Mis ojos se llenan de lágrimas al presenciar las increíbles maravillas arquitectónicas de esta enorme ciudad.Siempre que salgo y observó el mundo exterior, no puedo evitar emocionarme.
Y esque... ¡¿Cómo no hacerlo?!
Miren esos enormes rascacielos con luces multicolores de neon.
Las multitudes de personas yendo y viviendo por la acera.
El incesante rugido de los autos recorriendo cada un de las calles.
Las aves y aviones surcando los cielos.Respiro profundamente, aspirando los fétidos y asquerosos olores urbanos.
Sin duda es un asco, pero me alegra poder respirar algo más que solo el ambiente esterilizado del laboratorio.Cielos... Creo que me emocioné demasiado.
— Oye muchacho... ¿Te encuentras bien? - Me pregunta un hombre uniformado.
Las luces de los establecimientos a nuestro alrededor, hacen brillar ligeramente su placa policial.
Es momento de comenzar el plan.
— Oh s-si señor, solo... Ah no es nada, disculpe.
Paso de largo y trato de cojear lo más convincente posible.
Rápidamente escucho pasos acercandose.— ¿Seguro? - vuelve a preguntar colocando su mano en mi hombro —. Te ves algo lastimado.
Volteo a verlo, dejando salir al fin las lágrimas que había retenido, gracias a las hermosas vistas que tuve hace unos segundos atrás.
— Esque... Tuve un pequeño accidente señor - hago un mohín, y dejo escapar una expresión de dolor.
— ¿Que paso? Cuéntame
Bajo la mirada "avergonzado" y me rasco nerviosamente la cabeza.
— Yo... ¡Por favor no se enoje! ¡Fue culpa de mi amigo! ¡El me obligó a andar en patineta sobre una zona pública!
Sollozo con fuerza, atrayendo la mirada de algunas personas a nuestro alrededor.
El oficial se ve algo molesto, pero rápidamente cambia su expresión por una sonrisa ladeada.
— Hijo, sabes que está prohibido hacer skateboarding por estos lugares. Dejaré pasarlo por esta ocasión solo porque estás lastimado ¿De acuerdo? Pero necesito que no se vuelva a repetir.
A sus órdenes... Oficial.
Rápidamente lo abrazo, tratando de "controlar" mi nerviosismo.
— Por favor señor, tiene que ayudarme. Mi amigo se lastimo peor que yo y está tumbado en un callejón no muy lejos de aquí - Comienzo a parlotear, con la cara enterrada en el pecho del oficial -. No quiero que le pase nada ¡Por favor!
Volteo a verlo, solo para notar qué me regresa una mirada comprensiva.
Je... Soy un prodigio de la actuación.
— Muy bien hijo, vamos.
Comienzo a cojear en dirección hacia un callejón no muy lejos de nuestra posición.
El me sigue sin sospechar nada aún.
Después de caminar por dos cuadras, llegamos a la oscura zona rodada de paredes y contenedores de basura.
No hay ni un alma a la vista.
— ¿Dónde está tu amigo?
— Lo dejé en esa dirección, detrás de aquel hidrante... Pero ya no lo veo ¿Podría alumbrar el lugar con su linterna?
La luz de la luna no abastece completamente este callejón, por lo que la oscuridad es increíble.
El policía hace caso, y tras sacar su linterna, comienza a iluminar varias zonas.
Esta es mi oportunidad.
Rápidamente, golpeó con fuerza una zona trasera de su cuello, logrando que el hombre caiga al suelo paralizado.
Utilizo el auricular que me dió el director para escanear el rostro del policía, y luego lo coloco en mi oído.
Una sensación de cosquilleo inunda mi cara, y tras observarme en un espejo que llevé, me doy cuenta que mi cara se ha vuelto exactamente como la de el.
— Increíble - Murmuro sacando una ropa idéntica a la del policía.
Obviamente el director sabía que el objetivo sería más alto que yo, por lo que mandó a hacer un traje de mi talla.
— ¿Que carajos? - Exclamó una voz debil a mis espaldas.
El policía se ha recuperado de mi golpe y aunque aún se ve mareado, está lo suficientemente cuerdo para observar con asombro "su rostro".
— ¿Verdad? ¡Yo también dije lo mismo!
Y así sin más, saqué una pistola de dardos de mi chaqueta, y le dispare exactamente en el cuello.
El hombre no tardó en perder el conocimiento.El contenido de ese dardo lo dejará durmiendo por un día entero.
En realidad pude haber hecho esto desde el principio, pero quería saber si mis golpes serían lo suficientemente eficientes como para dejar a un hombre adulto inconsciente.
Conclusión: No lo son.
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Un Mundo Sin Sentido
AdventureHenry es un joven que ha vivido toda su vida en un laboratorio, sirviendo como un simple conejillo de indias. Durante años, soportó horrores y maltratos por el "bien de la humanidad" Su único consuelo son cuatro jóvenes que viven en el mismo laborat...