Mi pequeño amor.

2

Maria tenia razón.

Al principio creyó que sólo estaba exagerando, pero viendo ahora la situación y la vez que Shadow había enfermado, tenia razón.

Shadow sufría de terror nocturno.

Y... Aunque la chica la había explicado maso o menos como se daba, era muy leve a como creía.

El azabache se agitaba, como si hubiera corrido un maraton y era curioso, porque se supone que estaban diseñados (ellos en particular) para correr grandes distancias sin cansarse, pero supuso que era algo muy distinto.

Aunque no sabia realmente que hacer...

Sabía que no tenia que despertarlo, pero si calmarlo. Mordió su labio, intentando pensar en una solución sin molestar de una u otra manera.

—Sólo espero que no seas tan sensible...— Susurro moviendose de a poco, aunque no sabia ni siquiera lo que intentaba...

Termino sentándose junto a su cabeza y de forma lenta comenzó a acariciar desde la coronilla. Creyo haber escuchado un suspiró, pero no sabia la razón correcta, estaban pasando muchas cosas al mismo tiempo.

Duró un buen rato acariciando suavemente al azabache, tiempo en el que no parecía calmarse por completo y justo cuando creía que sería bueno despertarlo... Shadow musito un quejido, uno pequeño, de esos que haces cuando intentas despertar de un sueño profundo.

Su colita cerulea rápidamente se agitó, contenta al ver los rubí del bicolor verlo con confusión. Shadow parpadeo un par de veces más y luego vio a su alrededor.

—¿Qué haces ahí?— Su voz era ronca y pareció notarlo porque carraspeo un poco y llevo una de sus manos hasta su garganta.

Y dudo, dudo en decirle que había tenido terror nocturno, estaba deprimido, tal vez se sentiría peor porque otra vez lo estaba cuidando...

A falta de respuesta, Shadow intento levantarse y Sonic rápidamente lo volvió a recostar.

—Deberíamos dormir, sigue oscuro.—