체리 14: Daga 체리

27 3 0
                                    


Habían pasado dos días desde la partida de Seungkwan y el resto de oficiales a la ciudad, y ya deberían estar allí solucionando todo aquello, pero eso no impedía que los que estaban en Hahoe estuvieran tranquilos.

Aquellos dos días no había ocurrido nada malo, pero aun así Joshua pasaba todos los días en casa de Jeonghan, por si algo malo llegara a pasar.

Esos dos días habían sido tranquilos y lentos, Jeonghan solía despertar temprano para recoger cerezas, barría el patio, bajaba al pueblo y hablaba con los ancianos, cuidaba de la hija de Soonyoung, paseaba y poco más.

Le gustaba aquello y le gustaba Jeonghan, era tranquilo y familiar. Quería llevar una vida tranquila allí, junto a ese rubio de noble corazón.

- Ay, querido.- dijo la señora Kwon cuando le dio la cesta de cerezas.- Que detalle.

- Ven aquí, déjame que te peine.- insistió la señora Min, alegre.

Joshua vio a Jeonghan reír y se dejó hacer por las mujeres. Aquella le pareció una tierna escena. Podía recordar con detalle como las mujeres de su barrio despreciaban al rubio por su cabello, y ver a aquellas mujeres tratarlo tan bien y peinándolo, hablando su corazón.

- Oficial Hong.- dijo la mujer que comía pipas.- ¿De qué conoce a nuestro Hannie?

Joshua y Jeonghan compartieron una mirada mientras el último era peinado por la otra mujer.

- Esto, bueno... nosotros nos...em..- dudo Joshua, sin saber qué responder.

- Somos amigos desde hace mucho tiempo.- respondió Jeonghan por él, sonriéndole a la señora Lee.

- Me alegro.- dijo esta entonces.- Nosotras somos amigas de toda la vida.- comenzó a explicar.

Después de pasar un tiempo con las mujeres, Joshua recordó que debía ir a casa con sus amigos, ya que habían quedado en comer con ellos. Seungcheol se había pasado toda la mañana cocinando solo para él.

- ¿Seguro que no quieres venir?- le volvió a preguntar al rubio.

- Pues claro que no.- respondió este, riendo.- Aprovecha y ve a comer con tus amigos, deben estar preocupados por ti. Yo debo hacer algunas cosas.

- Iré cuando termine.- prometió, sonriéndole.

- Claro.- sonrió Jeonghan, agarrando la cesta con sus dos manos.- Nos vemos, Shua.

Cada uno se fue por su camino aquella vez. Joshua llegó a la que era su casa y ayudo a Chan a preparar los platos y cubiertos. Efectivamente, el mayor se había pasado todo el día cocinando y aun así, el arroz olía ha quemado, pero comió sin quejas.

- Recuérdame que no deje cocinar más a Seungcheol.- murmuro Chan a su lado.

- Niño malcriado..-se quejó Seungcheol entre dientes.

- Me criaste tú.- le saco la lengua para molestarlo.

Joshua simplemente rio.

- Es un milagro que hayas encontrado a Yoon.- comenzó a decir Cheol con la boca llena.- ¿Ustedes están...? Ya sabes.

Sus amigos sabían todo lo ocurrido y también sobre Jeonghan, incluso llegaron a beber todos juntos un par de veces en el pasado.

- No lo sé.- respondió encogiéndose de hombros.- Primero me esperaré a que todo esto termine y después ya se verá.

- ¿Pero se gustan?- pregunto Chan como un niño pequeño.

Seungcheol le dio con una espátula en la cabeza.- Niño tonto, claro que se gustan.

- Ya, no maltrates al niño.- se quejó riendo.

- Entonces si os gustáis, pues perfecto.- dijo Chan simplemente.- ¿Por qué no vino?

- Tenía cosas que hacer.- respondió.

- ¿Y será seguro que lo dejes solo?- pregunto Seungcheol con tranquilidad.- Ya sabes, desde que lo atacaron en su casa.

No había pensando en ello. Se levantó de la mesa tras engullir la comida y se marchó casi corriendo. Sus amigos solo rieron, pero en el fondo estaban algo preocupados.

Joshua corría por el pueblo, deseando llegar ya con el rubio y que no le hubiera pasado nada.

/////

Hacía buen tiempo, y como se sentía de buen humor, Jeonghan había decidido sentarse junto a los cerezos para leer después de recoger fruta por un rato.

Se encontraba concentrado en aquel libro que había leído tantas veces, cuando sintió unos pasos detrás suyo. No levanto la cabeza al pensar que sería Joshua, solo estaba esperando a que este lo rodeara en un abrazo y le explicara como había ido la comida.

Pero, en cambio, una mano tapo su boca y lo arrastro por todo el patio. Pudo ver, del revés, a un hombre igual que los otros dos.

Enojado y asustado, lanzo algunos manotazos hasta que este le soltó, y se incorporó con rapidez. El contrario iba armado y con su rostro oculto.

El hombre lo agarro de un brazo con fuerza mientras sacaba su espada, pero Jeonghan volvió a agarrar está como el día anterior y tiro de ella, cortándose las manos, pero logrando que terminara volando lejos.

Ignorando la sangre que se esparcía por todas partes, recibió un golpe en su costado que casi lo derriba, pero devolvió el golpe de la misma forma y ambos se enzarzaron en una pelea de golpes y patadas.

Débil, con sus manos heridas y sin experiencia, el otro hombre termino por tirarlo al suelo. De rodillas, subió la mirada con pánico y vio al hombre sacar una daga de su tobillo.

Retrocedió con pánico, pero el contrario termino por agarrarlo de los hombros y coloco la daga en su cuello. Trago duro.

- ¿Debería divertirme antes de matarte?- se preguntó a sí mismo el hombre con voz ronca.

Jeonghan comenzó a negar con terror, pero el hombre le ignoro y lo agarro del cabello, echando su cabeza hacia atrás con fuerza y corto algo. Pensó que habría sido su cuello u otra parte de su cuerpo, pero sintió algo caer y miro el suelo con miedo.

Un mechón rubio. No era mucho, pero de ese le siguieron más hasta que una mata de pelo blanca se acumuló. Aquello le traía malos recuerdos, pero debía centrarse si quería salir vivo de allí.

El hombre volvió a tirar de él tras cortarle el pelo con risas, y lo arrastro hasta los árboles de cerezos.

/////

Dejo de correr al llegar al patio de la casa. No había nadie a simple vista, la casa parecía vacía, ya que no salía ningún ruido de esta.

Había un libro tirado en el suelo, iba a ir hasta este, pero entonces piso algo suave. Bajo la vista y levanto el pie, viendo muchos cabellos blancos en el suelo y enredados en su zapato.

Trago duro por el miedo y comenzó a mirar a todos lados. Saco su espada de la funda y entonces escucho varios gritos de dentro del campo.

A veinte mentros y en el suelo, había dos personas. Un hombre vestido de rojo estaba prácticamente encima de Jeonghan mientras este trataba de zafarse de su agarre.

Corrió hacia allí, viendo como el hombre clavaba la daga en el suelo por error y lo volvía a intentar, esta vez clavándola en él ante brazo de Joenghan.

Este no se quejó, simplemente levanto una pierna y le dio una patada, logrando que el hombre se detuviera.

Joshua llegó en ese momento y sin pensárselo mucho, paso su espada por el cuello de ese hombre y lo corto, matándolo.

체리

Cerezas // JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora