체리 16: Volveré 체리

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Todos habían salido de la oficina menos Jeonghan y Joshua, por lo que el mayor lo aprovecho y tomo la mano de Joshua, juntando las miradas de ambos.

Que el castaño tuviera que marcharse no agradaba a ninguno, ahora que habían comenzado a ser sinceros con sus sentimientos y habían comenzado a ser felices con sus vidas.

- Ve con cuidado.- le hizo prometer, serio.

Joshua asintió.- Lo tendré.

Seguido de eso, poso su mano en la mejilla de Jeonghan y dejo un beso en su frente. Compartieron una sonrisa sincera para darse fuerzas mutuamente. Les dolía tener que separarse, pero a partir de ahora todo se resolvería.

- Volveré antes de que te des cuenta de que me he ido.- aseguro.

Soltaron sus manos y salieron fuera, junto a los demás. Tras despedirse de todos correctamente, se subió al caballo que le habían preparado y se alejó junto al oficial que había venido de la ciudad.

Jeonghan se quedó mirando la espalda del castaño hasta que este desapareció de su vista por entre las calles. Hubo un silencio antes de que Seokmin lo volviera a romper.

- Tengo que volver al trabajo.- murmuro sonriente.- Nos vemos, Yoon.

Jeonghan se despidió de ellos y comenzó a caminar en dirección a casa de Joshua. Este le había murmurado algo antes de subirse al caballo.

- "Ves con Seungcheol e infórmale, ellos podrán cuidar de ti mientras yo no este."

Llego frente a la casa, pero tardo más de diez minutos en decidirse si entrar o no, ya que aún no había tenido la oportunidad de volver a verlos, lo había estado posponiendo bastante tiempo.

Aun así, sabía que Joshua tenía razón y termino por llamar a la puerta de madera. Esta fue abierta dos minutos más tarde, y pudo ver como los ojos de Seungcheol se abrían. Se había vuelto más robusto y sus facciones faciales eran más masculinas.

- Yoon Jeonghan.- murmuro sorprendido, haciendo una reverencia.- Ha pasado mucho tiempo.

- También me alegro de verte, Choi.- saludo amable.

- ¿Qué te trae aquí?- pregunto curioso.

- J-Jisoo me dijo que viniera a decirte que se ha ido a la ciudad.- comenzó, el contrario lo escucho.- Por el tema de la carta, debe testificar.

- ¿También te dijo que vinieras aquí porque estarías seguro?- pregunto con una sonrisa, más pareciendo una afirmación.

- Uhm, sí.

- Este Hong..- suspiro para sus adentros.- Siempre igual de protector. De todos modos, entra. Sabes que eres bienvenido, seguro que Chan estará muy feliz de verte.

Jeonghan sonrió y asintió, entrando a la casa.

/////

El camino aquella vez duro casi un día, ya que pararon muy poco para descansar. Había sido tenso y callado, habría deseando poder hacer ese viaje con Jeonghan y sus amigos para mantenerse distraído.

Llego a la capital por la mañana y enseguida fue dirigido a el palacio. El pueblo era más tranquilo y acogedor, estaba deseoso de poder volver y llevar una vida tranquila.

Antes de entrar a la sala del trono, donde estarían el rey y sus eunucos, se arregló las ropas y el pelo. Hacía bastante que no tenía una convocatoria y estaba muy acostumbrado a ir desarreglado por el pueblo.

Las puertas se abrieron, y junto a varios, bastantes guardias, fue escoltado hasta quedar frente al que era el rey de la nación. A un lado de la sala, si giraba un poco su cabeza a la derecha, estaba arrodillado en el suelo el que en su día fue el consejero del rey.

Tenía el pelo hecho nudos y estaba bastante sucio de haber pasados sus días en las celdas del castillo.

- Investigador Hong Jisoo delegado en Hahoe, es bueno volver a verle.- saludo el rey.

Joshua hizo una reverencia de noventa grandes mostrando su respeto hacia el hombre por el que lucho en una guerra. Se volvió a erguir.

- Me alegro de que me recuerde, majestad.

- Tengo entendido que está aquí para testificar en contra de Kang Sanwoo.- comenzó el rey, apoyando su mejilla en su mano.- Puede comenzar.

Lo único que Joshua tuvo que hacer fue, un resumen de todo lo que había estado haciendo con respecto al caso. Las cartas que había encontrado, las muertes en la ciudad y los pueblos, sus sospechas por diferentes casas del reino, los asesinos sueltos que ponían en peligro a la población y también las conspiraciones que habían escritas en las cartas.

Tanto el rey como los eunucos en la sala lo escucharon hasta que termino. Las cartas fueron dadas al rey y este pudo leerlas por sí mismo, no teniendo una expresión muy alegre.

- Ya veo.- respondió entonces el rey.- Veo que al final todo este tema era cierto.- subió su mirada de las cartas y la poso en Kang Sanwoo en el suelo.- Creí por ti demasiado tiempo, Kang, pero me sospechaba de que esto pasaría. Siempre has sido demasiado ambicioso.

- Majestad..- comenzó a hablar Kang.

- No tenéis permiso para hablar.- le corto el rey.- Ya he tomado una decisión.

- Majestad, opino que tendría que hablarse este tema con calma y en privado para una mejor...- comenzó a decir uno de los eunucos a espaldas de Joshua, pero el rey les ignoro.

- Dije que ya tengo las sentencias.- casi grito con firmeza. Todos en la sala se callaron para poder escuchar la sentencia.- Condeno a Kang Sanwoo a la decapitación por traición a la corona y conspiración...- Sanwoo bajo la cabeza, esperándose aquella respuesta.-...condeno a todos los implicados en las cartas, que estén vivos, a pagar con dinero y pasar diez años en las mazmorras del castillo por traición a la corona y conspiración.- continuo diciendo.- Y por último, condeno a Hong Jisoo a tres años en las mazmorras por ocultar información sobre conspiración a la corona.

Joshua abrió sus ojos de sobre manera, pero sin tiempo para poder protestar, los guardias que lo habían acompañado hasta allí, lo agarraron por los brazos y lo arrastraron por todo el salón del trono hasta sacarlo.

Sabía que había cometido muchos errores al ocultar información, pero nunca pensó que terminaría siendo condenado por esto. No puso resistencia.

En menos de una hora, habían cambiado sus ropas por trapo y lo había lanzo a una celda en lo más profundo del castillo.

체리

Cerezas // JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora