Capítulo 10

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Este fin de semana no estaba entre los favoritos de Tzuyu. Todo comenzó el viernes cuando peleó con Jihyo. Aún no comprendía cuál era el tema, pero siempre eran por los secretos que se tenían. Aún recordaba esa tarde.

FLASBACK

Estaban saliendo del instituto, caminando por el aparcamiento al carro de Daniel, cuando después de un día de pensarlo, la castaña decidió sacar el tema.

-Hyo, últimamente te noto un poco... extraña —la castaña escogió con cuidado sus palabras, Jihyo volteó a verla con una mueca. -¿Hay algo que quieras contarme?

Park Jihyo, por primera vez en su vida, la observó con recelo, fue un golpe duro para Tzuyu.

-No entiendo de qué me hablas, la única que está actuando extraño eres tú -levantó su dedo índice señalándola, después resopló levemente -Pero supongo que no querrás contarme nada ¿cierto?

Tzuyu detuvo su andar para quedársele viendo, Jihyo notándolo, hizo lo mismo para encararla.

-¿De qué hablas? A mí no me pasa nada, contrario a ti-  no quería admitirlo, pero se estaba comenzando a enojar.

Jihyo levantó las manos al cielo.

-¡Claro que no, pero qué dices!- dijo, muy sarcásticamente antes de ver fijamente los ojos miel -Por favor Tzuyu, llevas casi un año ocultándome algo y no quieres soltarlo. ¿Qué sucedió con lo de nunca tenernos secretos? Creo que la promesa murio.

Eso ultimo lo dijo con una voz amarga. Tzuyu sabía que tenía razón, ella había roto esa promesa, pero no era la única.

-¡Tú no te quedas atrás!- se indignó aún más con el rostro inocente que hizo Jihyo.

-¡Atrévete a decir que es mentira pero tú también me ocultas algo! Llevas meses en ese extraño estado tuyo de ver al vacío y perderte en tu mundo, tienes algo que te atormenta en la cabeza y ni te dignas a decírmelo, Dime ¿quién es la que rompió la promesa ahora?

Jihyo apretó los labios, aunque Tzuyu logro ver sus ojos húmedos. Ellas nunca pelaban así y la castaña sabía que esto estaba lastimando mucho a su mejor amiga.

-¡Yo tengo mis propios problemas pero no eres quién para decir si estoy mal o bien! -chilló y algunas personas que pasaban miraron. Jihyo se acercó más, hablando en susurros cortantes -Que esté callada no significa que deba estar afectada, Tzuyu.

-¡Pufff, eso no te lo crees ni tú! Lo veo en tus ojos, Park. Pero claro que no me dirás- revolvió su cabello frustrada y después suspiró. -Últimamente andas de un humor cambiante, un día estas feliz y a la otra semana completamente enojada o triste. ¿Qué te sucede? Y lo de ayer en el campo ¿qué fue eso?

Jihyo, entendiendo a donde quería llegar, la vio con ojos encendidos en fuego.

-No sucedió nada, ni nunca lo hará. Solo intentas ver cosas donde no las hay para ocultarme tu secretito- eso fue lo que hizo explotar a Tzuyu.

-¡Oh, puede que ni yo misma esté enterada del magnífico secreto que te oculto! Jihyo, solo soy una chica, mis padres se separaron, tengo la cabeza hecha un ocho y tú en lo único que piensas es que te oculto algo- una lágrima resbaló por la mejilla de la castaña.

En ese momento, a Jihyo se le pasó todo el enojo, arrepentida intentó acercarse para abrazarla, pero Tzuyu se hizo hacia atrás.

-Necesito pensar... quiero estar sola- y de esa forma la castaña huyó lejos de su mejor amiga de toda la vida.

Rivales | SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora