Always You | L.S

Capítulo 22.

La mañana siguiente llegó rápidamente, y junto a esta las responsabilidades típicas de adulto se hacían presentes también, por lo cual Louis se levantó muy temprano para no llegar tarde al trabajo, quería darle los buenos días a Harry pero realmente el tiempo no estaba a su favor, así que su primera idea fue dejar una nota, cómo de costumbre.

Llamó a Tom para que lo transportará al bufete, y antes de despedirse de él, se encargó de pedirle que se mantuviera en la casa de Harry, por si el rizado necesitaba ir a algún lado no tuviera la necesidad de caminar, es decir, ¿Por qué hacerlo cuando un chófer puede llevarte?

Entró al bufete recibiendo sonrisas de sus empleados, comúnmente lo hacían y Louis solo se dedicaba a asentir en respuesta, manteniendo su semblante serio.

Antes de entrar a su oficina, se desvío hacia el lugar de trabajo de Evan, para confirmar la cita que habían estipulado unos días antes.

–Evan, venga conmigo, tenemos que hablar seriamente –Louis estuvo a punto de retomar su camino, pero antes se dió cuenta que Evan no tenía intención alguna de seguirlo.

–Estoy un poco ocupado aquí, señor –Evan habló con ironía, claramente no estaba haciendo nada y eso molestó a Louis–. Oh, lo siento, ¿Debería llamarlo ”roba novios"?

–Basta, Evan, va a seguir mi orden y venir ya mismo.

–Una pena, jefe, porque no quiero ir.

–¡Me importa una mierda, Evan! ¡Va a venir ya mismo! –Gritó Louis, haciendo estremecer a Evan y a todos los presentes cercanos al lugar, en el bufete era sabido que Louis era una persona impotente y alguien que sin duda no deberían hacer enojar.

Evan asintió cabizbajo y siguió el camino de Louis, hacia su oficina, en su mente se reprendió por intentar desafiar a su jefe.

Llegaron a la oficina y se sentaron, uno al frente del otro, Louis intentaba ignorar la molestia que recorría sus venas, no tenía ganas de arruinar su día por alguien que no valía la pena.

–Evan, míreme a los ojos –Ordenó el ojiazul, y fue obedecido casi al instante.

–¿Si, señor?

–¿Le parece que la actitud que tuvo hace un rato era correcta? ¿Qué carajos cree? ¿Qué voy a tolerar sus faltas de respeto?

–Lo siento, señor, pero, ¿Usted qué creía? ¿Que yo estaría muy contento luego de ver qué está follando a mi novio?

–Oh, ya veo de qué se trata esto –Louis rió sin gracia y acomodó sus codos encima del escritorio luciendo frívolo e incluso atemorizante–. ¿Está celoso?

–¿Celoso? ¿De qué?

–Está celoso porque incluso cuando Harry aceptó estar en una relación con usted, nunca pudo olvidarme, y sinceramente, yo tampoco lo olvidé. Aunque si me lo pregunta, gran parte de la culpa es suya, Evan, por no valorar a su novio –La honestidad con la que hablaba el ojiazul era venerable–. ¡Vamos, Evan! ¿Follarse a su mejor amigo y también a una jovencita? ¿Mientras le dijo a Harry que es completamente gay?

–Eso es asunto mío, Louis, no tienes porqué meterte.

–Tienes razón, Evan, no es mi problema, pero en ese caso, si yo estoy con Harry o no, tampoco es asunto suyo.

–Claro que sí, Harry es mi-...

–Harry es su ex, y nada más que eso, ¿Me equivoco?

–No… –Dijo Evan, cómo si finalmente hubiera sido vencido en la batalla.

–Bien, ahora que aclaramos las cuestiones personales, podemos pasar a las laborales –Louis rebuscó en su escritorio un papel que no tardó mucho en encontrar.