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Gimio frustrado por todo eso.

Maldecida el día en que se habian encontrado a ese erizo.

No es cierto, sólo estoy molesto...

Suspiró, recostandose nuevamente, odiaba pensar de esa forma cuando no tenia el control de la situación. Rasco el dorso de su pata con sus garras, un horrible dolor corrió por todo su brazo y lo hizo sisear.

El olor de la sangre lleno sus pulmones.

Debe de estar en la habitación de Ivo...

Se levantó con cuidado y vio a los pies del sofá, sus pantuflas estaban ahí, pero no sería una buena opción si lo estaba evitando y volvía a correr. Bajo las orejas, ideando un plan para poder acorralar lo.

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-Eres un idiota.-

-Gracias, ¡No me había dado cuenta!- Ivo bufó, viendo al erizo ir de aquí para haya-. Me va a matar.

Al castaño comenzaba a darle gracia como un ser tan pequeño podía tener tantas preocupaciones.

-No, le gustas demasiado para que atente contra tu vida.- Disfruto del rojo que crecía en las mejillas melocoton-. ¿Porqué no le dijiste?

-Creí que me mataría por meter mi nariz en temas que no debía.- Tampoco era su culpa, había estado acompañando al abuelo y le contó de forma desprevenida.

-Dedusco que el problema es debido a que alguien más revolvió sus dudas y no el propio señor Shadow.- Sonic se estremeció ante la voz, no se acostumbraba a la pequeña niña que era dueña de la computadora.

-Opino lo mismo.- Siguió Ivo, observando como Sonic se detenía a mitad de su alfombra.

-Igual yo.- Rápidamente giraron a la voz en el techo, en la ventanilla, no había nada. Sonic iba a hablar-. ¿Entonces fue el abuelo?

Ahora giraron a un lado de la enorme computadora, Shadow salía de la completa oscuridad de entre el monitor y la pared. Ivo salto por la impresión y Sonic tapo sus labios, ahogando un grito.

-Mierda.- Maldijo el mayor, viendo molesto a Shadow-. Creí que ya no había nada.

-Son trucos viejos de espionaje. Esos se quedan aqui.- Señaló su cabeza. Los zafiro del hombre vieron la mancha de sangre seca entre el hueco de pelaje del dorso.

-¿Que te has hecho?- No esperaba una respuesta, porque rápidamente fue hasta otro de sus escritorios y busco un botiquín.

Sonic pudo notar que el azabache parecía más calmado.

-Buenas noches, Señor Shadow.- Los rubí vieron a una de las pantallas y sonrió.

-Buenas noches, Sage.-

Sonic vio a su al rededor, buscando una salida. Trago cuando no había nada de eso y dirigió su mirada al erizo, quien platicaba muy amenamente con la inteligencia artificial.

Se dio cuenta que iba sin su sudadera. Su colita de agitó cuando vio aquella pelusa en pecho y la definida figura del azabache. Hace meses que no lo veía de esa forma, omitiendo el baño.

-Sonic.- El ceruleo tembló ante el tono. El azabache lo veía fijamente-. Tenemos que hablar.

Mi pequeño amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora