Un Mundo Sin Sentido

Capitulo 7: Malentendidos

Abro lentamente los ojos, y lo primero que observo es un pequeño ventilador de techo girando lentamente.
El agradable y refrescante aire que sobrevuela por la habitación, combinado con la suavidad de la cama, me hace querer dormir un poco más.

Espera un momento...

Si no mal recuerdo, mi cuarto no tiene ventilador, y mi cama es tan dura como una piedra...
Presa del pánico, salto de la cama y comienzo a girar hacia todas direcciones, observando a detalle todo mi entorno.

Pinturas de girasoles por las paredes...

Prendas femeninas esparcidas por el suelo...

Maquillaje y otros artículos de belleza sobre un mueble...

Dios mío... ¡Estoy en el cuarto de Emma!

Pongo todo mi esfuerzo en recordar todo lo que pasó el día de ayer, pero mi mente se niega a darme una pista.

"¿Eres un ángel?"

Esas palabras revolotean en mi mente, al mismo tiempo en que veo el rostro enrojecido de Emma entre mis recuerdos..

Oh no... Yo... ¡¿Yo le dije eso?!

Ah... ¿Ahora como voy a mirarla a la cara? Que vergüenza...
Quizá debería salir de su cuarto he irme al mío.
No sé que tan tarde será, pero ella no está aquí.

Ruego que no haya tenido que dormir en un lugar incómodo por mi culpa.

Camino lentamente por la habitación, tratando no pisar ninguna de las prendas que hay en el suelo.

Supongo que Emma puede llegar a ser un poco desordenada.

Cuando abro la puerta y salgo de su habitación, llegan a mis oídos voces provenientes de la sala.

— ¡Lo de ayer fue muy divertido!

Esa voz chillona... Tiene que ser Sofía.

— ¡Baja la voz! Vas a desper... Digo, me duele un poco la cabeza — Se queja, quien supongo, es Emma.

Maldita sea... Seguramente no descansó anoche por mi culpa.

— Emma... A nosotros no puede dolernos la cabeza — refutó Sofía con un dato que desconocía totalmente.

¿De verdad ellos no sufren dolor de cabeza?
Wow... Que envidia tengo en este momento.

— ¿Oh? ¿E-En serio? Lo había olvidado por completo. Quizá sea un...

Emma se queda petrificada en el momento en que me ve entrar a la sala, y cuando Sofía sigue su mirada, casi grita del susto cuando me ve parado en el umbral.

Sus ojos Avellanados se abren por completo de la sorpresa.

Primero me mira como si fuera alguna especie de fantasma, pero después de unos segundos, cae en cuenta de que realmente estoy aquí presente.

Primero estudia mi desaliñada apariencia, viéndome de pies a cabeza... Para después girar hacia Emma con una expresión de horror.

— ¡Oh Dios mío! ¡Ustedes dos lo hicieron! — Grita horrorizada y fascinada a la vez.

Su brillante expresión me parece de lo más extraña.

— ¡No! ¡Te equivocas! No hicimos nada de lo que estás pensando — aclara Emma moviendo los brazos con pánico.

— ¿Hacer qué exactamente? — pregunto frotándome el ojo izquierdo y sentandome a lado de Emma.

Intento peinar mi cabello con las manos, pero está demasiado rebelde está mañana.
También masajeo mis hombros y mi cuello ya que tengo un dolor persisten en ellos.

Supongo que dormí mal, demasiado mal.

— ¡Emma! ¡Mira como dejaste a Henry! Recuerda que su cuerpo es tan frágil como el de cualquier humano normal — Comenta Sofía preocupada.

No entiendo para nada esta conversación.
Volteo hacia emma y ella se está cubriendo el rostro, completamente avergonzada.

Estoy por preguntar una vez más cuando mi cerebro hace dos más dos.
Mis ojos se abren completamente, presas del pánico.

¿Acaso Sofía cree que...? Oh no...

— ¡NO! ¡No es lo que crees! — grito, moviendo los brazos con desesperacion —. Yo solo tenía una herida en el cuello y Emma me curó con una pomada.

No puedo estar más avergonzado en este momento.

Mi rostro está ardiendo.

— La pomada fue algo fuerte para su cuerpo, y terminó desmayado — Explica Emma más calmada, aunque con el rostro ligeramente enrojecido como el mío.

— Entonces ¿No hicieron nada? ¿Solo durmieron? — Pregunta Sofía mirándonos con decepción —. Que aburridos son.

— ¿Que esperabas? El se quedó dormido con la pomada. No podríamos haber hecho nada — Volteo hacia Emma, sorprendido tras su comentario tan sugestivo, y ella parece darse cuenta al instante de su terrible error —. ¡Tampoco habríamos hecho nada si estuviera despierto! ¡No pienses mal!

Ah... Que terrible mal entendido.

***

Llego a mi cuarto, mentalmente exhausto tras lo ocurrido.

De todos nosotros, Sofía es la que más imaginación tiene... Aunque siendo sinceros, todo apuntaba a que Emma y yo habiamos hecho algo más que solo dormir.

Es decir ¿Que pensarías si un hombre se aparece adormilado y con una apariencia desarreglada en la casa de tu amiga? Cualquiera habría pensado igual que ella.

En fin... Emma se disculpó mil veces por todo lo ocurrido, pero le dije que no debía preocuparse por eso.
A fin de cuentas, mis hematomas desaparecieron por completo gracias a ella.

¿Quizá debería hacer algo como agradecimiento? No lo se, podría ser buena idea llevarle...

Espera ¿Que es eso?

Sobre mi cama, hay una pequeña hoja de papel extendida.

En ella, se encuentran impresas las palabras "ven a mi oficina a primera hora de la mañana"

Se repiten una y otra vez por toda la hoja, como si fuera alguna especie de mantra.

Tengo que admitir que esto es escalofriante... Aunque está bastante claro de quién es la letra.

— Nos vemos mañana... Director.