Capítulo 13.

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El par de chicos iniciaron su camino hacia la casa de Harry acompañados del adorable cachorro que olfateaba los alrededores con curiosidad sin dejar de mover su colita. El rizado se sentía plenamente cálido con la chaqueta de Louis, agradecía mucho el gesto del ojiazul porque si no le hubiera brindado aquella prenda probablemente estaría congelándose debido al frío.

–Lou, ¿No tienes frío? –Cuestionó Harry preocupado por el bienestar del ojiazul, temía que por su culpa tuviera frío, a pesar de que llevaba un hoodie.

–No, estoy bien, bebé, sé que te importó mucho pero no tengo frío –Bromeo Louis y Harry en serio considero la loca idea de que el ojiazul estaba leyendo su mente.

–¿Estás completamente seguro? Puedo devolverte la chaqueta –Harry intentó quitarse la chaqueta pero Louis fue más rápido al tomar su mano y unirlas para detenerlo–. Mierda, tus manos están congeladas.

–Si, tal vez podrías darles un poco de calor, ¿Por favor? –Los labios de Louis se mostraron en un tierno puchero que Harry extrañaba ver, no cualquiera podía ver al serio Louis Tomlinson hacer un puchero, el rizado tenía la suerte de poder evidenciar eso repetidas veces, amaba aquel ademán.

–Bien, pero no te acostumbres a esto –Aceptó Harry.

Sus manos se entrelazaron perfectamente, encajaban tan bien que parecía que habían sido creadas para mantenerse unidas. Era un delicado y precioso contraste debido a los tatuajes en la mano de Louis y la manos de Harry adornada con múltiples anillos, los cuales el rizado siempre usaba y por supuesto, sus uñas pintadas en un azul y rosado pastel.

–Rosado y azul pastel, siempre fue mi combinación favorita en colores para tus lindas uñas.

–Si, lo recuerdo, siempre insistias en que me hiciera este diseño –Harry sonrió nostálgico cuando mínimos recuerdos de ellos juntos llegaron a su mente.

–Es que gracias a ese color tan precioso pude hablarte por primera vez.

–¿Qué? ¿En serio? –Una suave risa salió de los labios de Harry, haciendo que el pecho de Louis se contrajera en una conocida calidez.

–¡Si! ¡En serio! En preparatoria siempre me gustaste, recuerdo pedirle consejos a Zayn para poder acercarme a ti y decirte un simple hola sin morir de nervios en el intento.

–No puedo creerlo –El ojiverde reía animadamente al imaginar aquellas escenas–. Es chistoso porque tú también me gustabas.

–¿Qué? No es cierto –Dijo Louis incrédulo, en su memoria aún albergaba el recuerdo de su inmenso crush con el rizado desde que tenía diecisiete años, aunque finalmente logró tener una relación con el chico cuando sus veinte llegaron, fue bastante tiempo enamorado en secreto.

–¡Claro que es cierto! Era imposible no sentirme atraído por el popular futbolista de la preparatoria, Louis Tomlinson, el chico por el cual todas las chicas suspiraban y claro, algunos chicos, cómo yo.

–¿Por qué nunca te acercaste a mi?

–¡Me daba pena! Tu eras tan popular y aunque yo también era conocido no tenía el mismo nivel de "fama" –Comentó Harry sin dejar de reír y remarcando las comillas con sus dedos.

–Como sea, agradezco ese día que te pintaste las uñas porque si no fuera por eso, tal vez yo nunca te hubiera hablado.

–Sigo sin poder creer que gracias a mis uñas me hablaste.

–Yo tampoco –Louis también reía risueño al tener aquellos recuerdos–. Aunque fue un poco estúpido decirte: “Lindas uñas, ¿Las pintaste tu mismo?"

Always You | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora