체리 6: Dia de mercado 체리

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Pero para su lamento, no podía quedarse toda la semana en su casa y en su prado de árboles rosas, ya que debía bajar al pueblo a hacer recados y mostrar que aún seguía vivo a aquellas personas a las que quería.

Bajo al pueblo a media mañana de la semana siguiente, con su ya común cesto de cerezas bajo el codo.

Llego a casa de la señora Kwon más paranoico de lo normal, pues tenía miedo de encontrarse con Joshua por las calles. Aún no estaba preparado para verle.

- ¡Mi querido Hannie!- dijo la señora Kwon al verlo aparecer por la calle.

Como ya era costumbre, las tres mujeres estaban sentadas en el banco de madera de la casa de la señora Kwon, cada una haciendo una cosa diferente pero pasando el tiempo juntas.

- Buenos días.- saludo con una reverencia, y dejo el cesto al lado de las mujeres.- Se las traigo, recién agarradas.

- Muchas gracias, querido.- agradeció la señora Lee.- Vamos, siéntante aquí con nosotras.

Jeonghan sonrió, agradecido porque ellas lo trataran como a un hijo más. Se sentó entre la señora Lee y la señora Min, al mismo tiempo que los tres escuchaban a la señora Kwon despotricar sobre que su hijo era un irresponsable.

- ¡Tiene las narices de no venir a cenar con su madre los domingos!- se quejó, indignada.

- Debe de estar ocupado, reina.- la consoló la señora Min.- Tu hijo Soonyoung es un cielo, ¡hace unos zapatos preciosos! Los únicos de todo el pueblo.

- Ay, qué hijo más maravilloso tengo.- se contradijo la señora Kwon.

- ¿Quieres que te peine, querido?- le pregunto la señora Lee, haciendo que dejara de prestar atención a las dos mujeres.- Tienes un pelo perfecto para trenzar.

Jeonghan soltó una risa tímida, no podía negarse así que termino por aceptar ser peinado.

Lee comenzó a tranzar su cabello solo de un lado, una bonita trenza desde parte de su frente que iba hasta su oreja y terminaba en sus puntas.

- Debiste tener muchas pretendientas en la ciudad.- aseguro la señora Min, pelando pipas.

Jeonghan soltó una risa por la mala broma.- Créame que no.

- Vaya, lo lamento.- murmuro ella.- ¡Ellas se lo pierden!

Volvió a reír y termino de ser peinado.

- Creo que mi hijo me hablo de ti antes.- soltó de golpe la señora Kwon.- Necesitaba tu ayuda para no sé que cosa.

- Oh..- murmuro Jeonghan, levantándose del banco.- Entonces me iré. Pasen linda tarde.

- Igualmente, querido.- se despidió Min.

- Trae más cerezas la próxima vez que bajes.- pidió Kwon, con los labios manchados.

Camino por las calles del pueblo con tranquilidad y una sonrisa. Enseguida llego a la tienda de zapatos de Soonyoung, ya que esta estaba muy cerca de casa de la señora Kwon.

En la entrada de la puerta se encontraba la hija de Soonyoung, y al verle, ella salió corriendo en su dirección y no pudo no abrazarla, porque aquella niña era un amor de persona.

- ¡Tío Yoon!- dijo ella, alegre.

- Veo que al fin sales de tu madriguera.- hablo Soonyoung al verle, cruzándose de brazos.- Necesito ayuda con Sonnie, no puedo vigilarla y trabajar al mismo tiempo.

- Tranquilo, yo me encargo.- aseguro con felicidad.

/////

- Que buen día hace.- respiro con profundidad Seokmin.

Joshua solo pudo asentir, con la mirada en el suelo.- Ya lo creo...

- Mira el lado positivo.- sonrió.- Pasamos tiempo juntos y trabajamos al mismo tiempo.

Joshua solo asintió.- Claro.

Ese día no tenían mucho que hacer, y al ser día de mercado, el superior Seo los había mandado a patrullar por la zona por si acaso. Después del suceso con la señora Min, era cierto que no había ocurrido nada más, pero el superior Seo estaba más atento a su puesto.

El mercado de Hahoe era pequeño, pero no tenía nada que envidiarle al mercado que había en el barrio de Joshua cuando era niño, incluso aquí se respiraba más aire fresco.

Vendían muchas cosas, desde fruta, hasta accesorios para el cabello, cometas de papel, comidas preparadas, telas, polvos, productos para la cara... todo tenía un color vivo, el aire era alegre y había niños corriendo por todos lados.

- ¡Qué sorpresa!- grito alegremente Seokmin a su lado. Joshua presto atención entonces, viendo como el de sonrisa enorme se acercaba a una niña pequeña.- ¿Cómo estás, guapa?

- ¡Bien, tío Lee!- dijo ella alegremente. Tenía el cabello negro en un recogido tradicional, un vestido de color rosa claro y tenía dos medias lunas por ojos.- El tío Yoon me está cuidando porque papi trabaja.- informo ella.

Entonces subió la mirada a la tercera persona que había allí, y clavo sus ojos en Jeonghan, más este no le estaba mirando de vuelta. Claramente, lo estaba evitando, no hacía falta ser un adivino para enterarse. Y lo entendía perfectamente.

Suspiro y se acercó por cortesía, más no se metió en el encuentro.

- Cierto, Soonyoung trabaja hoy.- recordó Seokmin, poniéndose en cuclillas.- ¿Se está portando bien?- le pregunto a Jeonghan.

Este sonrió en dirección a la niña.- Sabes que siempre se porta bien.

- ¡Siempre me porto bien!- se autodefendió la niña, y después rio.- ¡Tío Yoon!- lo llamo.- ¡¿No íbamos a ver a los patos?!

Para ella parecía todo un drama ir a ver a los patos, por lo que Jeonghan asintió rápidamente y la alzo en sus brazos.

- Claro, claro, ahora íbamos.- aseguro, y después paso su mirada a los otros dos.- Pero primero despídete correctamente.

La niña asintió, e hizo un intento de inclinación con la cabeza.- ¡Adiós, Tío Lee y señor de cabello corto!

Joshua no pudo evitar sonreír y solo le devolvió el gesto de la cabeza, dejando que se marcharan sin siquiera haber podido cruzar una palabra con el rubio.

- ¡Que rápido pasa el tiempo!- se quejó Seokmin.- Pareció ser ayer cuando esa pequeña nació...

- ¿Es la hija de Kwon?- pregunto Joshua.

A pesar de ser nuevo, conocía a un par de personas y no sabía que Soonyoung tuviera una hija.

- Así es.- confirmo el otro.- Su mujer murió el día del parto y la está criando con su hermana, fue un suceso horrible.- resumió, continuando con su camino.- Pero Soonyoung suele trabajar los días de mercado y es Yoon quien la cuida hasta la tarde.

- Comprendo.- asintió, bastante curioso.

- Aún no comprendo por qué ese chico vive solo y sin mujer..- se dijo más para sí mismo, reflexionando.- No es común..

- Cada uno tiene su historia.- murmuro Joshua, y la conversación murió allí.





















체리

Cerezas // JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora