Lucas amaba a todos los animales, siempre le era divertido tener muchas mascotas, su cuarto estaba lleno de jaulas y terrarios de varios hámster y tortugas, tenía dos perros y dice canarios, además una pecera con siete peces y un conejo llamada Yoyo.Si, un verdadero amo de los animales, sus padres tenían miedo cada vez que salía a la escuela, porque casi siempre vuelve con una nueva mascota en las manos; la mayoría de las veces logran conseguir otros dueños, pero en ocasiones terminaban de incluir al nuevo amigo a.la familia.
Lucas estaba orgulloso de esto, era fan de todos los animales... Menos uno. Justo ahora miraba con irá la ventana de la casa de su primo, para ser específico la ventana de la sala. Allí estaba un animal que pertenecía al mismo infierno, un gato gris de ojos verdes.
Desde pequeño ese gato ha sido un verdadero terror para el niño de diez años, cuando trataba de acariciarlo, este lo mordía o le lanzaba zarpazos. Siempre al comer el gato le tiraba sus bebidas y se atrevía a sentarse en su plato, y si trataba de alimentarlo este le pateaba la comida en la cara. Y luego estaba que destruía sus cosas como teléfonos, ropa y sus tareas, era un gato del demonio.
El gato lo miro con sus ojos esmeralda como burlándose, Lucas se resiste a la idea de patearlo, el era amante de los animales y no soportaba la crueldad animal... Pero al parecer ellos podían hacerle lo que quiera por estar a salvó tras esa ideología.
-Y si lo vendes?... O lo regalas a la señora loca de la calle ocho? Estoy seguro que ella lo querrá-
-Lucas Peter Evans... Dejaras a Michi en paz... Aún no te hace nada- se burla su primo de dieciocho años.
-Me mira feo- hizo un puchero el niño.
-Y? A mí siempre me mira mal y casi no tengo problemas-
-Y que le pasó a tu oreja?- dice Lucas mirando con burla como el joven de dieciocho se vuelve rojo de la pena.
-Trato de comérsela- dice el casi adulto rascándose la nuca.
-Ja... Ves! UNA AMENAZA!-
-Entra de una vez- dice su primo empujando a Lucas.
-Steven por favor...- dice Lucas con miedo mientras se acercaba a la entrada.
Steven era un chico de dieciocho años, de cabello castaño rojizo, ojos azules, estatura baja, piel clara bañada en pecas y cuerpo delgado pero con musculatura regular.
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Steven estaba a punto de matar a alguien, y no sabía si debía ser a su primo o a su sicópata gato, quienes actualmente tenían un concurso de miradas. Lucas estaba todo despeinado y desarreglado por la batalla que el gato y el tuvieron, y ganó el gato como siempre.
-Steven Evans... Te suplico que esterilices a este gato- dice Lucas mientras el gato gruñía como diciendo algo similar.
-Lucas, por favor, ya deja a Michi, estoy seguro que se arrepiente...- Michi lo miro feo -...no ayudas Michi-
-Solo manténlo alejado de mis cosas... Es por esto que prácticamente no traigo ropa a esta casa-
Michi como siempre iba a la maleta del niño y destruía toda la ropa de este, así que Lucas tenía que traer solo bañadores y camisetas sin mangas las cuales no costaban mucho. Actualmente se quitaba su camiseta la cual estaba hecha girones, se sorprende de que ninguna garra lo haya lastimado.
-Ya no me quedan camisetas hombre... Tengo que tener el torso desnudo el resto del fin de semana- dice tirando los restos de tela junto a las demás camisetas destrozadas.
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Las Historias Cosquilludas de Lucas Evans
FantasyUna serie de historias cortas, dónde veremos al joven Lucas enfrentar una de las más aterradoras experiencias de todas... cosquillas 🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶🪶 Estás historias no tienen relación entre si y no están relacionadas con las otras h...