Un Mundo Sin Sentido

Capitulo 15: Reencuentro

— ¡Esto es increíble! — Grito a todo pulmón sintiendo las fuertes ráfagas de viento sobre mi rostro.

La enorme ave sobre la que estoy montado extiende sus alas y las mueve de manera armoniosa, creando un sonido de aleteo algo satisfactorio para mis oídos.
Nos encontramos a unos aproximados veinte metros de altura sobre el suelo, y puedo ver prácticamente todo a mi alrededor. Desde el bosque de fuego, hasta ríos lejanos y las montañas flotantes.

La enorme ave grazna algo molesta, probablemente preguntándome hacia que dirección partir.

— ¡Lo siento! Esque estoy algo emocionado. Cuando estaba en mi otro mundo siempre quise subirme a un avión... Claro que ahora ya no creo que existan, pero esto se le parece bastante ¿No lo crees?

La Falke me me mira de reojo con algo de molestia, así que levanto mis manos en señal de rendición, pero rápidamente vuelvo a aferrarme a sus plumas cuando al viento casi me empuja hacia atrás a una muerte segura.

La bestia al darse cuenta de esto, comienza a hacer sonidos bastante burlones.

Obviamente se está riendo de mi.

— ¡Vuela hacia allá! — le indico con mi dedo hacia el norte.

Aunque estamos bastante alejados del suelo, puedo ver muy bien las marcas que dejaron esos autos cuando partieron de la granja.
Dudo que muchos vehículos pasen por esta zona así que estoy bastante seguro que son ellos.

***

Tras unos treinta minutos volando sin parar, finalmente diviso a lo lejos un gran almacén con docenas de autos estacionados en la parte exterior.

¡Los encontré bastardos!

— ¡Oye! ¿Podrías dejarme encima de ese lugar? Después puedes regresar a la granja y esperarme ahí. Prometo que regresaré para cumplir con mi promesa.

El ave asiente y lentamente desciende hasta posarse sigilosamente sobre el techo.
Yo me bajo tratando de hacer el menor ruido posible y coloco mi arma sobre mi pecho.

— Por cierto, creo que debería ponerte un nombre ¿No lo crees? Se siente algo extraño hablar con un animal... pero si vamos a seguir teniendo una relación de beneficio mutuo, sería bueno entablar un poco más de confianza.

El ave me mira con curiosidad, así que supongo que no está en contra de la idea.
Al ser una hembra bastante malhumorada y con algo de terquedad... No se me ocurre otro nombre que el de Emma.

¿Sería malo llamar a un pájaro con el nombre de una de las personas más importantes para mi?
Bueno... Supongo que no tiene nada de malo ya que ella jamás va a enterarse ¿Cierto?

— Que tal... ¿Emma?

La Falke me mira durante varios segundos incómodos, haciéndome creer que tal vez no le gustó el nombre que le di, hasta que finalmente extiende sus alas y aletea rápidamente.

¿Acaso está feliz?

— Muy bien, Emma será entonces. Yo me llamo Henry por cierto.

Extiendo mi mado a modo de saludo, pero la Emma emplumada solo la picotea suavemente.
Supongo que esa es su forma de saludar.

— Esperame en la granja. Si todo sale bien, probablemente regrese para el amanecer... Si no lo hago, es porque seguramente me asesinaron.

Emma asiente y vuela rápidamente lejos de este almacén.
Yo por otro lado comienzo a inspeccionar a mi alrededor buscando una forma de entrar.
No tardo en encontrar por lo menos tres agujeros lo suficientemente grandes para mí cuerpo.