Capitulo 11: Nuevo Mundo

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Un vacío infinito de oscuridad es lo único que alcanzan a ver mis ojos, extendiéndose a lo largo y ancho sin saber exactamente dónde empieza y dónde termina.
Mis ojos buscan desesperadamente alguna señal que me diga dónde estoy o que hago aquí.

¿Realmente estoy despierto? Si, definitivamente siento mis párpados abiertos, y sin embargo, a pesar de lo extraña que es esta situación, hay algo que me preocupa aún más.

¿Porque soy capaz de pensar en primer lugar?

¿Acaso no estoy muerto? Aunque tampoco me siento vivo del todo.
No puedo mover mis piernas ni mis brazos, mucho menos girar la cabeza para ver el estado de mi cuerpo.
Es como estar en un sueño dónde eres conciente de la situación, pero tienes cero control sobre ella.

¿Es esto alguna especie de limbo o "más allá"?

He leído diferentes versiones de la biblia, y mientras que algunas aseguran la posibilidad de la vida después de la muerte, otras rechazan  totalmente esa idea, Entonces ¿A cual debo creer?
Intento moverme pero es inútil, mi cuerpo se siente entumecido, o en realidad, es más exacto decir que no lo siento para nada.

Quizá esto solo es mi mente terminando de apagarse por completo, dándome un pequeño momento de paz antes de desaparecer por completo.
¿Acaso estoy siento impaciente? Incluso en el borde de la muerte sigo sin tener control sobre mis emociones.

Que patético soy.
Quizá debería...

Te extraño tanto. Daría lo que fuera por volver a verte solo cinco minutos.

Esa voz... ¿Emma?
Las palabras se repiten una y otra vez y las escucho en todas direcciones, como si fueran alguna especie de ecos y susurros, llamándome y obligandome a seguir despierto.

Intento gritar pero es imposible.
Mi garganta no emite sonido alguno y mi boca se niega a obedecerme.
Aún así, me niego a rendirme y comienzo a tratar de moverme con todas mis fuerzas.

Poco a poco, diferentes sensaciones inundan por completo mi cuerpo.
Comienzo a sentir el correr de la sangre por mis venas, el palpitar de mi corazón en mi pecho, y la respiración profunda y constante de mi nariz.
Los ecos de su voz siguen latentes en el entorno, obligandome a forzar mi cuerpo para avanzar hacia la dirección de dónde provienen.
Sigo sin ver nada pero puedo sentir claramente el movimiento de mis pies y brazos, así que intento correr, nadar, flotar o lo que sea que esté haciendo mi cuerpo en este lugar.

Todo con tal de seguir avanzando hacia su voz.
Poco a poco, la oscuridad se va deteriorando, dejando pasar pequeños y resplandecientes rayos de luz, que se van moviendo y juntando hasta crear un enorme agujero de un color cobrizo en la lejanía.
La luz es tan intensa que me veo obligado a entrecerrar los ojos, aunque solo lo suficiente para seguir viendo hacia donde dirigirme.

Con el pasar de los minutos, me acerco cada ves más y más hacia ese extraño círculo.
Mis oídos comienzan a escuchar el canto melodioso de un hombre, el grito de guerra de una mujer, y los susurros maliciosos de otro hombre.

Pero por encima de todas esas voces, sobresalta la de Emma con las mismas palabras que dijo hace poco.
Sin pensarlo más, intento nadar con más velocidad a pesar de que la luz comienza a dañar mis ojos, incluso aunque los tengo casi totalmente cerrados.

Finalmente llego hacia mi destino, y traspaso el cegador portal ignorando el doloroso ardor que estoy sintiendo en la piel.
El aire en mis pulmones se hace escaso y me veo obligado a abrir la boca para inhalar todo el aire que pueda.
Mis músculos se sienten increíblemente tensos, y tengo que masajear cada parte de mí para aliviar el malestar.

Fueron exactamente dos agonizantes minutos en las que tuve que recordar cómo volver a respirar, hablar, parpadear y moverme.
Me sentí como un recién nacido redescubriendo las cosas más básicas sobre mi cuerpo.
De uno momento a otro, la intensa luz desaparece, y mi vista se va esclareciendo poco a poco hasta que finalmente puedo ver mi entorno.

Mis ojos se abren de la sorpresa al verme en medio de un bosque... Con hojas de un color rojizo tan intenso como si fueran pétalos hechos de fuego.

No... Espera... ¡¿Es fuego de verdad?!
Esto no es posible.

— Que caraj... — Intento hablar pero el picor en mi garganta me hace tener un repentino un ataque de tos.

Maldita sea... Tengo demasiada sed.

Volteo hacia todas direcciones con desesperación, creyendo que tal vez el bosque entero se está incendiando, pero no es así. Las hojas arden intensamente pero no están consumiendo para nada la madera de los troncos.
Lo más extraño es que no siendo nada de calor... En realidad el clima está bastante agradable.
¿Cómo es esto posible?

Bajo mis pies, el suelo se encuentra totalmente quemado, formando un pequeño círculo de no más de dos metros de distancia.
Después de eso, solo es tierra normal.
Lo curioso es que me encuentro en medio de ese círculo.

¿Acaso yo fui el responsable?

Suspirando y sintiendo la ansiedad invadiendo mi cuerpo, comienzo a caminar hacia lo creo que es el norte.
Los árboles se ven fascinantes y a la vez aterradores.
¡Y esque míralos! Esto es científicamente imposible y aún así está sucediendo frente a mis ojos.

Vegetación envuelta en llamas pero sin verse afectadas por el fuego.
¿Me habré vuelto loco?
¿Este es otro extraño sueño?

De algo si estoy seguro.
Aunque tengo curiosidad, no seré tan estúpido como para tocar esas cosas.

***

¡Una maldita hora! Eso fue lo que me tomo salir de ese condenado bosque en llamas
Finalmente soy capaz de ver el glorioso cielo azulado, las hermosas nubes blancas, las increíbles montañas flotantes y los... ¡¿Que?!

Oh no... no... no...
A lo lejos, enormes estructuras de rocas color verdoso flotan libremente por el cielo como si fueran simples globos.
Bajan lentamente hasta casi tocar el suelo y luego vuelven a subir tan alto que traspasan las nubes, repitiendo el mismo proceso una y otra vez.

Lo más increíble es que esas cosas son tan altas como un edificio de cincuenta pisos.

— ¡Maldita sea! ¡¿QUE CARAJOS ESTA  PASANDO?! — grito en un intento de sacar toda la ansiedad y estrés que estoy sintiendo en este momento.

Sintiéndome mareado y totalmente confundido, inhalo y exhaló como un desquiciado, tratando de poner un orden a todos lo que mis ojos ven pero se niegan a creer.
Me sobresalto cuándo grandes corrientes de aire levantan una gran cantidad de polvo, además de que me mueven ligeramente de mi posición actual.
De pronto, chillidos aterradores casi ensordecedores se escuchan en los cielos, obligandome a ver el origen.
Abro la boca sorprendido cuando grandes bestias haladas tan grandes como un perro sobrevuelan sobre mi cabeza, pasando a gran velocidad rumbo a las montañas flotantes.

Me es imposible verlas bien, pero su contextura me recuerda mucho a la de un murciélago.
¿Pero así de grandes? Nada de esto tiene ni un maldito sentido.

Parece que el estrés en mi cerebro excedió lo permitido, porque mi cuerpo cae al suelo totalmente exhausto y no tardó en perder nuevamente el conocimiento.

Parece que el estrés en mi cerebro excedió lo permitido, porque mi cuerpo cae al suelo totalmente exhausto y no tardó en perder nuevamente el conocimiento

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