shadow...— Vio como las orejas azabache se agitaron—. ¿Te gustaría que durmiera contigo?

El azabache detuvo sus movimientos y lo vio extrañado, desde hace meses que no dormían separados, ¿Porqué ahora?

—¿No quieres que estemos juntos?— El ceruleo noto cierto tono triste en el otro.

—No me refiero a eso.— Rápidamente respondio—. No quiero hostigarte, se que estas triste, pero no quiero que termines molesto conmigo.

Creyó escuchar una pequeña risita por parte del otro y luego sintió como se recostaba en su pecho, su colita se agitó y rápidamente lo abrazo, un pequeño ronroneo se empezó a escuchar.

—No quiero que te alejes.—

Sonic sintió como su rostro se calentaba y la emoción crecía dentro de él.

—¡Hey! Chicos, voy a pasar.—

Rapidamenre se alejaron con un enorme sonrojo.

Mi pequeño amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora