Capítulo 6.

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Harry avanzó hacia la floristería a pasos lentos, mientras observaba el suelo, cuidando sus pasos de no caer, no podía dejar de pensar en lo que había hablado con Louis, el ojiazul en serio estaba dispuesto a aguantar su indiferencia, Harry le dijo que dejaría de ser grosero, pero era algo casi imposible de hacer, de alguna manera, ese era su método de defensa contra lo que Louis le hizo.

Todas esas lágrimas, ese sufrimiento no quedaba en el olvido, Harry pasó años perturbandose con la idea de Louis mintiendole y engañandolo, era decepcionante saber que aquel hombre que te juro siempre hacerte feliz y cuidarte, pronto se volvería en la principal razón de tu llanto, porque ingenuamente Harry depositó toda su confianza en el ojiazul y cuando se percató de que a Louis no le importaba eso, se sintió traicionado.

No sabía si intentar darle una oportunidad nueva a Louis era lo correcto, pero nada perdía intentándolo, ¿verdad?

Llegó a la floristería y entró encontrándose con Niall bastante aburrido al no recibir ningún cliente, cuando se dió cuenta de la presencia del rizado se acercó apresuradamente y curioso.

-¿Cómo te fue?

-Sinceramente, no lo sé -Dijo Harry dando un suave suspiro mientras se sentaba en una de las sillas cercanas.

-Bien, cambiaré la pregunta, ¿qué pasó? -Cuestionó Niall mientras imitaba la acción de Harry.

Harry empezó a contarle detalladamente la conversación que había tenido con Louis, sin omitir ninguna parte, su rubio amigo lo escuchaba atentamente dando cortos comentarios a medida que Harry le seguía contando.

-¿Te imaginas que Louis logré conquistarte? -Bromeó Niall mientras reía, sin embargo, su risa se desvaneció al percatarse de la reacción de Harry, que lo miraba serio y sin gracia.

-No digas tonterías, Niall, ya tengo a Evan y lo quiero mucho.

-Lo siento, era solo un chiste -Comentó Niall encogiéndose en sí mismo-. Además, Louis es un hombre persistente, lo sabes muy bien.

-Si, lo sé, pero no importa cuánto lo intente, no me va a lograr enamorar, no otra vez.

En otras palabras, eso era lo que Harry quería creer e incluso se intentaba convencer a sí mismo de eso, porque sabía que si se enamoraba una vez más de Louis probablemente sufriría igual que el pasado, o incluso más.

-En el tiempo que estuviste con Louis decidí que no venderé la floristería -Confesó de repente Niall-. Este lugar significa mucho para mí, no puedo dejarlo ir por unos billetes.

-Probablemente es la mejor decisión que pudiste hacer, Ni -Harry le sonrió a su amigo en forma de apoyo, sabía que al rubio le interesaba el dinero, pero sentía más aprecio por la floristería-. Oye, Ni, ¿tienes la última caja que me llegó?

-¿La de las cartas? Por supuesto, incluso me tomé el atrevimiento de leer algunas, ese admirador tuyo es todo un romántico.

-Bien, ¿puedes traerla, por favor?

Niall asintió y rápidamente fue a buscar la caja, en unos pocos minutos volvió con ella, ubicándola encima de la mesa donde estaban conversando.

Harry la abrió y sacó una carta al azar, inspeccionando su exterior y reconociendo el dibujo que tenía casi inmediatamente, al darse cuenta de que aquel dibujo era conocido sus ojos se abrieron como platos.

-¿Qué pasa? -Preguntó Niall al darse cuenta de la reacción del rizado.

-Este dibujo -Harry se lo mostró al rubio el cual seguía sin entender-. Es uno de los tatuajes de Louis, pero no cualquiera, es uno de los tantos que compartimos, la brújula.

Always You | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora