¿que pasaria sí..... fueras una princesa sacrificada para el villano del cuento?
eras la princesa de un reino próspero, pero pequeño, todos vivían en paz hasta que tu padre tuvo la genial idea de empezar a conquistar tierras pegadas al suyo para ex...
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-...... Hey... Oye... Despierta- Dijo aquella voz llamandote, mientras estabas profundamente dormida, hecha bolita en un algo realmente suavecito y esponjoso, sea lo que sea que fuera te acurrucaste más en el -... ¡No te pongas más cómoda, y despierta de una vez!- Dijo estás voz molestas al mismo tiempo que te hacía despertar de un pellizco en la mejilla
Tu al fin reaccionaste por el dolor del pellizco, que te transporto a la época que te quedabas dormida y tu madre tenia usar este tipo de tácticas para hacerte despertar, abriste los ojos perezosamente para descubrir esos ojos violetas como el hielo cristalino y esas cejas doradas que una se alzaba mirándote un poco de manera algo molesta, ya descubristes que estabas hecha bolita contra el pecho del rey de las nieves y envuelta en su enorme abrigo de piel de oso polar, en algún momento del viaje te quedaste dormida.
-¡¡LO.. LO SIENTO!!- Reaccionaste avergonzada y sentándose de un salto lejos de la deidad de hielo -¡¿No lo llene de babas o si?!-
-No, parece que no- Dijo Vil secamente como si no le importara, aunque sí revisó un poco sus ropas, no, no hay saliva -Ya llegamos a mi dominios, compórtate y no hagas nada estupido o torpe, o tendre que corregirte- Dijo el rubio de manera demandante, tu solo asentiste enérgicamente a la orden de la deidad y la seguiste cuando este abrió las puerta del trineo.
Quedaste impactada ante la imagen ante ti, estabas en la entrada de una gigantesca fortaleza de piedra construida en la cima de una imponente cordillera de montañas, jurabas que desde ahi podia ver todo el mundo, sus largos pilares parecían tocar el cielo y mezclarse con el blanquecino de las nubes, envuelta en hielo de colores azulados que por la luz de los pocos rayos de sol se mostraban brillaban dando su versión de una aurora boreal en pleno dia, decorado con cristales alargados que estaban colocados en las orillas de muros y paredes, dando un toque tétrico pero elegante a la vez, los adornados de cristales en forma de copo de nieve que colgaban por las cúpulas magnificaban el lugar y nieve que resplandecía como un diamante bajo la fría luz que emanaba el lugar, la magia invernal se podía sentir en el aire, el gran puente que conectaba este bella fortaleza al mar infinito de hielo eterno era elegante decorado con barandillas de diseños fluidos y cristales mágicos como farolas intercaladas con estatuas majestuosas de pavos reales azules y blancos.
Estabas boquiabierta ante tal estructura sacada de las salvajes imaginaciones de los maestros arquitectos, pero volviste rápidamente a la realidad ante una sonora voz de bienvenida.
-¡Todo reciban a su majestad y divinidad Vil Schoenheit! ¡Rey de las nieves, Amo de las Ventiscas y Tormentas heladas, Señor de las Tierras Congeladas en el extremo norte y sur del Mundo y el Dios del Invierno!...- Anuncio el sirviente con voz dando una reverencia al mismo tiempo que un gran séquito de criaturas mágicas y espirituales invernales también lo reverenciaban para darle la bienvenida, mientras el sirviente siguió enumerando mas los demas titulos de Vil.
-... ¿Cuántos minutos tienes que esperar para que te anuncien?- Dijiste nerviosa y tímida mientras Vil ofreció su mano para ayudarte a bajar.
-Uno o dos.... Antes eran 15 minutos pero cambié al presentador... Rook ya no puede presentarme- Dijo el rey con un poco de fastidio de recordar esa época, mientras que tú te preguntabas mentalmente "¿Quién es Rook?"
El sirviente hizo una pausa cuando vio como su señor ayudaba a bajar a la princesa -... Y ... ¿Una humana?- Esa comentario del sirviente hizo que toda la comitiva levantara la mirada y miraran entre curiosos y extrañados, mirando a la chica humana que su majestad trajo consigo.
-Princesa _____ del reino de las cuatro estaciones donde todos los humanos viven, también la llaman la "Princesa de la Primavera"- Te presento Vil ya contigo de pie a su lado.
-Mu..Mucho gusto- Te presentaste haciendo una reverencia formal ante los presentes, te sentiste intimidada ante tantas miradas frías y juzgadoras, pero como tu madre te enseñó a dar una dulce sonrisa ante las miradas ya que "Es más fácil matar las miradas incómodas con ternura y amabilidad", pero ese gesto tuyo solo provocó más miradas extrañas y más de una ceja alzada, "Parece que aquí solo vive gente dificil" pensaste algo cohibida.
-... ¿Qué? ¿Acaso nos dejaran aquí colgados y no revisen de manera adecuada a su rey y a la princesa?- Dijo Vil rompiendo con la incómoda situación -Tuve un viaje realmente largo y la princesa necesitará habitaciones propias, que sean junto a las mias, todos muévanse - Ordeno el rubio que tono de regaño.
Al acto todos los presentes abandonaron sus posiciones de reverencias y acudieron a las demandas de su rey, algunos salieron rápidamente al prepararte tus habitaciones como el pidió , otros se acercaron a dar un recuento que como fue el estación invernal este año y como los distintos espíritus están regresando, todo esto esto mientras la deidad invernal caminaba de manera elegante y firme por el pasillo cuando noto que, aparte de sus ministros y sirvientes tu no estabas por ningún lado.
-¿Y la princesa?- Al girarse a mirar atrás descubrió que tú estabas batallando por dar un paso resbalar y caer de trasero, con suerte avanzaste 5 centímetros, mientras que Vil ya estaba con su gente al final del pasillo -... ¿Qué haces?-
-¡Caminar, no es obvio, nunca antes camine sobre hielo!- Respondiste tratando de avanzar sujetándote a las paredes del sitio -¡Está muy resbaloso, me voy a caer!-
Vil soltó un ligero suspiro de disgusto y caminó de nuevo hacia ti -De verdad que los humanos son incompatibles con el invierno- Se quejo de manera sonora ya plantandose delante de ti -¿Que tan difícil puede ser caminar sobre hielo? Anda, separate de la pared, pon la espalda recta y da un paso a la vez, primero el pie izquierdo y luego el derecho-
-No es tan fácil, mis zapatos se resbalan y siento que me caeré de cara- Dijiste haciendo un ligero puchero, ya que las órdenes del rey suenan más a un regaño injusto.
-A ver intentalo, uno, dos, uno, dos- Dijo Vil como guiando y orientando, y notó cómo es que lo intentabas, pero ni pudiste dar ni cuatro pasos cuando si te resbalaste y te caíste para delante, por suerte el oji-amatista te atrapo entre sus brazos -.... Creo que debemos cambiar tu calzado si vas a vivir aquí ¿De otra manera cómo vas a moverte por el castillo?... mientras tanto sostente de mi abrigo- Ofreció la larga cola de su abrigo para que te sostuvieras.
-¡¿Vivir aquí?!- Exclamaron los sirvientes y nobles que observaban toda la escena, hasta tu te sorprendiste bastante, pero no dijiste nada mientras sostenía el abrigo.
-Así es, la princesa va a vivir aquí de ahora en adelante- Explico Vil como si fuera un tema sin importancia.
-¿De verdad? Yo crei que ibas a ejecutar en lugar de mi padre- Cuestionaste sorprendida, creías que te haría cubitos de hielo, luego los enviará tu reino y obligaría todos a usarlos par te helado, pero Vil te miro arqueando una ceja de nuevo, como si hubieras dicho una tontería.
-¿Y qué sentido habrá en ejecutarse?- Te cuestiono de vuelta cruzándose de brazos -Tu padre dijo claramente en su carta "La vida de mi hijo es el pago para liberar mi del eterno invierno" Por lo tanto eres mi propiedad y yo no le haría daño a algo... O mejor dicho alguien que es mi propiedad, asi que si princesa, eres mía y voy a moldear a mi gustos o hasta que te adaptes a vivir en el Reino del Invierno-
Esas palabras hicieron que te recorriera un escalofríos por toda la espalda, no sabía lo que te pasara en el futuro siendo ahora el pago al Dios del Invierno
