¿que pasaria sí..... fueras una princesa sacrificada para el villano del cuento?
eras la princesa de un reino próspero, pero pequeño, todos vivían en paz hasta que tu padre tuvo la genial idea de empezar a conquistar tierras pegadas al suyo para ex...
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Caminabas con calma por los pasillos fríos del palacio, soltando bostezos perezosos ya que tu dama de compañía te hizo despertar a mitad de la noche por petición del viejo uni... Es decir, tu padre, se daba ínfulas de ser un rey muy inteligente y astuto, tanto como para insultar al Rey de las Nieves tomando territorios que le correspondian a la poderosa deidad del invierno, lo último que supiste de ese conflicto es que el Dios del Invierno congeló al ejercito de tu padre y demandó una compensación o congelara al resto del reino.
Aun recuerdas cuando le advertiste al viejo que no molestara a los espíritus ni invadir territorios que no son suyos, pero te mando a callar diciendo una niña no debe meterse en cosas de adultos, pero ahora que hay problemas te manda a llamar para que ayudas a solucionarlo por ser la princesa, era lo mismo cuando tu amada madre vivía, tu padre hacia idioteces y tu madre los tenía que solucionar.
¿Por qué una mujer tan inteligente y capaz como tu difunta madre se casó con un tremendo inutil?... Así... Tu abuelo era un machista que no confío en las capacidades de tu madre como reina, así que la casó con un noble local de su confianza para que gobernara por ella, para que al final fuera tu madre que gobernara en la sombras y lidiará con los platos rotos de las pésimas decisiones de tu padre... Simplemente no entendías a esta gente.
-Es aquí princesa- Dijo un sirviente sacando de tus pensamientos señalando las amplias puertas del salón ante ti.
-.... ¿Pero esta no es la oficina de mi padre ni el salón del trono?- Dijiste desconfiada, mirando el lugar.
-El rey solicitó que lo esperara ahí- Volvió a hablar el sirviente con tono neutro -También solicitó que le esto a la visita que llegará pronto, por favor no la habrá - Añadió entregandote una carta, pero notaste la cara de tristeza del sirvie.
-... Bien- Dijiste tomando la carta con el sello de la familia real, con el sobre dorado que tu padre usa.
Sabías que algo raro esta pasando aqui, levantarte en medio de la noche y te obligo a vestirte como si de un invitado importante estuviera llegando, ... ¿Será tu prometido? No lo crees... O eso esperas, no te llevas bien con él... Pero a la vez no sabías que era peor, no saber que tu padre desea algo de ti o que estuviera él de regreso.
Entraste en el gran salon, te sorprendiste bastante cuando viste como todas las luces estaban encendidas como si todo fuera preparado para una gran celebración, además de que de esquina a esquina el lugar estaba repleto de oro, joyas, platino, seda, telas finas, alcohol de la mejor calidad y vinos de distintos tipos, todo es como si la riqueza del país entero estuviera concentrada en una sola habitación, pero de inmediato notaste que algo andaba mal, porque cerraron de golpe las puertas tras de ti y escuchaste el "Click" de que le pusieron seguro, por más que tocabas con fuerza y reclamabas para abrieras no hacían caso a tus ordenes.
-¿Qu.. Qué está pasando aquí?- Susurraste para ti misma entre asustada y confundida
Fue entonces que el reloj de la habitación dio la media que todo empezó, los ventanales que daban al jardín de se abrieron violentamente por una ventisca helada que entró furiosa cual tormenta invernal, apagando al acto la luz de todas las veloz del sitio, congelando toda la cristalería y metales también, las paredes y muebles del lugar se cubrieron con una fina y afilada capa de escarcha y espinas de hielo que hacían ver el salon antes glamoroso como como una celda fría de cristal, estabas asustada pero a la vez impresionada, no sabías qué pasaba y aun así intentabas tener calma mirando alrededor, pero te abrazabas a ti misma por que el frio el frio te calaba hasta los huesos.
