🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶
Lucas esperaba impaciente en su sofá mirando directamente la puerta de entrada como si en cualquier segundo se abriera... Lleva así tres horas.
Lucas estaba muy ansioso y emocionado, mirando cada segundo del reloj contando los microsegundos mientras esperaba su regalo especial. Para su cumpleaños número diez, el mismo se compró un regalo maravilloso, gracias al dinero que le dieron sus padres y sus amigos, sus padres como disculpa por no poder estar en su cumpleaños hasta el sábado y sus amigos pagando la entrada de su fiesta de cumpleaños de ese día.
Hoy cumple diez años, pero tenía que esperar veinticuatro horas para poder celebrar su fiesta de cumpleaños, ya que sus padres trabajan en ingenieros de tecnología doméstica y su trabajo era muy solicitado. Era el año 2112, un futuro dónde la tecnología había avanzado de manera increíble, claro que había fanáticos que decían que al llegar el 21 de diciembre el mundo se iba acabar... Lucas gira los ojos ante ese pensamiento.
Una hora después, Lucas comía su helado viendo fijamente la puerta sin perder ni un poco de su emoción anterior, su paquete según la aplicación de su tarjeta digital (Un iPhone que es una lámina de cuadritos que proyectan hologramas apra formar una pantalla en 3D) su paquete estaba a 102.3 metros de su destino. Tamboreo sus pies en el piso contando los segundos hasta que finalmente la voz de la computadora de la casa dice:
#Tiene una nueva entrega#
-GRACIAS MADRE!- dice el niño corriendo de un salto hacia la puerta.
Rápidamente la abre, viendo con emoción los drones dejando el paquete en el suelo mientras otro dron pide su firma biométrica. Luego de recibirlo, Lucas toma la caja y la lleva a la sala, a una zona aislada sin muebles.
La enorme caja blanca tenía el logo de una T azul atravesada por una pluma, era Ticklish.Inc, una empresa que se encarga de los mejores inventos y juguetes para hacer cosquillas.
Lucas era tal vez el mayor cliente de esta empresa, siempre era el primero en pedir los productos segundos después de ser anunciados, en su cuarto estaban todos los juguetes de cosquillas que se hicieron, era casi imposible entrar sin ser sometido a cosquillas.
El niño abre la caja y deja que los drones de trabajo limpien mientras admira su último pedido. Era un enorme cubo metálico futurista de su altura y su ancho. En uno de sus costados, en letras negras sin tildes se veían las letras de su nombre: TTMX3000.
Sonrío con emoción, está era tal vez la más avanzada máquina de cosquillas de todas. Era una máquina de grado militar, hecha principalmente para interrogatorios intensos, equipada y garantizada para someter a la víctima a cosquillas infernales. Se usaba para entrenar soldados y así entrenar su resistencia... Y Lucas la consiguió como descuento por ser el mejor cliente, además de que era un modelo Beta que aún no salía al mercado, y se ofreció con gusto a probarlo siempre y cuando lo conserve.
ESTÁS LEYENDO
Las Historias Cosquilludas de Lucas Evans
FantasyUna serie de historias cortas, dónde veremos al joven Lucas enfrentar una de las más aterradoras experiencias de todas... cosquillas 🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶 Estás historias no tienen relación entre si y no están relacionadas con las otras h...