Capitulo 1: Encrucijada

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Ha pasado una semana desde la última vez que nos vimos, pero las palabras de Emma siguen resonando en mi mente una y otra vez.

"A mis ojos, la persona que tengo de frente es tan especial como cualquiera de los que estamos encerrados aquí".

Llevo conociendola ocho años. Yo tenía tan solo trece años cuando ella llegó a esta prisión de paredes blancas.

Una pequeña niña de 10 años que no recordaba ni su nombre.

Ahora mirenla, tan sabia como un adulto, a pesar de estar a mediados de su adolescencia.

Quiero creerle... En serio que si, pero las palabras del director siguen incrustadas en mi corazón, como una espina que se niega a salir de tu cuerpo, por más que la intentas sacar.

"Nunca lo olvides... A lado de ellos, tu no eres más que una simple mascota".

Hay días en las que realmente me siento así.
Cómo un animal... Una rata de laboratorio.

Suspirando, decido dejar atrás esos pensamientos para poner atención a las palabras del director.

- Una vez que robes su identidad y entres a la sala de seguridad, tienes que asegurarte de que el dispositivo este lo más oculto posible - Explica, manteniendo un brazo extendido hacia el monitor que está a su lado.

En el, se muestra un esquema del edificio al que debo infiltrarme, además de la ubicación exacta de la sala de seguridad.

- ¿Ya está listo el dispositivo súper mega ultra avanzado del que me hablabas? - pregunto de manera aburrida -. No parabas de presumirlo la semana pasada.

El sonríe.

A pesar de su rostro lleno de arrugas, la barba gris desaliñada que llega hasta sus hombros y su físico envejecido... Su sonrisa es tan jovial como la de un adolescente.

A simple vista, parece un anciano como el de las películas, donde los nietos se sientan a su alrededor para escuchar buenas historias.

Pero en realidad... Es un monstruo vestido de ser humano.

- Oh Henry, vas a quedar helado cuando veas la demostración.

El coloca su mano en un extraño auricular de su oreja derecha.
De pronto, un haz de luz escanea mi rostro, dejándome medianamente ciego.

Después de un par de segundos en los que mi vista se aclara, me quedo de piedra al ver cómo el rostro del director se ha vuelto exactamente como el mío.

- Cielos... - murmuro sin poder creerlo.

Me acerco cautelosamente, observando a detalle "mi rostro" perfectamente recreado en el suyo.

Es tan exacto que puedo hasta observar cada uno de mis lunares, incluso la pequeña cicatriz que tengo sobre el labio inferior.

Es como verme al espejo.

- Impresionante ¿Verdad? Este pequeño amiguito recrea el rostro de quién sea que haya escaneado mediante tecnología holográfica.

Es increíble, sin duda.
Pero ni loco dejaré que vea lo emocionado que estoy de usarlo.

- Supongo que está bien, Entonces ¿Que le pasará al tipo que debo personificar? - Pregunto, encogiendome de hombros.

Su sonrisa se borra y me regala una mirada fría y siniestra.

- Personalmente, preferiría que lo mataras... Pero se que ese no es tu estilo. Solo asegurate de que el hombre no vaya a darnos problemas en el futuro - ordena con una voz sin emociones.

Yo asiento y comienzo a caminar hacia la salida.

- Oye - me llama, deteniendo mi avance -. Porfin estoy usando el nombre que te dió Emma... ¿No vas a agradecerme?

Una risa sarcástica y cínica sale de mi boca involuntariamente.
Toda esta interacción me está dando demasiada gracia.

- Vamos anciano... Me siento asqueado cuando escuchó esas palabras de ti. Solo Emma y los demás pueden decir mi nombre.

El me regala una sonrisa ladeada, tan pretenciosa y llena de arrogancia.

- Muy bien, como quieras HP-01. Informa cuando hayas completado la misión.

Asiento una vez más, y salgo de la sala de conferencias listo para salir al mundo.

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