T/N Black

Cap. 15

Dorotea: ¿Qué tal Nueva York? —dijo mientras ponía el canasto de frutas en medio del comedor.

Anoche acabábamos de llegar de nuestro largo viaje. Nos aprovechamos un poco y duramos más de lo que debíamos, pero no nos perdimos de nada importante en Londres.

t/n: Excelente Dorotea, es una fantástica ciudad para vivir —mire de reojo a Mattheo con travesía, él lo notó, solo sonríe y decide ignorarme.

Mattheo: Mi familia está encantada con t/n —dice tomando mi mano sobre la mesa y dándole un leve apretón.

Dorotea: Era de esperarse —yo sonreí con amplitud.

t/n: ¿Cómo estuvieron las cosas durante nuestra ausencia? —dije para luego tomar mi taza con té de hierbas.

Dorote: Muy bien, si preguntan por el señor Azael, no vino a molestar en ningún momento.

Mattheo: Gracias a Merlin —exclamó mientras se servía ensalada.

t/n: ¿Qué hay de postre? —Dorotea alza la ceja.

Dorotea: ¿Ya quiere el postre? —pregunta con extrañeza—, siempre espera a reposar la comida.

t/n: Simplemente tengo hambre —sonreí.

[•••]

Estaba en mi habitación arreglándome para visitar a Sirius y a Remus en la casa Black, Dorotea me estaba ayudando y entró al baño para buscar algunas cosas para el cabello.

Mientras me colocaba mis pendientes escucho un grito ahogado, se me hizo extraño y me adentre rápido al baño.

Oh Merlin...

Dorotea: ¿Qué es esto? —me enseña la caja en sus manos muy sorprendida.

Yo suelto una risa nerviosa mientras mi corazón late por mil.

Dorotea: ¡Esta embarazada! —exclama fuertemente.

t/n: ¡Shh! —también exclamó con alteración quitándole la caja de la prueba de embarazo y volviéndola a tirar a la basura—, ¡Dorotea!

Dorote: Está embarazada —vuelve a repetir con los ojos abiertos como platos.

t/n: ¡No! —los abre más—, bueno, digo, si...

Dorotea: ¡Ahh! —grita un poco—, ¡Está embarazada! ¡Por eso trae más apetito!

Se acerca emocionadamente para abrazarme con fuerza. Eso sí me impresionó pero sonreí ya más relajada.

Dorote: Es maravilloso, señorita t/n —dice aún abrazándome—, pero pienso que debieron cuidarse usted y el joven Mattheo, aún son muy jóvenes para ser padres, pero es Maravilloso, ¡Es maravilloso!, ¿Cómo está el joven Mattheo por la noticia?

Me miró e hizo que volviera a caer en la preocupante realidad. Claramente ella pudo notarlo en mi cara.

Dorotea: ¿Qué pasa? —mis labios comenzaron a temblar sin dejarme hablar—. ¿Aún no le dice? —yo negué con la cabeza dándole razón—, ¿Y qué espera?, no creo que le vaya a molestar...

t/n: Es... complicado...

Dorotea: ¿Pero, por qué sería complicado? —se cruza de brazos—, ¿Cree que se moleste?, ¿O le quiere decir de una manera especial?

t/n: No, es que... —seguía cruzada de brazos esperando mi respuesta—, no sé si él... si él sea...

Dorotea: ¡Oh! —exclama antes de que termine de formular la oración—, ¿No sabe si él es el padre? —preguntó impactada bajando la voz, yo negué—, ¡Me está diciendo que tuvo sexo con dos chicos en la misma semana!